Conceptos te?idos de blanco y negro

Para ser la Casa sin fin, tampoco es muy grande. De hecho, tan solo mide unos pocos metros cuadrados. Esta ¨ªntima y min¨²scula galer¨ªa de arte abri¨® sus puertas en noviembre del a?o pasado en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s. Y hasta el 30 de junio acoge la exposici¨®n fotogr¨¢fica El objeto y su lugar, del artista madrile?o ?lvaro Perdices.

Ajustada al tama?o de su interminable hogar, la muestra se compone de ocho grandes fotograf¨ªas en blanco y negro, frutos de reelaboraciones y collages de Perdices a partir de instant¨¢neas sacadas entre Argelia y Espa?a. ¡°Aunque est¨¢n muy alejadas de su contexto de origen. Todas las im¨¢genes est¨¢n muy manipuladas y han pasado por al menos 10 variaciones¡±, asegura el artista.

Otra modificaci¨®n fue la chispa que encendi¨® el proyecto. Perdices fue el intermediario que traduc¨ªa los dibujos de los planes de remodelaci¨®n del museo Ahmed Zabana de Or¨¢n (Argelia) en los movimientos de los operarios encargados de las obras. Pero el madrile?o duplic¨® su trabajo y, adem¨¢s de int¨¦rprete de conceptos, se hizo fot¨®grafo de aquellos cambios.

As¨ª desmantelamiento y piezas arqueol¨®gicas se mezclan en algunas de las im¨¢genes, mientras que otra foto muestra un enorme papel negro en cuya esquina inferior derecha aparece la figura de un hombre. ¡°Revelar lo oculto y ocultar lo que se desvela¡±, es la misi¨®n que Perdices asigna a las fotos de El objeto y su lugar.

La exposici¨®n cuenta tambi¨¦n con un v¨ªdeo en el que el artista ha casado dos opuestos. A las im¨¢genes de un taller de escultura de la Escuela de Bellas Artes anexa al museo de Or¨¢n, donde a¨²n se emplea la arcaica ense?anza t¨ªpica del modelo colonial franc¨¦s, se acompa?a la lectura, en ¨¢rabe, de un pol¨¦mico discurso del pintor Gustave Courbet justo en contra de certezas y tradiciones art¨ªsticas. ¡°El arte no puede ense?arse. No es m¨¢s que el talento surgido de la propia inspiraci¨®n y del estudio de la tradici¨®n¡±, reivindica Courbet, al rechazar la direcci¨®n de un estudio de pintura que se le ofrec¨ªa.

Lo que reivindica Perdices es, sobre todo, la importancia de los conceptos m¨¢s all¨¢ de los objetos, del proceso art¨ªstico m¨¢s all¨¢ del resultado final. Tanto le interesa la idea que es capaz de tirar sus creaciones no solo sin remordimientos, sino casi a gusto. ¡°A veces es un alivio¡±, afirma el artista.

Algo m¨¢s que alivio buscan los clientes de los locales donde Perdices bautiz¨® su inspiraci¨®n. Era 1997 y en The black photos retrataba los cuartos oscuros de clubes de sexo y bares de ambiente de Los ?ngeles. ¡°La ¨²nica luz que sal¨ªa era la de los cigarrillos que fumaban algunos de los sujetos¡±, cuenta el artista. Dicho de otra forma, se ve muy poco: una galer¨ªa de im¨¢genes negras, alg¨²n destello de humo. Y, claro, el concepto.