Un encierro para triunfar
La novillada, noble y entregada, se fue con las orejas puestas
Alberto Dur¨¢n ten¨ªa todo para triunfar. Para empezar la plaza a su favor por su gesto. Mientras que cualquier otro novillero huye de Las Ventas, ¨¦l decidi¨® tomar la sustituci¨®n de Mario Alcalde. Su actuaci¨®n la semana pasada dej¨® al p¨²blico con ganas de m¨¢s, de volver a ver a este aspirante a matador de Zamora que sabe torear.
Tuvo el triunfo en la mano, sobre todo en el segundo novillo del encierro de Monte La Ermita. Vino a Madrid como debe hacerlo un novillero, a por todas pero sin traicionar su forma de interpretar el toreo, dando la cara, planteando las faenas con fundamento, bajando la mano a los novillos, templando. Todo iba encarrillado... hasta que tom¨® el estoque. Lo que podr¨ªa haber sido una oreja en el primero del lote, qued¨® en una cari?osa ovaci¨®n. En el quinto estuvo m¨¢s t¨¦cnico que expresivo, pero tambi¨¦n con dominio y capacidad.
Dur¨¢n no dej¨® pasar la oportunidad ni en el tercio de quites donde demostr¨® que tambi¨¦n ejecuta la ver¨®nica con gusto y sabe dejar que los novillos se luzcan embistiendo de lejos al caballo. Una pena que teniendo tanto ambiente no haya dado el toque de atenci¨®n que su carrera necesita.
Ficha del festejo
Plaza de toros de Las Ventas. Un cuarto de entrada. Novillos de Monte La Ermita, bien presentados y nobles. Bravos tercero y quinto.
Salvador Barber¨¢n: silencio y silencio tras aviso.
Alberto Dur¨¢n, que sustitu¨ªa a Mario Alcalde: ovaci¨®n tras dos avisos y saludos tras aviso.
Rafael Cerro: silencio tras aviso en ambos.
Rafael Cerro, apoderado por Ortega Cano, al que brind¨® el ¨²ltimo novillo de la tarde, dej¨® patente su variedad con el capote y su valor para irse de rodillas por faroles al tercio, o dar una gaoneras ajustad¨ªsimas. Sin embargo, con la muleta se diluy¨®, dio sensaci¨®n de no tener claro c¨®mo construir una faena y no pas¨® de intentarlo una y otra vez por ambos pitones sin sacar nada en claro.
Barber¨¢n pas¨® desapercibido, como si nada, que es todav¨ªa m¨¢s grave si se tiene en cuenta la excelente nobleza de la novillada. La terna tuvo material para el triunfo, para salir los tres en hombros e ir de feria en feria el resto de la temporada. A Dur¨¢n le traicion¨® el estoque, a sus compa?eros la falta de ideas y madurez.
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