Un competidor, un amigo

Figuraba ya en el top ten de los grandes editores espa?oles y no en los ¨²ltimos lugares, pues pose¨ªa esa rara virtud que ha caracterizado a todos los grandes, una destacada capacidad emprendedora y empresarial unida a una fuerte vocaci¨®n por el libro y la difusi¨®n cultural de la que es veh¨ªculo.

Su gran obra fue la creaci¨®n y desarrollo de una magn¨ªfica editorial Anaya, especializada en Educaci¨®n, y su posterior expansi¨®n a un amplio n¨²mero de otros campos editoriales, construyendo as¨ª uno de los grandes grupos editoriales europeos.

Anaya ha sido, junto a nosotros, Santillana, uno de los agentes que han contribuido a la modernizaci¨®n de la educaci¨®n espa?ola, en tanto que ha suministrado a cientos de miles de profesores y millones de estudiantes el contenido y el enfoque de unos haberes y de una visi¨®n actualizada de la sociedad. Un libro Anaya ha sido un logo familiar en todos los centros educativos, y campa?as como La palabra del profesor dignificaron el papel de los manuales escolares poni¨¦ndolos al servicio, y la altura, de la propia comunicaci¨®n de los docentes.

Fuimos competidores y amigos desde Santillana de un modo que resum¨ªa muy gr¨¢ficamente Jes¨²s Polanco, nuestro fundador: "Es un regalo del cielo que exista Anaya porque nos obliga a esforzarnos por hacer nuestro trabajo cada vez con mayor exigencia".

Hay dos rasgos en la obra y personalidad de Germ¨¢n que me parecen especialmente admirables, y que seguramente explican el ¨¦xito empresarial de un hombre de trato directo, en ocasiones se disculpaba por no ser persona de discurso brillante. Uno fue su capacidad de hacer editores. Durante muchos a?os Anaya ha sido una buena escuela, y de ella salieron excelentes editores, una parte de los cuales hicieron sus propios recorridos. El otro fue su permanente compromiso con el libro, al que dedic¨® la labor generosa de la fundaci¨®n que lleva su nombre, a la que especializ¨® en la atenci¨®n a la lectura, desde la investigaci¨®n al desarrollo social a trav¨¦s de su cultivo. En los ¨²ltimos a?os de su vida era de esta tarea de la que hablaba con mayor satisfacci¨®n, consciente de que seguramente ser¨ªa esta su obra m¨¢s permanente.

A Ofelia, su viuda, y a nuestra amiga y colega la editora Ofelia Grande, heredera en Siruela de la vocaci¨®n de Germ¨¢n, nuestras condolencias desde Santillana.

Emiliano Mart¨ªnez es presidente de Santillana