'Intruders' hiela San Sebasti¨¢n

Arranca la 59? edici¨®n del Zinemaldia, y arranca a lo grande, con Juan Carlos Fresnadillo rodeado por todo el equipo de Intruders. En una ma?ana fresca en Donostia, mientras se rematan las ¨²ltimas pruebas de la gala de inauguraci¨®n y llegan los ¨²ltimos miembros del jurado (la jornada est¨¢ siendo dura en el aeropuerto de Barajas y bastantes invitados est¨¢n atascados en Madrid), Fresnadillo sac¨® pecho en la rueda de prensa con Clive Owen, Pilar L¨®pez de Ayala, Carice Van Houten, Daniel Br¨¹hl y Ella Purnell a su vera, adem¨¢s de los productores.

Intruders, que ha provocado una clara divisi¨®n de opiniones en sus dos pases matinales, es la elegida para inaugurar esta edici¨®n del certamen de San Sebasti¨¢n, la primera de la era Rebordinos. El cineasta canario est¨¢ c¨®modo defendiendo su pel¨ªcula, "una historia no de terror, sino un filme sobre el miedo, sobre la esencia del miedo, donde todo puede ocurrir". El director de Intacto y 28 semanas despu¨¦s se defini¨® como un "contador de historias". "Me gusta poder compaginar en mi carrera proyectos personales, y este lo es, con grandes largos para la industria, si logro darle personalidad a esos productos masivos. Yo estoy en crecimiento y moverme en dos territorios me ayuda".

El filme entrecruza dos historias, la londinense de un padre (Owen) y una hija (Purnell) que luchan contra un intruso sin rostro que entra en la habitaci¨®n de la adolescente, y la madrile?a, en la que una madre angustiada (L¨®pez de Ayala) pide ayuda a un cura (Br¨¹hl) ante los brutales terrores nocturnos de su hijo. Son los intrusos del t¨ªtulo. "S¨ª, est¨¢n mis miedos infantiles", cuenta el director, que aunque no ha escrito el guion lo siente muy cercano. "Mi madre me contaba historias oscuras de mi familia, que no puedo revelar, para que tuviera informaci¨®n sobre mi pasado, pero que se acabaron convirtiendo en pesadillas. El miedo como herencia es un lugar apasionante para explorar. Yo siempre busco el factor humano en cualquier historia sobrenatural. Tiene algo de Alejandro Jodorowsky, desde luego, un artista total con cuyas teor¨ªas comulgo. A grandes rasgos, ¨¦l afirma que la familia es donde se construye el estado emocional. Los fantasmas familiares pasan a las siguientes generaciones. Jodorowsky dice que no cree en el arte a no ser que sea curativo. Yo creo en que te tienes que enfrentar a la verdad y aunque sea dolorosa encararla. Por eso cuando amas a alguien asusta ver su lado oscuro. Sin embargo, est¨¢ ah¨ª y debes conocerlo".

A Clive Owen le gusta este otro giro en su carrera, repleta de cambios de g¨¦nero. "Debe tener relaci¨®n con las cosas que me atraen. Vi el peso emocional del gui¨®n y me gusta c¨®mo lo ha plasmado". Una respuesta parecida dio Pilar L¨®pez de Ayala: "Me gusta este g¨¦nero y me llam¨® la atenci¨®n y a la vez agradec¨ª enormemente que me ofrecieran este proyecto. Esa madre era una maravilla, llena de peso emocional". Br¨¹hl, que lidia con el papel de cura amigo, cont¨® c¨®mo prepar¨® el papel: "Una vez en la vida ya sabes que te tocar¨¢ hacer de cura [risas]. Yo estuve con un jesuita a las afueras de Madrid, en un barrio complicado. Y not¨¦ que adem¨¢s de creer, est¨¢n realizando una labor social, que ayudan a la gente. Fui a misa, dorm¨ª con una biblia al lado... S¨ª, hice cosas que no suelo hacer". Y la holandesa Carice Van Houten fue mucho m¨¢s prosaica: "Rodamos el verano pasado, y me toc¨® aguantar a todo el equipo espa?ol el d¨ªa de la final del Mundial de f¨²tbol. Y encima Clive se puso de su lado. Al d¨ªa siguiente, Enrique [L¨®pez Lavigne, uno de los productores] me colg¨® en la roulotte un poster de la selecci¨®n espa?ola". Un duro castigo para alguien que forma parte, seg¨²n su director, de "un reparto que tiene que ver m¨¢s con lo humano que con lo inquietante".

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