?La lengua tiene g¨¦nero? ?Y sexo?
Una decena de personalidades de la cultura, la pol¨ªtica y la educaci¨®n entra en el debate sobre el sexismo del idioma espa?ol planteado por Ignacio Bosque
?Ya era hora! ?Bienvenido el debate! Esta es la sensaci¨®n general al informe Sexismo ling¨¹¨ªstico y visibilidad de la mujer, presentado ayer por el acad¨¦mico Ignacio Bosque y respaldado por un pleno de la Real Academia de la Lengua. Y tras el aplauso, casi todos hacen observaciones al an¨¢lisis que estudia nueve gu¨ªas de lenguaje no sexista editadas por universidades, comunidades aut¨®nomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones. Si bien es cierto que Bosque deja claro que no hay discusi¨®n alguna sobre la necesidad e importancia de reconocer a la mujer su lugar en igualdad de condiciones que el hombre, explica, desde su especialidad de la gram¨¢tica, los desencuentros y desaciertos entre esa intenci¨®n y el resultado ling¨¹¨ªstico, que en ocasiones caen en lo absurdo o rid¨ªculo. Recuerda que parte de ello se puede deber a la confusi¨®n entre g¨¦nero y sexo y reclama una mayor atenci¨®n en la ense?anza de escuelas y colegios, a la vez que aboga por soluciones dentro de la sensatez del uso de la lengua.
Una situaci¨®n debida, en parte, a dos ondas expansivas claves de los ¨²ltimos a?os: la imperiosa necesidad de reconocer los derechos e igualdades a las minor¨ªas o grupos marginados y la imposici¨®n del llamado lenguaje pol¨ªticamente correcto, trenzados en el caso de combatir contra la discriminaci¨®n de la mujer. Sobre este punto, Bosque dice: ¡°Puede existir, en efecto, alguna relaci¨®n entre el lenguaje que se propugna en estas gu¨ªas y la tendencia general a usar t¨¦rminos pol¨ªticamente correctos. Aun as¨ª, creo que la relaci¨®n es solo indirecta, ya que el conjunto de medidas que propugnan las gu¨ªas de lenguaje no sexista no afecta solo al l¨¦xico, sino tambi¨¦n a la sintaxis y a la morfolog¨ªa. Tienen, pues, mayor incidencia sobre la estructura del idioma¡±.
Ante la pregunta sobre qu¨¦ mensaje podr¨ªa dar a los profesores, sobre todo de primaria y secundaria, y la poblaci¨®n en general, el acad¨¦mico empieza con un ejemplo: ¡°No estoy seguro de en qu¨¦ medida han calado las propuestas de estas gu¨ªas entre los profesores de Ense?anza Media, pero algunos amigos me dec¨ªan hace poco que sus hijas no sab¨ªan si deb¨ªan considerarse excluidas o no cuando en la escuela se hablaba de ni?os o de alumnos¡±. Bosque insiste en que el art¨ªculo no es m¨¢s que una llamada a la sensatez. Asegura que en el texto se critica la suposici¨®n gratuita de que una serie de pautas del lenguaje com¨²n, usadas por todos los hispanohablantes, son sexistas. Pero a?ade: ¡°No hay ninguna raz¨®n para suponer que lo sean, ni para tachar de sexista a la mayor parte de la poblaci¨®n hispanohablante por el simple hecho de usarlas¡±.
Son varias las personas que han dado su opini¨®n sobre el an¨¢lisis y el tema en general.
ADELAIDA DE LA CALLE
Rectora de la Universidad de M¨¢laga y presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Espa?olas
¡°Es un aut¨¦ntico trabajo de investigaci¨®n con todo el sentido. La sociedad espa?ola ha funcionado normalmente con un lenguaje muy sexista y hay que cambiarlo, igual que hemos cambiado montones de actuaciones. La mujer debe contar en todo, y eso incluye el lenguaje. Es cierto que la lengua es algo vivo y se va adaptando a las circunstancias en cada momento y caracter¨ªsticas, y que, hasta hace relativamente poco, la mujer no formaba parte de muchos aspectos y era dif¨ªcil que contase en una estructura ling¨¹¨ªstica diferente a la que se hab¨ªa ido generando a lo largo del tiempo. Ahora somos conscientes y lo estamos intentando. Hay que poner a la mujer en valor y hacer el esfuerzo de cambiar el lenguaje, aunque no se puede lograr de la noche a la ma?ana. Debemos trabajar desde los primeros niveles de la ense?anza. Tambi¨¦n tengo claro que el gen¨¦rico se debe seguir utilizando porque no se hace con tono discriminatorio¡±.
AMELIA VALC?RCEL
Catedr¨¢tica de Filosof¨ªa Moral y Pol¨ªtica (UNED)
¡°La gram¨¢tica no es la vida¡±.
CARMEN BRAVO
Secretaria Confederal de la Mujer de CC OO
¡°Al acad¨¦mico, catedr¨¢tico y ponente de la Nueva gram¨¢tica, ante el conocimiento de las numerosas publicaciones para la utilizaci¨®n de un lenguaje no sexista, debiera inquietarle esta realidad e instar a la Academia a promover la utilizaci¨®n de un lenguaje no sexista; no para dar mayor visibilidad a la mujer a trav¨¦s del lenguaje, sino para no ocultar el g¨¦nero social: mujeres y hombres.
Si el uso gen¨¦rico del masculino para designar a los dos sexos est¨¢ muy asentado como ¨¦l dice, lo est¨¢, entre otras razones, por el sesgo androc¨¦ntrico de las instituciones y de quienes son responsables de la vigilancia del buen uso de la lengua. Por eso, desde Comisiones Obreras promovemos un uso de la lengua m¨¢s inclusivo desde el punto de vista del g¨¦nero y m¨¢s igualitario desde la pr¨¢ctica democr¨¢tica del lenguaje y demandamos que la RAE tambi¨¦n lo haga.
En CC OO las gu¨ªas sobre la utilizaci¨®n de un lenguaje no sexista son elaboradas por personas expertas y formadas acad¨¦micamente (no precisamente por este autor), con excelentes curr¨ªculos en lengua espa?ola, por lo que nuestra apuesta por un lenguaje inclusivo de g¨¦nero no carece de fundamentos ling¨¹¨ªsticos, ni de objetivos sociales como son: democratizar el lenguaje y dar visibilidad social a los g¨¦neros femenino y masculino y lograr una sociedad m¨¢s igualitaria y transparente desde el punto de vista del g¨¦nero ling¨¹¨ªstico¡±.
INMACULADA MONTALB?N
Presidenta de la Comision de Igualdad del CGPJ
¡°La profesora sustituta lleg¨® a la clase de m¨²sica de primaria y animosa exclam¨®: ¡®Ahora vamos a cantar todos los ni?os¡¯. La hija de mi amiga qued¨® callada como el resto de sus compa?eras. No se dieron por aludidas. Su maestra de todos los d¨ªas hablaba de ni?os y ni?as.
Es un ejemplo de la importancia del lenguaje en la formaci¨®n de las personas y en sus actitudes. La utilizaci¨®n de un lenguaje no sexista es algo m¨¢s que un asunto de correcci¨®n pol¨ªtica, porque influye poderosamente en el comportamiento y en las percepciones.
Nombrar algo o a alguien es darle presencia, visualizarlo. Mediante el lenguaje se nos llama y se nos ignora y todo ello condicionar¨¢ la imagen de la realidad que nos construyamos y c¨®mo la transmitiremos. Para existir todo debe tener un nombre. La utilizaci¨®n sexista del lenguaje implica la invisibilidad de las mujeres, tanto de su presencia como de sus logros. As¨ª lo entiende la Ley de Igualdad, cuando fija como criterio general de actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos la implantaci¨®n de un lenguaje no sexista en el ¨¢mbito administrativo. Una prescripci¨®n respetada por el Consejo General del Poder Judicial que, a propuesta de su Comisi¨®n de Igualdad, aprob¨® unas Normas m¨ªnimas para evitar la discriminaci¨®n de la mujer en su lenguaje administrativo¡±.
LAURA FREIXAS
Autora de Literatura y mujeres
¡°1) Me parece excelente que haya debate ¡ªnada menos que en la portada de EL PA?S¡ª porque para solucionar un problema cualquiera (en este caso la invisibilidad ling¨¹¨ªstica de las mujeres) el primer paso imprescindible es reconocerlo como problema. Es una buena noticia que el debate sobre el sexismo de la lengua se haya colocado en la agenda, como pas¨® hace unos a?os con la violencia de g¨¦nero, y, hace un siglo largo, con el sufragio femenino. Vamos bien. Adem¨¢s, me alegro de que por fin se plantee un debate, con argumentos, en lugar de las caricaturas, exabruptos y ocurrencias a los que algunos articulistas (lo pongo en masculino porque son todos varones) nos tienen acostumbrados/as. ?Ya era hora!
2) Desde sus or¨ªgenes en el siglo XVIII, el feminismo crey¨® que la igualdad entre los sexos se conseguir¨ªa mediante la igualdad pol¨ªtica, jur¨ªdica y educativa. Cuando por fin las hemos conseguido, resulta que a¨²n estamos muy lejos de la igualdad real. ?Por qu¨¦? ?Qu¨¦ ha fallado, qu¨¦ falta? Yo creo que la respuesta est¨¢ en la cultura. Y la cultura es la ilustraci¨®n figurativa de lo que el lenguaje expresa a un nivel m¨¢s abstracto: la jerarqu¨ªa entre los sexos y el monopolio de la condici¨®n humana por parte del var¨®n. El lenguaje tiene parte de culpa de que todo lo femenino sea visto como parcial, marginal, particular... mientras que lo humano se confunde con lo masculino. Para decirlo gr¨¢ficamente: prefiero decir ser humano en vez de hombre porque puedo decir: ¡®Como ser humano moderno, yo...¡¯ y no: ¡®Yo, Laura Freixas, en tanto que hombre moderno...¡¯. O porque si digo ¡®El hombre medieval mor¨ªa con frecuencia en el campo de batalla¡¯, nadie se pregunta de qu¨¦ mor¨ªan las mujeres. Se supone que hombre abarca a ambos sexos pero, ?acaso podemos decir: ¡®El hombre medieval a menudo mor¨ªa de parto¡¯?¡±.
JAVIER GOMA
Fil¨®sofo y director de la Fundaci¨®n Juan March
¡°Las reglas que regulan el lenguaje son una creaci¨®n popular, emanaciones del pueblo y de su esp¨ªritu como dir¨ªa Montesquieu, y, por tanto, no hay nada m¨¢s soberano y democr¨¢tico que lo que emana del pueblo, y el lenguaje es soberano. Por otra parte, no es nunca neutro en el sentido de que cuando uno utiliza una palabra no solo se refiere a lo que ese t¨¦rmino designa, sino a un universo de connotaciones, de tal manera que cuando sea correcto gramatical o sint¨¢cticamente tambi¨¦n ellas est¨¢n cargadas de ideolog¨ªa. Son dos observaciones paralelas y no debemos admitirlas por ser solo una cuesti¨®n filol¨®gica porque lo ideol¨®gico le subyace con una visi¨®n del mundo. Y si la sociedad entiende que esa visi¨®n del mundo que subyace a la filolog¨ªa es incorrecta o degradante o injusta creo que se pueden adoptar algunas medidas para corregirlas. El lenguaje es en s¨ª mismo una costumbre y las correcciones deber¨ªan convertirse en costumbre y no en una imposici¨®n de nadie¡±.
PURIFICACI?N CAUSAPI?
Secretar¨ªa de Igualdad del PSOE
¡°Valoramos positivamente que el informe reconozca la desigualdad y la discriminaci¨®n de la mujer existente en nuestra sociedad; si bien considera que el lenguaje debe hacer visibles a las mujeres, contribuyendo de esta forma a erradicar esa desigualdad. El idioma es algo vivo y cambia para adaptarse a la sociedad y en este sentido el lenguaje debe servir para expresar tambi¨¦n la igualdad entre hombres y mujeres. Debemos encontrar un consenso, por supuesto tambi¨¦n con los ling¨¹istas y con la Real Academia, para alcanzar este objetivo¡±.
ENRIQUE VILA-MATAS
Escritor
¡°Me es imposible verlo de un lado distinto al de la Real Academia. El lenguaje est¨¢ hecho esencialmente para entenderse. Por tanto, todo lo que se aparte de esto es un desprop¨®sito. Y desprop¨®sito es creer que siempre hay discriminaci¨®n en las expresiones nominales construidas en masculino con la intenci¨®n de abarcar los dos sexos. Y a¨²n mayor desprop¨®sito es que, siguiendo las recomendaciones de una gu¨ªa no sexista, creamos que hay que decir ¡®personas sin trabajo¡¯ en lugar de algo que todos comprendemos muy bien: ¡®Parados¡¯. A este paso, acabaremos ¡ªpara variar¡ª no entendi¨¦ndonos nada entre nosotros, hablando de Espa?adan¨ªa para no tener que decir Espa?o o Espa?a (demasiado masculino o femenino respectivamente)¡±.
FRANCISCO FERN?NDEZ BELTR?N
Presidente de la Uni¨®n de Editoriales Universitarias Espa?olas
¡°El informe de la Academia es un estudio equilibrado y una advertencia necesaria sobre ciertos abusos. Resulta evidente que todos los ejemplos expuestos merecen una reflexi¨®n desde el punto de vista ling¨¹¨ªstico. No hay que olvidar que determinadas pr¨¢cticas y recomendaciones de las citadas gu¨ªas se plantean para hacer una llamada de atenci¨®n sobre una situaci¨®n de infravaloraci¨®n de las mujeres, que en determinados ¨¢mbitos no han alcanzado la plena igualdad, pero ello no debe poner en riesgo la utilidad del idioma como herramienta de comunicaci¨®n y relaci¨®n¡±.
OUKA LEELE
Fot¨®grafa y artista
"Creo firmemente en el poder de la palabra. La influencia de la estructura del lenguaje en la cultura es enorme. El uso de las palabras ha de ser consciente y si en cuanto a la visibilidad de la mujer ha de hacerse una revisi¨®n del lenguaje, estoy completamente de acuerdo con ello. Es importante que nos demos cuenta de lo que decimos y de lo que nuestras palabras pueden influir sobre todo cuando se trata de la formaci¨®n de las ni?as y los ni?os que ya en el aprendizaje de su lengua materna reciben todo el peso de su cultura casi sin darse cuenta. E interiorizan una supremac¨ªa o minusval¨ªa de su g¨¦nero en el simple hecho de aprender a hablar.
Por otro lado hay palabras como poeta que son muy bonitas y que no necesitan de la palabra poetisa o poeto para definir su g¨¦nero cuando se puede entender por el art¨ªculo: la poeta o el poeta. Como no me gustar¨ªa periodistisa para el femenino de periodista o periodisto para el masculino. Hay tambi¨¦n que cuidar la belleza de una lengua cuando se plantean cambios para la mejor¨ªa, la igualdad y la dignidad de todas las personas que practican esa lengua".
Babelia
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