La estrella discreta
De camarera a artista internacional.Diez a?os despu¨¦s de 'Come away with me', el disco m¨¢s vendido de la d¨¦cada, Norah Jones se desv¨ªa ligeramente de su seguro camino con 'Little broken hearts', un ¨¢lbum marcado por una ruptura amorosa
A trav¨¦s de los ventanales de la habitaci¨®n del hotel de Par¨ªs en el que Norah Jones recibe a los medios se puede ver la verja del jard¨ªn de las Tuller¨ªas. A unos doscientos metros se encuentra la estatua dorada de Juana de Arco, que desafi¨® a los invasores ingleses en el siglo XV. Y, como la doncella de Orleans, la joven estadounidense est¨¢ dispuesta a enfrentarse al mundo, en su caso a la prensa europea, sin bajar la guardia. ¡°Est¨¢ de muy buen humor¡±, asegura la responsable de su discogr¨¢fica justo antes de subir a la habitaci¨®n del cuarto piso para los veinticinco minutos de entrevista concedidos a Babelia. La propia Norah Jones, que viste discretamente de oscuro, abre la puerta con una gran sonrisa. Se muestra tan amable como recelosa. Espera de pie a que su interlocutor del momento tome asiento y le ofrece algo de beber que ella misma le acerca en un vaso. Y se sienta, expectante.
Con poco m¨¢s de veinte a?os, Norah Jones (Nueva York, 1979) grab¨® un primer disco del que se han vendido m¨¢s de veinte millones de ejemplares. Y que le vali¨® llevarse ocho grammys en 2003. Aquel Come away with me, con la canci¨®n de Jesse Harris Don¡¯t know why, convirti¨® de un d¨ªa para otro a una chica que hab¨ªa crecido en Tejas y se estaba ganando la vida en Nueva York como camarera en una estrella internacional. Con una cuenta corriente para no tener que preocuparse por el futuro. Hace ya diez a?os de aquello. Pero, en la selecci¨®n musical del avi¨®n que lleva al periodista de Madrid a Par¨ªs, est¨¢¡ Come away with me. ¡°Lo recuerdo como si fuese ayer. Era abrumador, una locura, y no creo que fuese lo mejor para m¨ª, pero bueno¡±, dice. Probablemente haya un punto de timidez en ella, mucho pudor a exponerse ante extra?os. Y desconfianza ante lo que vaya a salir luego en diarios, revistas o blogs de medio mundo. ¡°Traducen tan mal lo que he dicho¡±, cuenta con cara de resignaci¨®n, ¡°incluso en ingl¨¦s a veces se malinterpretan mis palabras¡±.
Su nuevo disco, Little broken hearts (peque?os corazones rotos), est¨¢ marcado por una ruptura amorosa. Las canciones son contadas desde el punto de vista de una persona herida. Incluso la juguetona Happy pills habla de poder quitarse a un hombre de encima. A la pregunta de qui¨¦n demonios es el malvado que rompe esos pobres corazones a los que se refiere el t¨ªtulo del disco, dice con una sonrisa: ¡°Ya estoy bien, son cosas de la vida¡±. Y frena en seco. Silencio. Uno de los periodistas abord¨® el asunto de su separaci¨®n a las bravas para saber si ten¨ªa una nueva relaci¨®n sentimental y la respuesta de la cantante fue r¨¢pida: ¡°No es asunto tuyo¡±.
Little broken hearts es el quinto disco de Norah Jones ¡ªsin contar los dos publicados con Little Willies ni el recopilatorio de sus colaboraciones¡ª tras Feels like home (2004), Not too late (2007) y The fall (2009). Varias de las 12 canciones in¨¦ditas exploran texturas y ritmos que no son los habituales de la cantante y pianista. ¡°Siempre intento cosas distintas. Lo que no me apetece para nada es hacer siempre el mismo disco. Y fue divertido trabajar con alguien como ¨¦l, escribir canciones con ¨¦l¡±, asegura. ?l es Brian Burton, tambi¨¦n conocido como Danger Mouse, con trabajos anteriores para Gorillaz o Beck. ¡°Tiene un sonido muy distinto. La forma en que graba los instrumentos es diferente de lo que yo estoy acostumbrada. No tengo paciencia para encontrar sonidos extra?os en los teclados, ¨¦l s¨ª, y eso me encanta. Amo la m¨²sica, pero no soy buena buscando sonidos, yo soy buena tocando¡±, dice riendo.
Por primera vez Jones lleg¨® a un estudio de grabaci¨®n con las manos vac¨ªas. Apenas unas cuantas ideas en un cuaderno de notas cuando entr¨® en el peque?o estudio de Burton en Los ?ngeles: ¡°Pese a ser una experiencia nueva para m¨ª no estaba asustada. Confiaba en ¨¦l, en su modo de trabajar y sab¨ªa que nos d¨¢bamos bien. ?Y ahora ya s¨¦ que soy capaz de hacerlo!¡±. No hubo la presi¨®n de una fecha de entrega: seg¨²n ella, ni sus representantes ni la discogr¨¢fica sab¨ªan que estaba grabando.
Se ha escrito que Norah Jones con Danger Mouse es igual que la uni¨®n del chocolate con el helado. No le hace gracia el s¨ªmil. Aunque acaba aceptando el juego de saber cu¨¢l de los dos ser¨ªa ella. ¡°Estoy segura de que soy el helado¡±, dice riendo. ¡°Bueno, pens¨¢ndolo bien es simp¨¢tico, me lo tomo como un cumplido¡±.
En 2008 se hab¨ªan encontrado los dos en Rome, un disco de Burton que se inspira en la m¨²sica del cine italiano. ¡°Brian me llam¨® para preguntarme si quer¨ªa participar en su disco y le dije: ¡®Claro, me parece fant¨¢stico, soy una gran admiradora tuya¡¯. Vino a mi casa y estuvo tocando las canciones. Unos meses m¨¢s tarde nos volvimos a reunir para la grabaci¨®n. Trabajamos muy a gusto y, al terminar, le pregunt¨¦ si estar¨ªa interesado en producir mi siguiente disco. Me dijo que s¨ª, pero que era mejor ver qu¨¦ es lo que iba surgiendo, componer juntos¡ Me pareci¨® bien, as¨ª que me puse a buscar al productor de The fall¡±. De todos modos quedaron durante una semana ¡°para intentar algo, para ver si la cosa pod¨ªa funcionar¡±. ¡°Fue verdaderamente bueno, as¨ª que decidimos hacerlo. Pero nos ha tomado tres a?os programar un calendario que nos conviniera a ambos¡±, explica. Danger Mouse le sugiri¨® grabar un disco sombr¨ªo: ¡°Me pregunt¨® entonces si yo quer¨ªa algo as¨ª y pens¨¦ ¡®hum, no necesariamente¡¯, pero mis circunstancias, cuando por fin estuvimos juntos, s¨ª que le daban sentido a eso. Tuve un mont¨®n de inspiraci¨®n¡±.
¡°Brian y yo nos hicimos grandes amigos. Nos metimos cada uno en la cabeza del otro. Fue interesante poder tener esa perspectiva porque ¨¦l es un hombre. No es que mujeres y hombres seamos tan diferentes, pero lo somos. As¨ª que escrib¨ªamos estas canciones sobre las relaciones desde nuestras distintas perspectivas. Todav¨ªa no comprendo muy bien c¨®mo funcionan las relaciones amorosas, lo intento. Creo que a medida que te vas haciendo mayor lo comprendes mejor¡±.
¡°No s¨¦ por qu¨¦ escrib¨ª Miriam. La canci¨®n sali¨® as¨ª. Me gusta que sea muy dram¨¢tica. Quiz¨¢ resulta algo chocante, pero ?por qu¨¦ no? No creo que sea una letra tan disparatada. No voy a matar a nadie, creo que eso ya se sabe ?no?¡±, dice riendo. Confiesa tener demoitis ¡ªen espa?ol podr¨ªa ser maquetitis¡ª: ¡°Me lo diagnostic¨® Mardin, el productor de mi primer disco. Ten¨ªamos todas aquellas maquetas y yo le dec¨ªa: ¡®S¨ª, est¨¢n bien, pero la primera¡¡¯. Me gusta la primera versi¨®n de las cosas. Y, despu¨¦s, me resulta dif¨ªcil cambiar¡±.
¡°No s¨¦ por qu¨¦ escrib¨ª ¡®Miriam¡¯. Me gusta que sea muy dram¨¢tica. Quiz¨¢ resulta algo chocante, pero ?por qu¨¦ no? No voy a matar a nadie¡±
Si algo sorprende a primera vista del nuevo disco de Norah Jones es su portada. Qui¨¦n iba a imaginar que le diera por inspirarse en el cartel de Mudhoney, una pel¨ªcula de 1965 de Russ Meyer, el famoso y ya fallecido director de serie B, adorador de mujeres con bustos generosos. ¡°Estaba colgado en el estudio de grabaci¨®n. Sus carteles son divertidos, aunque yo no hubiera utilizado el de Faster, Pussycat! kill! kill! Para ser sincera no me atrae el rollo de Meyer, pero este cartel en concreto me resulta fascinante. Me seduce la imagen, el blanco y el negro con el rosa. La chica es misteriosa, sexy¡ La miras y no sabes qu¨¦ va a ocurrir. Eso me gusta¡±.
Norah Jones actu¨® en la pel¨ªcula de Wong Kar-Wai My blueberry nights. Una peque?a provocaci¨®n: ?es verdad que acept¨® el papel por el beso de Jude Law? ¡°?No lo sab¨ªa!¡±, exclama. ¡°?El director no me hab¨ªa dicho nada! Ni siquiera que iba a tener que besar a alguien. No s¨¦ qu¨¦ idea le rondaba por la cabeza cuando me ofreci¨® el papel porque todav¨ªa no hab¨ªa escrito el gui¨®n y no me cont¨® absolutamente nada¡±. Ahora habla casi susurrando: ¡°A¨²n no s¨¦ por qu¨¦ me quiso en su pel¨ªcula. Me lo dijo una vez, pero no le entend¨ª¡±. ?Piensa en el cine? ¡°No, fue estupendo, pero no es lo m¨ªo. Hay que levantarse muy temprano, trabajar 14 horas al d¨ªa¡ No, gracias. Bueno, si hay un actor muy guapo igual me lo pensar¨ªa¡±, bromea. ¡°Yo nunca digo jam¨¢s, pero tendr¨ªa que ser algo que tuviera muchas ganas de hacer¡±.
Avisaban anta?o de que no se le preguntara por su padre [Norah Jones es hija del gran m¨²sico Ravi Shankar, aunque ella creci¨® con su madre]. ¡°Lo que pasa es que hace diez a?os la gente intentaba montar una historia con algo que nada ten¨ªa que ver con la m¨²sica. Y yo no quer¨ªa que lo hicieran porque no era justo para m¨ª ni para quien me educ¨®. Trabaj¨¦ muy duro y no le vi durante a?os, as¨ª que no me parec¨ªa razonable aquel enfoque. Ahora estamos muy unidos, pero no hagas la entrevista sobre eso¡±, dice ri¨¦ndose con ganas.
En cuanto la conversaci¨®n deriva hacia un aspecto m¨¢s personal, aunque sea con la mayor delicadeza, su mirada se vuelve m¨¢s escrutadora. Sus respuestas son breves, una frase o dos, en la mayor¨ªa de los casos, y enseguida calla. Como si temiera que se le escape algo; como si esperara la pregunta trampa, aquella cuya contestaci¨®n va a ofrecer m¨¢s informaci¨®n de la que ella est¨¢ dispuesta a dar. Frunce el ce?o al preguntarle si su tatuaje al final de la espalda es el mismo que lleva su hermana Anoushka [la sitarista Anoushka Shankar]. Pero responde: ¡°Nos hicimos el tatuaje juntas cuando ella ten¨ªa 18 a?os y yo 20. Hubiera preferido que eso quedase entre nosotras, pero puso una fotograf¨ªa en su p¨¢gina web¡ Lo hicimos porque aun siendo hermanas no crecimos juntas. Nos conocimos ya de mayores y ¨¦sa fue nuestra manera de marcar el v¨ªnculo¡±.
Dice que siempre ha querido que su voz sonara mayor. ¡°Tampoco estropeada o demasiado mayor, pero que no suene cristalina. Mis voces preferidas son las de cantantes que han vivido como Billie Holiday o Ray Charles¡±. Norah Jones ha grabado con Willie Nelson, Foo Fighters, Outkast, Q-Tip, Belle and Sebastian, Herbie Hancock o Charlie Haden: ¡°Es muy emocionante estar con h¨¦roes de tu infancia, gente con la que has crecido. Poder cantar con alguien como Ray Charles, que ya se fue. Recuerdo que la primera vez que estuve con ¨¦l me puse a llorar¡±.
A los diez a?os de Come away with me, Norah Jones, que confiesa disfrutar como una ni?a cuando visita una gran tienda de juguetes que hay en Tokio, y a la que le encanta estar en casa, cocinar y nadar, ha grabado el que posiblemente sea su mejor disco desde aquel espectacular debut.
Little broken hearts. Blue Note / EMI. For the good times. The Little Willies. Blue Note / EMI. Here we go again. Celebrating the genius of Ray Charles. Willie Nelson. Wynton Marsalis, Norah Jones. Blue Note / EMI. www.norahjones.com.
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