Con ustedes, la hiperactividad de Elvis Riboldi
Los guionistas de 'Los Lunis' y 'Barrio S¨¦samo' lanzan la primera serie espa?ola de novela gr¨¢fica infantil
Le encanta subirse a los ¨¢rboles, escuchar AC/DC y comerse los l¨¢pices de colores. As¨ª es el protagonista de la primera serie de novela gr¨¢fica infantil realizada ¨ªntegramente en Espa?a, Yo, Elvis Riboldi (laGalera). Un ni?o muy normal, sino fuera porque se pasa la vida de bronca en bronca. "Todo el mundo dice que no hago nada bien. Los mayores siempre est¨¢n enfadados conmigo. Siempre se me olvida todo porque soy muy despistado. Me peleo constantemente con todo el mundo", se describe. No est¨¢ pose¨ªdo, ni es un gamberro (bueno, un poco s¨ª). Lo ¨²nico que le pasa a Elvis es que es hiperactivo. Y alrededor de sus travesuras, frustraciones y diagn¨®stico transcurre la primera aventura de las tres que hasta ahora han parido Jaume Copons, Daniel Cerd¨¢, Ram¨®n Cabrera y ?scar Juve, bajo el nombre grupal de Bono Bidari.
En un s¨®lo mes ya se han lanzado dos ediciones
"No puedes competir con los videojuegos con bromas ?o?as"
Los tres primeros -guionistas, entre otros muchos proyectos, de Barrio S¨¦samo y Los Lunis- le han dado voz. ?l ¨²ltimo -creador de las hormigas de El Hormiguero-, forma. "Cuando ¨¦ramos peque?os no exist¨ªa el concepto de hiperactivo. La gente nos crucificaba. Pas¨¢bamos por imb¨¦ciles y gamberros. Nos dec¨ªan que ¨¦ramos un desastre, in¨²tiles, que no serv¨ªamos para nada. Si nos lo hub¨ªesemos cre¨ªdo hubi¨¦semos terminado siendo eso", relata Copons. Movidos por esas experiencias e inspirados por el hijo de este ¨²ltimo, hiperactivo diagnosticado, dieron vida a ocho manos a un ni?o que tras ser expulsado del colegio, se escapa de su casa, quema otra y completa una larga lista de destrozos. "Pero con mucho sentido del humor", apostilla Copons.
El guionista y sus compinches saben c¨®mo conseguirlo. Llevan 20 a?os dedicados a sacarle una sonrisa a los ni?os. Conocen los resortes y c¨®mo han evolucionado. "Los ni?os de hoy tiene una oferta de ocio variad¨ªsima. Y si tienes que competir con un videojuego que maneja un presupuesto mayor que el de una pel¨ªcula, no puedes hacerlo con una broma ?o?a de un se?or que se cae de una silla". Se necesita ritmo, locura, trabajar mucho los temas y buscar gags que est¨¦n a la altura de estos peque?os emperadores del mando a distancia", enumera Copons.
Humor bueno y eterno
Aunque "en el fondo del fondo del fondo", reconoce, la comedia no ha cambiado tanto y a los ni?os les sigue haciendo gracia lo mismo que hace dos d¨¦cadas: "Que te est¨¦n diciendo una cosa y te ense?en lo contrario sigue funcionando". Como cuando Elvis responde supuestamente tranquilo a las preguntas del Dr. Higgins (inspirado en el doctor del hijo de Copons) y en realidad le est¨¢ redecorando el despacho a patadas.
El libro, dice, es infantil pero est¨¢ dirigido a un p¨²blico m¨¢s amplio: "lectores mayores de nueve a?os en adelante". Y ya se sabe que el estereotipo del ni?o travieso, inquieto y, s¨ª, un poco gamberro atrae sin distinci¨®n de edad. Ah¨ª est¨¢ Bart Simpson, que lleva 20 a?os triunfando con sus bromas telef¨®nicas, y ah¨ª est¨¢n las dos ediciones que se han hecho en solo un mes de esta primera novela. "Este mes sacamos la segunda Yo, Elvis Riboldi, y el restaurante chino. Y ya tenemos ofertas de editoriales internacionales para traducirlo", cuenta el guionista orgulloso.
Pero el perfil de ni?o malo y poco pol¨ªticamente correcto -tiene un mural con las fotos de los ni?os a los que ha pegado- no responde a motivaciones comerciales sino a deseos personales. Copons y sus compa?eros llevaban mucho tiendo desarrollando proyectos preescolares o en los que se buscaba principalmente un fin did¨¢ctico. "Quer¨ªamos desquitarnos un poco. Cuando hac¨ªamos Barrio S¨¦samo ten¨ªamos un equipo de psicopedagogos estadounidenses que revisaban todos los cap¨ªtulos, y una vez nos obligaron a parar un sketch sobre lavadoras porque dec¨ªan que los ni?os espa?oles se pod¨ªan traumatizar ya que, pensaban, muchos de ellos no tendr¨ªan una en casa", cuenta entre carcajadas.
Elvis y su entorno no viven en Disneyworld. Su padre, Le¨®nidas, "toma pastillas para los nervios"; su amigo, el exhippy Sr. Lugosi rob¨® su primera c¨¢mara de fotos; y a su madre, Irlanda, le gusta cantar Titanic. "No damos moralina ni moralejas ?o?as, pero todo el libro est¨¢ lleno de valores, como la amistad, el esfuerzo, la comprensi¨®n..."
Yo, Elvis Riboldi. De Bono Bidari. Editorial laGalera. Barcelona 2011. 13,95 euros. www.elvisriboldi.com
![Elvis Riboldi rodeado de su familia y amigos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QMBEI3UMKJPHXFEFNWFNZWRHMA.jpg?auth=9563db5c4596eb6ba39ef5df1701e14ac21905ae20328566376be882ba552bbc&width=414)
![De izquierda a derecha: Jaume Copons, Daniel Cerd¨¢, Ram¨®n Cabrera, ?scar Julve (que firman conjuntamente como Bono Bidari) y un amigo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IQ63IG4COBPKHCCWMLXWEBGQCA.jpg?auth=728fa79705bd8a1ac07e40b076cc8fa173b7b658b9e240aed515b61dab66e155&width=414)
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