La apoteosis del 'nerd'
El actor y guionista brit¨¢nico Simon Pegg se ha labrado una carrera a base de orgullo 'friki'.- Ahora confirma su condici¨®n de megaestrella en 'Misi¨®n: Imposible 4. Protocolo fantasma'
Simon Pegg ha recorrido el camino inverso que cualquier freak que se precie recorre en su vida: en su adolescencia no parec¨ªa demasiado interesado en el mundo del c¨®mic, el cine o la televisi¨®n. De hecho, seg¨²n confiesa ¨¦l mismo en sus memorias, Nerd do well, en esa ¨¦poca le interesaba mucho m¨¢s molestar a sus compa?eros de clase y disfrutar de su aburrimiento vital, el t¨ªpico de un chaval de clase media que crec¨ªa en Gloucester, hijo de un m¨²sico y de una funcionaria. Sin embargo con los a?os fue creciendo en ¨¦l otro Pegg, mucho m¨¢s interesado en vi?etas, juegos y pantallas. A ello se sum¨® su pasi¨®n por el arte dram¨¢tico (que le llev¨® de un colegio privado a la universidad de Bristol) y su mudanza a Londres en 1990. All¨ª pis¨® multitud de teatros y desarroll¨® todo tipo de trabajos esperando el trabajo que le sacara del circuito amateur y le metiera en primera divisi¨®n. En aquellos a?os conoci¨® al orondo Nick Frost (su media naranja creativa desde entonces) y al director y guionista Edgar Wright, dos tipos que le metieron en el cuerpo todo lo necesario para convertirle en un soldado del ejercito de freaks que invad¨ªan la capital de la Gran Breta?a en aquellos tiempos.
En 1995 Pegg empez¨® a visitar asiduamente la BBC y all¨ª se desarroll¨® su carrera televisiva en diversos g¨¦neros y formatos hasta llegar en 1999 a Spaced. En la serie, creada por su colega Wright, el de Gloucester daba vida a Tim, un tipo peculiar del norte de Londres que decid¨ªa elaborar un plan para acceder a un piso en la ciudad. El plan consist¨ªa -b¨¢sicamente- en coger a su amiga Daisy y fingir que ambos son pareja. Otro colega de Pegg (el mencionado Frost) daba vida a Mike, un pintor que tambi¨¦n se apuntaba a la idea y cerraba el c¨ªrculo. Spaced fue un triunfo en toda regla y probablemente la serie m¨¢s adorada de la historia cat¨®dica brit¨¢nica hasta que lleg¨® The office para pelearle el t¨ªtulo. A tal punto lleg¨® la locura generada por el producto que en una ocasi¨®n y para acudir a la Comic-Con de San Diego, Pegg se hizo una mascara del Joker para poder pasearse por el evento comiquero sin que le avasallaran los fans.
Desde entonces y siempre con Wright y Frost a sus espaldas, el brit¨¢nico se ha convertido en un icono del cine de culto. El tr¨ªo firmo Shaun of the dead (2004) que en Espa?a, con criterio dudoso titularon, Zombies party y Hot fuzz (2007) que en nuestro pa¨ªs acab¨® siendo Arma fatal. As¨ª fue como Pegg dio el salto oce¨¢nico que todo actor ans¨ªa experimentar al menos una vez en la vida y se mud¨® a Hollywood.
All¨ª le dio la brasa a George Lucas por sus "horrorosas precuelas" de La guerra de las galaxias (uno de los mejores cap¨ªtulos de su libro de memorias se centra en ese aspecto), se hizo ¨ªntimo de JJ Abrams y Steven Spielberg y particip¨® en Misi¨®n Imposible III (y en la cuarta entrega que se estrena hoy), Star Trek (una franquicia en la que tambi¨¦n repetir¨¢) y Tint¨ªn, tres de los proyectos de estudio m¨¢s gordos que ha parido la meca del cine en los ¨²ltimos a?os.
Ahora, instalado ya en la cima, se atreve a seguir haciendo pel¨ªculas con Frost (como Paul, una comedia con alien¨ªgena que los dos escribieron y protagonizaron), hace televisi¨®n cuando le viene en gana, sigue viviendo en Londres y acumula m¨¢s de un mill¨®n setecientos mil seguidores en su cuenta de Twitter. No est¨¢ mal para un hombre que lleva m¨¢s de una d¨¦cada predicando las bondades de ser un buen "nerd" ("persona brillante pero obsesiva cuyas relaciones sociales son inc¨®modas", por citar a la Wikipedia) aunque ¨¦l no acabe de encajar en la definici¨®n.
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