Un ¡®soderbergh¡¯ de f¨®rmula y un disparate indonesio
Boyero analiza desde Berl¨ªn el filme 'Indomable', parte del cual se rod¨® en Barcelona Se trata de una pel¨ªcula de acci¨®n en la que participa el actor espa?ol Antonio Banderas
Existen transparentes indicios de esquizofrenia en la carrera de ese director tan extra?o llamado Steven Soderbergh. O tal vez, solo se trate de posibilismo. Su precoz alistamiento en el cine independiente logr¨® algo tan raro como que su primera pel¨ªcula Sexo, mentiras y cintas de v¨ªdeo lograra todo tipo de premios, un notable triunfo comercial y que consecuentemente Hollywood tentara al joven prodigioso. Decidi¨® seguir haciendo lo que le gustaba y se estrell¨® con Kafka. Pas¨® mucho tiempo a la deriva, sobreviviendo con proyectos que no alcanzaron la menor resonancia, hasta que dio con la tecla del ¨¦xito al realizar Erin Brockovich. Poco despu¨¦s, con las grandes productoras a los pies de su capricho, dirigi¨® la extraordinaria Traffic.
Tambi¨¦n descubri¨® mediante la saga de Ocean's que pod¨ªa convertirse en otro rey Midas del cine estadounidense. Desde entonces compagina un cine muy personal que no suele amortizar, como el remake de Solaris, con la mina de oro que suponen las aventuras de esos sofisticados y sensuales ladrones que interpretan Clooney, Pitt y Dammon. Tambi¨¦n financia el cine arriesgado y con vocaci¨®n autoral de otra gente. Pero est¨¢ claro despu¨¦s de una amplia filmograf¨ªa que las pel¨ªculas que desea hacer Soderbergh suelen naufragar, mientras que arrasa con aquellas en las que se limita a seguir una f¨®rmula garantizada de ¨¦xito.
Indomable (Haywire), presentada fuera de concurso en la Berlinale y que seg¨²n algunos rumores ser¨ªa la ¨²ltima que llevara la firma como director de Soderbergh, pertenece al g¨¦nero que Hollywood espera de ¨¦l. Pero le ha salido bastante m¨¢s endeble que los Ocean's. Siguiendo la estela de Tarantino en Kill Bill, se inventa a una asesina de ¨¦lite que trabaja para una empresa privada y que es traicionada por un jefe que tambi¨¦n era su amante. No dispone de la impresionante Uma Thurman, pero le ofrece el protagonismo a la para m¨ª desconocida Gina Carano (se?ora que en algunos momentos parece estilizada y sexy y en otros una copia achaparrada de Jet Li) y la arropa con una lujosa corte de machos como Michael Douglas, Ewan McGregor, Michael Fassbender y Antonio Banderas.
El guion revela que nadie se ha machacado el cerebro para hacer algo original y sustancioso. Eso s¨ª, las infinitas exhibiciones de kung fu y otras artes marciales est¨¢n muy bien rodadas. Faltar¨ªa m¨¢s. No te ocurre nada malo por pasar un par de horas desengras¨¢ndote de la pretendida trascendencia y espesura dram¨¢tica que ofrecen las pel¨ªculas de la secci¨®n oficial, pero ya te has olvidado de lo que has visto cuando aparecen los t¨ªtulos de cr¨¦dito finales. Indomable es un juguete rutinario y prescindible.
Indomable es un juguete tan rutinario como prescindible
Pero s¨ª puedes flipar intentando comprender qu¨¦ ha pretendido contarte la pel¨ªcula indonesia Postales desde el zoo, aunque es muy probable que su director, que solo firma con un ex¨®tico Edwin, tampoco tenga ni idea. Amenizada con diversos, explicativos y reiterativos cartelitos sobre las costumbres de los animales, durante una hora te muestra con tono entre l¨ªrico y documental el mimo de la cuidadora de un zoo hacia sus queridas fieras. A partir de la aparici¨®n de un tipo vestido de cowboy que hace trucos de magia, la zo¨®loga decide hacerse puta en un burdel que tambi¨¦n exige a las currantas que conozcan las t¨¦cnicas m¨¢s avanzadas del masaje corporal. Llevo siete d¨ªas intentando familiarizarme y convivir con los m¨²ltiples disparates adornados de simbolog¨ªas y met¨¢foras que muestra gran parte de la secci¨®n oficial, pero con los que acumula esta pel¨ªcula indonesia superan mi capacidad de estupor.
La china White deer plain, dirigida por Wang Quan'an, desarrolla una tesis tan incontestable como que los pobres siempre tendr¨¢n un poder que les tiranice, ya sea el r¨¦gimen feudal de los mandarines o la salvaje Revoluci¨®n Cultural de Mao que les promet¨ªa igualdad y fraternidad. La tragedia comienza cuando los siervos j¨®venes se plantean algo tan humano y razonable como que el impotente patrono disponga de un mont¨®n de esposas guapas, y ellos, que podr¨ªan recibir y otorgarle a las damas el placer que necesitan, tengan que permanecer v¨ªrgenes y excitados como orangutanes. El osado que se atreve a enfrentarse a esa injusticia recibir¨¢ un castigo brutal. Y seguir¨¢ sufriendo todo tipo de abusos, explotaciones y ofensas con aquellos que aseguraban que iban a cambiar el estado de las cosas.
Las im¨¢genes est¨¢n cuidadas, pero White deer plain tiene un problema insalvable y es que necesita 190 minutos para retratar el puteo ancestral que sufren los humildes. Y mi agotada paciencia no para de repetirme: estoy de acuerdo con las conclusiones, pero, por favor, que se acabe cuantos antes, que el bostezo es inacabable, que ya no s¨¦ que posici¨®n adoptar en la sufrida butaca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.