Anonymous perturba los Goya y difunde 'online' m¨¢s datos privados

Los ciberactivistas de Anonymous han conseguido hacerse notar en la 26? Gala de los Premios Goya, tal y como ven¨ªan anunciando desde hace semanas. Este colectivo de internautas contrarios a la ley Sinde (la norma que busca frenar la llamada pirater¨ªa y que entra en vigor el pr¨®ximo mes de marzo) han vuelto a publicar datos personales (correos electr¨®nicos, tel¨¦fonos m¨®viles y fijos) de supuestos partidarios de dicha norma. El 28 de enero ya difundieron datos, entre otros del actual ministro de Cultura, Jos¨¦ Ignacio Wert y de su predecesora, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde. Los ciberactivistas adem¨¢s han tumbado la web de la gala (que se ha mantenido fuera de servicio hasta media ma?ana) y un espont¨¢neo enmascarado ha conseguido llegar al pie del escenario.

No ha sido el ¨²nico espont¨¢neo en una gala con sonados fallos de seguridad (algo que tambi¨¦n ocurri¨® el a?o pasado, con la irrupci¨®n de Jimmy Jump). En esta ocasi¨®n se trat¨® de un individuo que se autodenomin¨® como El Muletilla y que tom¨® la palabra desde el estrado antes de que lo hiciera Isabel Coixet, premiada por su documental sobre el juez Garz¨®n.

El a?o pasado los Anonymous acudieron masivamente a las puertas del Teatro Real, donde se celebraba la 25 edici¨®n de los Goya, para abuchear a cualquiera que transitara por la alfombra roja y protestar contra la ley Sinde. As¨ª que este a?o la polic¨ªa se les adelant¨® y una hora antes del comienzo de la alfombra roja ya hab¨ªa empezado a revisar mochilas y bolsos de la gente que aguardaba ante el Palacio Municipal de los Congresos a la espera de la llegada de los famosos. Buscaban ¡°todo lo que pueda representar una amenaza para la seguridad del evento o que pueda perturbarlo¡±, explicaba el jefe de la operaci¨®n policial.

Para entrar en la definici¨®n, y por tanto ser alejado a varios metros del recinto, bastaba con una m¨¢scara. O, m¨¢s bien, con la m¨¢scara. En concreto, la de Guy Fawkes, que lleva el personaje de la novela gr¨¢fica V de Vendetta y que es el s¨ªmbolo reconocible de Anonymous, un colectivo ac¨¦falo.

Un amigo de ?ngel Frade por ejemplo la llevaba escondida en una bolsa naranja. Una raz¨®n suficiente como para que este joven trajeado de 16 a?os y sus dos compa?eros, que aguardaban junto con el resto de aficionados ante el Palacio de Congresos tras unas vallas de seguridad, fueran llevados por la polic¨ªa a una furgoneta cercana por un control. ¡°Nos dijeron: ¡®T¨², t¨² y t¨², venid con nosotros¡±, contaba por tel¨¦fono Frade media hora despu¨¦s de que el control se convirtiera en su expulsi¨®n del recinto. ¡°Nos han dicho que la m¨¢scara era ilegal y que dej¨¢ramos de hacer preguntas sobre nuestras culpas¡±, a?ad¨ªa el joven.

Seg¨²n contaba, su decisi¨®n de quedarse en las inmediateces del Palacio de Congresos le acababa costando otras dos retenciones. Intentar trasladarles sus preguntas a los agentes significaba llevarse esta respuesta: ¡°Deje de molestar o le vamos a echar a usted tambi¨¦n. Estamos haciendo nuestro trabajo¡±.

Tan preocupada deb¨ªa de estar la organizaci¨®n de los Goya por la repetici¨®n de la protesta de Anonymous que hab¨ªa contratado a decenas de extras que esperaban en una posici¨®n privilegiada al lado de la entrada y no paraban de gritar ¡°guapo ¡°y ¡°guapa¡± a todo actor o actriz que saliera de los coches que iban llegando al Palacio de los Congresos. Una fuente de la polic¨ªa contaba: ¡°Supongo que ser¨¢ para que a toda la gente que est¨¦ en las primeras l¨ªneas la tengan controlada¡±. As¨ª las cosas, el p¨²blico de primera aplaud¨ªa extasiado a un metro de la entrada mientras que los dem¨¢s hac¨ªan otro tanto con algo menos de entusiasmo y varios metros de distancia. "Llevo aqu¨ª m¨¢s de dos horas. Me parece fatal¡±, contaba Eva Cano, de 29 a?os, mientras una amiga, a su lado, asent¨ªa con la cabeza.