Fabrizio Plessi crea un naufragio de 'lla¨¹ts'
El artista reestrena La Lonja de Palma, sometida durante a?os por el arquitecto Pere Rebassa una sutil rehabilitaci¨®n global sin maquillajes
Fabrizio Plessi ha creado una escenograf¨ªa de un naufragio colectivo en La Lonja de Palma. Ha varado una bandada de ballenas, cascos de madera vieja de una flota de peque?os barcos invertidos. Entre la penumbra y del suelo emergen reflejos azulados, met¨¢fora del mar sobre la piedra negra. Una instalaci¨®n de arquitecturas artesanas sin firma en el seno de la arquitectura medieval (g¨®tica) con autor estrella original Guillem Sagrera. Hay eco de mar en oleaje sinf¨ªn y m¨²sica ambiental de Michael Nymann.
Las naves son peque?as y nobles, lla¨¹ts mallorquines, faluchos tradicionales de dise?o parecido en gran parte del litoral mediterr¨¢neo, de costillar de madera, carpinter¨ªa de ribera, un oficio ancestral que se extingue. Las barcas adquiridas por Plessi reposan al final del viaje en seco, bajo las b¨®vedas de crucer¨ªa y columnas helicoidales del palmeral de piedra de mar¨¦s, arenisca.
La muestra La luz del lla¨¹t est¨¢ abierta (tambi¨¦n de noche) hasta el mes de octubre. El templo civil del litoral de la bah¨ªa de Palma es considerado una obra cumbre del siglo XV. La flota de barcas "es una gran familia que cobra vida con la luz de la modernidad", manifiesta Plessi que opera con claves "rom¨¢nticas", un concepto que cree desafortunadamente en desuso.
Por primera vez en 40 a?os Fabrizio Plessi (1940), el v¨ªdeo artista italiano de larga trayectoria con sus iconos tecnol¨®gicos en bienales, museos internacionales y grandes marcas, he evitado las im¨¢genes tecnol¨®gicas y las filmaciones.
No hay en La Lonja ventanas luminosas, artilugios y grabaciones permanentes. Plessi hizo temblar otras veces el plasma para simular llamas, oro, lava, agua o piedras, las excusas expresivas alzadas en torres-faro de televisiones y en canoas soporte. Ahora hay vientres que se han deslizado por el mar.
"Era superfluo y excesivo meter im¨¢genes en la instalaci¨®n", asevera el autor. "En un lugar extraordinario como ese, en un espacio tan alto, tu obra incorporada no debe querer competir con el enclave. Por eso es baja la colecci¨®n de lla¨¹ts".
El artista cree "haber recuperado la memoria de la historia de la navegaci¨®n lenta contra la vulgaridad del mar de hoy de las motos n¨¢uticas y la vulgaridad de nuestro tiempo. Teoriza sobre descubrimiento de lla¨¹ts olvidados en establos rurales, cubiertos de polvo y barro, con sus quillas de pintura oxidada por el salitre y las corrientes. Evocan "el tiempo que mantiene la energ¨ªa primitiva del descubrimiento, una emoci¨®n que puede sentirse en el valle de los Reyes, en Pompea o Herculano".
Las barcas desahuciadas no se pudren
Plessi reside en Venecia y en una casa minimalista de Mallorca que llam¨® Sa Pedra, casi una instalaci¨®n habitable. Curtido en bronce por el sol y el mar, la melena acent¨²a en Plessi su aire de rastreador en las pel¨ªculas del oeste. Toca las las panzas de los lla¨¹ts a los que cercen¨® el 'peu de roda' (su perfil de proa). Los navegantes tradicionales se preguntan por qu¨¦ lo hizo.
Las barcas de madera desahuciadas, como botas de vino no se pudren, el mar cura la madera. Pero al sol y en seco gimen, se agrietan y son un coladero. Deben calafatearse y navegar. Apenas ya se construyen pero a¨²n navegan unos cientos por Baleares, antiguos, cuidadas como si fueran muebles de caoba cubana heredados del abuelo.
Guillem Sagrera dej¨® La Lonja de los mercaderes sin terminar de cobrar por trabajo y emigr¨® a N¨¢poles bajo amparo real. En otros lla¨¹ts transport¨® desde Mallorca parecidas piedras de su isla de Felanitx para extender los nervios altos de la sala capitular de Castelnuovo de N¨¢poles.
Ahora con el patrocinio de Louis Vuitton, Plessi reestrena La Lonja que ha sido sometida por el arquitecto Pere Rebassa, durante a?os, a una sutil rehabilitaci¨®n global sin maquillajes. Rebassa se empe?¨® en restituir el tejado medieval (invisible) a la bella construcci¨®n. Vanguardistas arquitectos mundiales han loado la est¨¦tica y factura de la hist¨®rica construcci¨®n que llevaba tres a?os clausurada, en rehabilitaci¨®n.
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