Par¨ªs se debate entre la ruptura o la continuidad
Chanel desaf¨ªa las convenciones y Paco Rabanne recupera su herencia
¡°No hay ni un solo traje convencional. Todo son conjuntos de tres piezas: chaqueta, vestido corto y pantalones realizados en el mismo tejido. Es m¨¢s moderno¡±, explicaba Karl Lagerfeld rodeado de gigantescas reproducciones de minerales. El desaf¨ªo a las convenciones que exhibe al redibujar una de las piezas m¨¢s caracter¨ªsticas de la historia de Chanel, sobrevuela toda su colecci¨®n de oto?o/invierno 2012 para la casa. En algunos momentos, la propuesta es de una rareza tal que solo puede interpretarse como un acto de rebeld¨ªa. Un desaf¨ªo a las normas del buen gusto y la elegancia. Pero, ?qu¨¦ es la creaci¨®n sino una bofetada a lo establecido?
Esta temporada los vestidos met¨¢licos o metalizados est¨¢n por todas partes
Cristales y rocas recorren la superficie de las prendas y se incrustan en las cejas de las modelos y en los tacones de pl¨¢stico de sus zapatos asim¨¦tricos. Convertidas en seres extraterrestres con aquellos poderes que la imaginaci¨®n les otorgue, las modelos circulan entre un bosque de cristales. La decoraci¨®n del Grand Palais hizo que todo el mundo pensara de inmediato en la criptonita. Y si aquel mineral consegu¨ªa desarmar a Superm¨¢n, la nueva especie del planeta Lagerfeld podr¨ªa estar llamada a subyugar la voluntad de los clientes de la industria del lujo. Desde luego, la forma en la que estos llenan las tiendas Chanel ¨Chasta tres posee ahora en una misma manzana de Avenue Montaigne- ya tiene algo de fen¨®meno hipn¨®tico o paranormal.
Dado que la amatista es la piedra favorita del dise?ador, son sus tonos los que pintan una colecci¨®n que lleva la suave paleta de sus ¨²ltimas temporadas a un terreno mucho m¨¢s dram¨¢tico. El propio Lagerfeld ti?¨® de malva sus mitones y su traje, de pana azul marino. Plumas, efectos metalizados, intrincados materiales y apliques cubistas completan el extra?o mensaje. ¡°Adem¨¢s de la pintura, me interesan otras expresiones del cubismo, por ejemplo, la arquitectura¡±, admit¨ªa el septuagenario dise?ador alem¨¢n. ¡°Del principio del siglo XX, me quedo con el esp¨ªritu rupturista¡±.
En la moda, como en casi todo, se trata de elegir constantemente entre correr riesgos o jugar sobre seguro. Entre romper o continuar. Lagerfeld apost¨® por lo primero en una semana de la moda que, claramente, aboga por lo segundo. Algo que, a veces, tambi¨¦n es de agradecer. El teatral camino que apuntaba el debut de Manish Arora en Paco Rabanne se ha reconducido hacia un lugar m¨¢s comedido, comercial y l¨®gico. Recuperando la imagen de Fran?ois Hardy en los primeros a?os setenta, Arora entreg¨® una segunda colecci¨®n s¨®lida que recupera las t¨¦cnicas de ensamblaje del metal del dise?ador espa?ol en los sesenta y las lleva a un registro mucho menos experimental.
La vuelta al origen es literal cuando aparece un vestido de 1969 que llev¨® Brigitte Bardot en una fotograf¨ªa de David Bailey o un mono dise?ado para Hardy. La presencia en el desfile de Daphne Guiness o Eugenie Niarchos demuestra c¨®mo la firma, propiedad de Puig, ha recuperado notoriedad tras ser pertinentemente exhibida ¨Cen hasta cinco modelos diferentes- por Lagy Gaga en una entrega de premios MTV.
Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli culminaron en Par¨ªs su ascensi¨®n
La mera recuperaci¨®n de algo que funcion¨® en el pasado no garantiza ¨¦xito en el presente si la herencia no se acompasa al nuevo signo de los tiempos. La colecci¨®n de Rabanne funciona porque encaja en el esp¨ªritu del momento -esta temporada los vestidos met¨¢licos o metalizados est¨¢n por todas partes, de Yves Saint Laurent a Hakaan-, pero tambi¨¦n por qu¨¦ no se limita a devolverle la vida a piezas del archivo sino que les insufla un nuevo aliento. Es una lecci¨®n que han aprendido Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli que ayer culminaron su ascensi¨®n con una impecable colecci¨®n de Valentino. Equilibrada y exquisita, confirma la seguridad que el d¨²o ha adquirido en la firma italiana desde 2008. Su calculada volumetr¨ªa y el contraste entre texturas artesanales y siluetas esquem¨¢ticas est¨¢n a a?os luz de aquella inerte recuperaci¨®n del legado que fue su primera colecci¨®n en Valentino.
En negro, blanco, rojo y tonos tostados, los italianos se atrevieron incluso con algunos temas que, en principio, no encajan del todo en el vocabulario de la firma como el cuero o las referencias marciales. Porque por mucho que la moda apueste por los valores seguros siempre necesita una m¨ªnima cuota de sorpresa.
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