Millones y millones de poemas
Un libro homenaje al escritor franc¨¦s Raymond Queneau hecho de p¨¢ginas cortadas a tiras con un verso en cada una permite crear miles de combinaciones po¨¦ticas
?Cu¨¢ntos poemas caben en un libro de poemas? Es dif¨ªcil estimar la cifra, pero seguro que este es el libro de poemas que m¨¢s poemas contiene: 10 elevado a 14 poemas, es decir, un uno seguido de 14 ceros, es decir, cien billones de poemas. A¨²n as¨ª, queda m¨¢s bonito decir Cien mil millones de poemas (quitando tres ceros, dividiendo entre mil), y es as¨ª como ha titulado la editorial Demipage su homenaje al escritor franc¨¦s Raymond Queneau y la celebraci¨®n del 50 aniversario de su Cent mille milliards de po¨¨mes, publicado en 1961, que contiene el mismo n¨²mero de poemas, escritos por el propio Queneau.
El original de Queneau conten¨ªa 10 sonetos de 14 versos cada uno, pero (atenci¨®n porque aqu¨ª est¨¢ el truco) cada p¨¢gina ven¨ªa troquelada, cortada a tiras con un verso en cada una, de modo que el lector pod¨ªa juntar el primer verso de un soneto, con el segundo de otro, el tercero del de m¨¢s all¨¢, etc¨¦tera. De esas combinaciones sale tal cantidad l¨ªrica y astron¨®mica. Aqu¨ª se ha hecho lo mismo, aunque en vez de traducir los versos originales del franc¨¦s, se ha reunido para la ocasi¨®n a un selecto "elenco de ilustres sonetistas", en el que Jordi Doce marca la pauta con la primera composici¨®n y es seguido por Rafael Reig, Santiago Auser¨®n, Javier Azpeitia, Julieta Valero o Vicente Molina Foix. Son versos alejandrinos (de 14 s¨ªlabas) divididos en dos hemistiquios de siete, en los que coincide la rima, lo que permite la sustituci¨®n de unos por otros manteni¨¦ndose la estructura del soneto. Pero adem¨¢s, el lector de a pie tambi¨¦n puede ejercer de ilustre sonetista: la ¨²ltimas catorce solapas, el ¨²ltimo soneto, est¨¢ en blanco esperando su inspiraci¨®n.
Raymond Queneau, escritor loco y juguet¨®n, fue el fundador en 1960 de Oulipo, el Ouvroir de litt¨¦rature potentielle (Taller de literatura potencial) donde, en compa?¨ªa de otros autores que siempre escarbaron en los l¨ªmites de la escritura, como George Perec, Italo Calvino o Julio Cort¨¢zar, idearon jaulas literarias de las que luego intentaban escapar e investigaron nuevas formas y estructuras para los escritores del futuro. "Aunque parezcan bromas, eran escritores muy serios y met¨®dicos, que se propon¨ªan unos retos imposibles, que casi se volv¨ªan locos tratando de resolverlos, pero que lo consegu¨ªan", explica David Villanueva, editor de Demipage. Famosa es, por ejemplo, la novela de Perec La Disparition donde no aparece la letra e, la m¨¢s habitual en franc¨¦s, o Les Revenentes, ?donde solo aparece esta letra! Antes de Oulipo, Queneau ya hab¨ªa escrito los c¨¦lebres Ejercicios de estilo, hoy en d¨ªa casi obligatorios en cualquier curso de escritura creativa que se precie, en el que narraba de 99 maneras diferentes un incidente trivial en un autob¨²s de l¨ªnea.
"Adem¨¢s de homenajear a Queneau, se trata de reivindicar un poco la literatura como juego y la poes¨ªa como algo de todos y para todos, algo que no solo hace el poeta, sino que se hace a medias con quien la lee", dice Villanueva. "Tambi¨¦n de reivindicar el libro como objeto en estos tiempos inciertos, de ofrecer algo que dif¨ªcilmente se puede reproducir en la pantalla de un ordenador o de un ebook". El libro, adem¨¢s, se convertir¨¢ en exposici¨®n donde se expondr¨¢n los sonetos, documentales sobre Queneau y se podr¨¢n componer poemas con los 140 versos que forman el libro, al modo de como se hace con esos imanes tan de moda que hay en la nevera de cualquier letraherido. Lo cierto es que este libro es un buen regalo y una muy buena compra: por 25 euros ofrece doscientos millones de a?os de lectura ininterrumpida, sin parar comer o beber. Su hambre lectora estar¨ªa saciada ya para siempre.
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