La resaca m¨¢s descomunal de la historia

Ni los varapalos de la cr¨ªtica, ni la denuncia del tatuador de Mike Thyson que por unos d¨ªas (eternos) tuvo en vilo a Warner Bros. Ni siquiera el pesimismo de algunos analistas ha podido suavizar la resaca m¨¢s grande de la historia: 95 millones de euros en cinco d¨ªas a nivel local y m¨¢s de 140 en todo el mundo.

Esos son los n¨²meros de Resac¨®n en Las Vegas 2: Ahora en Tailandia, que ha reventado la taquilla estadounidense sin ning¨²n tipo de complejo repitiendo (al dedillo) la misma formula que tan bien le funcion¨® en 2009 y que la convirti¨® en carne de secuela instant¨¢nea.

Esta vez Todd Philips, el director, y el reparto en pleno, se van a repartir un pastel que va desde el 10% de la taquilla en el caso del realizador al 4% de la misma para los actores. Son los n¨²meros de la comedia m¨¢s gigantesca de la historia del cine estadounidense, teniendo adem¨¢s en cuenta que la pel¨ªcula estaba calificada como Restricted (Restringida) lo que la aleja de parte de su p¨²blico potencial (los adolescentes).

Resac¨®n 2 explota el mismo fil¨®n abierto por su hermana mayor: un grupo de cafres en una despedida de soltero que se cuenta como un episodio de amnesia colectiva en la que los protagonistas van a?adiendo piezas a un puzzle borroso, aderezado -por supuesto- con un tutipl¨¦n de drogas y alcohol. Esta vez los chalados favoritos de Am¨¦rica se van a Tailandia y la celebraci¨®n (aunque no tenga tigres, beb¨¦s o a Mike Tyson) se complica a¨²n m¨¢s que en Las Vegas.

No hay mucho m¨¢s en el pastel, solamente la formula verborreica e (h¨ªper)acelerada que tan buenos resultados les dio en el original. La cr¨ªtica se ha aburrido horrores con la propuesta pero al p¨²blico -ya se sabe- le ha dado igual y Warner (que hab¨ªa puesto m¨¢s dinero en el asunto, entre otras cosas para una avasalladora campa?a de marketing) ya ha anunciado una tercera entrega que los rumores apuntan se rodar¨¢ en Amsterdam, una ciudad que -a priori- se presta a una juerga en condiciones.

Por el camino se ha perdido la deliciosa frescura de la propuesta primigenia, una comedia de ep¨ªlogo genial que reinventaba el g¨¦nero sin complejos. Ahora -eso s¨ª- nace una franquicia millonaria que amenaza con regalarnos m¨¢s resaca de la humanamente aconsejable. Y eso sin ni siquiera haber bebido.