Una met¨¢fora sobre l¨ªmite y paisaje
El Museo San Telmo de San Sebasti¨¢n renace gracias a la brillante y valiente remodelaci¨®n y ampliaci¨®n del estudio de arquitectos Nieto y Sobejano
Como "una met¨¢fora del impreciso l¨ªmite donde la arquitectura y la ciudad se encuentran con el paisaje" describen los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano su ampliaci¨®n del Museo San Telmo, en San Sebasti¨¢n. La clave del proyecto es un muro de metal perforado que "desaparecer¨¢" forrado de musgo o consumido por l¨ªquenes en invierno y "reaparecer¨¢" de nuevo libre de vegetaci¨®n con la llegada del calor. Los arquitectos buscaban un edificio vivo, imperfecto, con una fachada din¨¢mica, capaz de fundirse con el verde del monte Urgull y, sin embargo, contenida para convivir con el antiguo convento dominico del siglo XVI, sede del museo desde 1932. La respuesta que idearon fue una franja quebrada que abraza el monte como si quisiera dejar espacio para que respire el inmueble original.
Como en la mayor¨ªa de sus proyectos, los arquitectos han trabajado con dos artistas en el troquelado del muro: Leopoldo Ferr¨¢n y Agustina Otero. "Tratamos de plantear intervenciones inusuales en el espacio urbano que extienden el campo de actuaci¨®n y los l¨ªmites entre el arte p¨²blico y la arquitectura", explican. As¨ª, la paradoja de esa convivencia y de este espl¨¦ndido proyecto es que logran convertir un muro de contenci¨®n en todo un edificio de aspecto ligero. Son los quiebros de ese muro-edificio los que lo hacen permeable al acceso peatonal, y sus usos -con ¨¢reas de exposici¨®n al aire libre-, los que convierten un muro escult¨®rico en un magn¨ªfico espacio p¨²blico. De este modo, una arquitectura voluntariamente inacabada se transforma en un proyecto respetuoso con el pasado, capaz de esperar pacientemente al futuro y preparado no solo para adaptarse, sino para celebrar el paso del tiempo.
Una ampliaci¨®n es como insertar un cap¨ªtulo en un texto inacabado
Esa arquitectura, rotunda pero visualmente ligera, gan¨® el concurso para ampliar un museo que combina una colecci¨®n de fotograf¨ªa, una arqueol¨®gica y otra etnogr¨¢fica con una selecci¨®n de pintura y escultura entre la que destacan El Salvador de El Greco y los lienzos de Sert sobre el pueblo vasco. Que esa parad¨®jica combinaci¨®n de fuerza y sutileza resulte la mejor manera de culminar una ampliaci¨®n en la que los arquitectos han trabajado cinco a?os ilustra el concepto que tienen de uno de los grandes retos de la arquitectura actual: la transformaci¨®n de lugares e inmuebles preexistentes. "Es importante interpretar un edificio como la suma de diferentes textos yuxtapuestos. Como aquellos libros que narran una historia dentro de otra y as¨ª indefinidamente, la transformaci¨®n o ampliaci¨®n de una obra arquitect¨®nica se parece a la inserci¨®n de un nuevo cap¨ªtulo en un texto siempre inacabado", explican desde Estados Unidos, donde imparten estos d¨ªas un ciclo de conferencias. Su ampliaci¨®n del Museo San Telmo ilustra esa idea. El nuevo edificio marca el encuentro entre la parte vieja de San Sebasti¨¢n, el monte y el mar, pero a la vez dibuja un sorprendente umbral entre la arquitectura actual y la hist¨®rica del lugar. Los arquitectos aseguran que entendieron que su nuevo museo "requer¨ªa una arquitectura consciente de todas la partes". ?C¨®mo relacionar todas esas partes de un viejo casco hist¨®rico desde su habitual voluntad de innovaci¨®n y transformaci¨®n?
Tras levantar museos de geometr¨ªa muy precisa, como el Madinat Al-Zahra (Premio Agha Kahn de Arquitectura) o auditorios como el de M¨¦rida, Nieto y Sobejano demostraron que su voluntad de innovar pasa a veces por empezar la casa por el tejado. Autores de un trabajo sobrio y contenido, a menudo son las cubiertas las que hablan en su obra. Deudoras de una orograf¨ªa geom¨¦trica que relaciona los nuevos inmuebles con el lugar, con el manejo de la luz o con la memoria del sitio, su ampliaci¨®n del museo de Moritzburg (Alemania), al igual que el auditorio levantado en la pasada Expo de Zaragoza, obedecen a la ciudad en sus fachadas, pero expresan el car¨¢cter de su interior en la cubierta.
Fondo heterodoxo
- Arqueolog¨ªa:Unas 600 piezas que incluyen estelas funerarias, laudas y escudos y objetos de otras culturas.
- Bellas artes: M¨¢s de 5.500 piezas de pintura, escultura y estampa. Destacan El Salvador, de El Greco, y los lienzos de Sert en la iglesia del antiguo convento.
- Fotograf¨ªa: M¨¢s de 7.000 piezas entre im¨¢genes, clich¨¦s y placas.
- Etnograf¨ªa: M¨¢s de 4.000 objetos sobre los modos de vida tradicionales vascos.
San Telmo, con el futuro Centro de Creaci¨®n Contempor¨¢nea de C¨®rdoba -que Nieto y Sobejano concluir¨¢n este a?o-, podr¨ªa marcar un doble paso adelante en una trayectoria tranquila pero concienzuda, tan reticente a la fabricaci¨®n de un sello distintivo como a resignarse a dejar de investigar. "Los proyectos que m¨¢s nos interesan son los que surgen del intento de establecer conexiones entre la memoria de un lugar y la contemporaneidad de nuestra actuaci¨®n, asociaciones de hechos que est¨¢n delante y solo necesitan una idea que los explique", cuentan. El Museo de San Telmo, como expresi¨®n del l¨ªmite entre paisaje natural y urbano -y el Centro de Creaci¨®n de C¨®rdoba, como respuesta frente a la homogeneidad que la civilizaci¨®n globalizada impone a los nuevos contenedores culturales-, propone respuestas espec¨ªficas con desarrollos abstractos. "Probablemente", dicen, "no habr¨ªa surgido la idea del muro-paisaje si no nos hubi¨¦ramos enfrentado a unas condiciones tan complejas, y no nos habr¨ªamos planteado la geometr¨ªa espacial de C¨®rdoba sin la presencia latente del pasado hispano-musulm¨¢n de la ciudad".
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