Certezas, olvidos y ausencias: documentales en los Oscar

El a?o pasado ofreci¨® al cin¨¦filo m¨¢s inquieto una de las mejores cosechas de documentales que se recuerdan en los ¨²ltimos lustros. Se supone que eso hizo muy dif¨ªcil a la Academia reducir a quince la primera preselecci¨®n de t¨ªtulos que iban a competir por la preciada estatuilla. Aun as¨ª ni siquiera eso explica la ausencia en ese grupo del que fue considerado por muchos como uno de los mejores documentales del a?o pasado: The interrupters. Esta pieza de artesan¨ªa producida por el periodista Alex Kotlowitz y dirigida por Steve James (la pareja responsable de la esplendida Hoop dreams) se mete entre pecho y espalda uno de los viajes m¨¢s luminosos del 2011 al contar la historia de tres mediadores de Chicago dedicados en cuerpo y alma a prevenir y frenar los actos de violencia que se producen en los barrios m¨¢s conflictivos de la ciudad. A trav¨¦s de la historia de este tr¨ªo de personajes aparentemente an¨®nimos uno descubre lo arriesgado que puede ser su trabajo, aun cuando la comunidad te arropa y sabes muy bien el terreno que pisas. La historia, trufada de disparos frustrados, cuchillos que aparecen en el momento menos oportuno y peleas cotidianas, evita con sabidur¨ªa aquello tan sobado de los ¡°h¨¦roes an¨®nimos¡± para presentar un retrato crudo y realista de un mundo que no sale en las noticias. Lo mejor, un epidemi¨®logo que desarrolla (con brillantez) la teor¨ªa de que la violencia debe ser estudiada y prevenida con los mismos protocolos con los que se ataca un virus. La ausencia de The interrupters en las nominaciones es uno de esos misterios de los que tanto gustan en Hollywood. Tambi¨¦n sorprendi¨® (pero no tanto) que se cayera Bobby Fisher against the world, un documental sobre el ajedrecista m¨¢s conocido de todos los tiempos firmado por la siempre brillante realizadora Liz Garbus (su Killing in the name sigue siendo una de las piezas m¨¢s brutales de la ¨²ltima d¨¦cada) y fascinante en su planteamiento y desarrollo. El personaje (hay que decirlo) daba para esto y mucho m¨¢s, y Garbus trata de no dejar nada en la mesa de montaje a la hora de esbozar con el trazo adecuado la biograf¨ªa de un tipo que mezclaba genio y locura con preocupante facilidad. Quiz¨¢s la competencia con otro t¨ªtulo de HBO (la s¨ª nominada Paradise Lost 3) sea una explicaci¨®n l¨®gica al olvido que ha sufrido.

Entre las que han accedido al quinteto aspirante al premio cabe destacar la brillantez formal de Pina, esplendido trabajo en 3D del director alem¨¢n Wim Wenders sobre Pina Bausch que se revela como un fascinante vistazo al mundo de la danza; la est¨¦tica y tono (muy a lo Friday Night Lights) de Undefeated y el complemento de aquello tan americano de ¡°bigger than life¡± en este caso personificado en la historia de un peque?o equipo de f¨²tbol americano condenado a perder que acaba ganando por culpa de un entrenador con una sombra muy alargada; If a tree falls, que goz¨® de una distribuci¨®n cinematogr¨¢fica hiperlimitada es uno de esos documentos capaces de conmover al m¨¢s pintado: un relato con abundancia de grises sobre la historia de Daniel McGowan, un militante del Frente de Liberaci¨®n de la Tierra que afronta la cadena perpetua por el incendio de varias compa?¨ªas a las que la organizaci¨®n (considerada terrorista por el FBI) acusaba de contaminar. El poderoso arco que cubre el documental (con entrevistas a exmiembros del grupo, antrop¨®logos, soci¨®logos y ecologistas de todo tipo y plumaje) y su esfuerzo por resultar objetivo lo convierten en uno de los favoritos a la estatuilla, si los acad¨¦micos logran pasar por encima de la ¨Cobvia- pol¨¦mica que plantea: ?es correcto utilizar todos los m¨¦todos a nuestro alcance cuando la injusticia es flagrante? Queda el interrogante de Hell and back again, que habla de la guerra de Afganist¨¢n desde el punto de vista de aquellos que vuelven a casa. Veremos qu¨¦ ofrece.

El ¨²ltimo aspirante es ¨Csin duda- el m¨¢s prominente: Paradise lost 3. El documental que cierra la trilog¨ªa de la historia de los West Memphis Three (los tres de Memphis) y que puede presumir de ser el ¨²nico (documental) en la historia que ha conseguido sacar de la prisi¨®n a tres condenados a cadena perpetua adem¨¢s de obligar a la polic¨ªa del Estado y la fiscal¨ªa a abrir una nueva l¨ªnea de investigaci¨®n. Los sucesos, acaecidos en 1996, empezaron con el descubrimiento de los cad¨¢veres de tres ni?os que hab¨ªan sido horriblemente torturados a las afueras de Memphis. Poco despu¨¦s se arrest¨® a tres adolescentes en un caso basado enteramente en pruebas circunstanciales adem¨¢s de criminalizar a los acusados en base a su afici¨®n por el heavy metal (el fiscal lleg¨® a enlazar el g¨¦nero musical con el satanismo). Sin tiempo a parpadear, el tr¨ªo era condenado a cadena perpetua (aunque uno de ellos fue en principio enviado a un centro de menores) al mismo tiempo que muchos se echaban las manos a la cabeza por la pantomima de un juicio viciado desde el inicio. As¨ª fue como los directores Joe Berlinger y Bruce Sinofsky convencieron a HBO para rodar in situ un documental sobre el tema. Han pasado 16 a?os y su gran sinfon¨ªa audiovisual se cierra con la salida de los j¨®venes de prisi¨®n y la certeza de haber influido en su libertad de forma decisiva. Si el Oscar premia al documental m¨¢s importante, Paradise Lost 3 ser¨ªa justo ganador.