El lado oscuro de la Uni¨®n

Llega solo, dando un paseo, resguardado del chirimiri bilba¨ªno con una larga gabardina. Hans Magnus Enzensberger participa en las jornadas literarias organizadas por la Alh¨®ndiga. De camino al centro cultural, reflexionando sobre los antecedentes pol¨ªticos del Pa¨ªs Vasco, en medio de ¡°un paisaje y una arquitectura muy interesantes¡±, Hans Magnus Enzensberger concluye que vivimos obsesionados por la pol¨ªtica. ¡°En cierto modo nos comportamos como esas personas que se pasan el d¨ªa lav¨¢ndose las manos. Se trata de un s¨ªntoma muy com¨²n en este caso del lado de la pol¨ªtica. Si repasamos la historia desde los antiguos griegos, encontramos que la pol¨ªtica siempre es id¨¦ntica¡±, asegura en un espa?ol m¨¢s que aceptable. Como recomendaci¨®n, para librarnos de semejante perturbaci¨®n aconseja que nos entreguemos a la literatura, que tambi¨¦n puede considerase una enfermedad, pero ¡°resulta menos ofensiva. Los libros pueden hacer da?o pero no matan, un Kal¨¢shnikov es m¨¢s letal¡±.

A sus 83 a?os, Enzensberger (Kaufburen, 1929) no se anda con contemplaciones. Ya de ni?o, siendo apenas un adolescente lo expulsaron de las juventudes hitlerianas por ser un mal camarada. Poeta, ensayista, novelista, bi¨®grafo, ha ejercido como editor, dirigido revistas culturales y escrito tanto que ya no se acuerda de muchas de las cosas que ha hecho. Personalmente no soporta la rutina, necesita cambiar de registro. ¡°Me gusta la profesi¨®n pero no sufro, hay escritores que lo viven como una carga. A m¨ª el poeta que se lamenta no me convence. Creo que debemos asumir los riesgos elegidos y no quejarnos. Los que optan por este empleo deben saber que la seguridad en el empleo y la pensi¨®n no van con los escritores¡±.

Ahora le divierte trabajar en libros peque?os, esos que no pasan de 150 p¨¢ginas, como El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela, un ensayo muy cr¨ªtico con la Uni¨®n Europea y la falta de democracia de sus instituciones, lo que le ha valido m¨¢s de un dardo disparado por los propios europeos. ¡°Hay muchas indicaciones de que estamos en la posdemocracia y la Uni¨®n se encuentra a la vanguardia en ese proceso. Las sociedades nacionales resultan mucho m¨¢s cercanas; los pol¨ªticos del Pa¨ªs Vasco entienden mejor a sus habitantes, al fin y al cabo se encuentran inmersos en esa comunidad. La gente no sabe qui¨¦n es Barroso o la se?ora Ashton. Son como habitantes de Marte. Que conste que no escribo de cosas que no conozco. Me gusta ver, escuchar y oler antes de hablar. Fui muchas veces a Bruselas y tengo que decir que hasta la arquitectura es monstruosa, parece un ovni. Creo que para sus habitantes, el pralin¨¦ es m¨¢s importante que la Uni¨®n¡±. ?Qu¨¦ es el proyecto europeo? ¡°Es la Comisi¨®n la que decide qu¨¦ es ser europeo y eso es una arrogancia. En Europa viven 500 millones de personas y son 30.000 funcionarios. Me parece una usurpaci¨®n¡±. El mismo t¨ªtulo del ensayo, el gentil monstruo, ya sugiere que no hablamos de un r¨¦gimen de terror sino de algo que se va adentrando poco a poco en la sociedad. ¡°Deciden sobre demasiadas cosas de la vida com¨²n y, en algunas, no hay necesidad de que nadie nos diga lo que debemos cultivar o comer. El error de englobar todo en la misma l¨®gica no funciona. Es obvio. No me gusta que los campesinos cuiden sus vacas seg¨²n las directrices de Bruselas¡±.

Enzensberger arranca su ensayo con un elogio a la Uni¨®n porque en sus or¨ªgenes, en los a?os cuarenta, la cosa no pudo empezar mejor. Todo son halagos para los padres del invento: Robert Schuman o Jean Monnet. ?l mismo se define como un europe¨ªsta pero ¡°ahora todo es pol¨ªtica y en la pol¨ªtica siempre se repiten los mismos elementos¡±. Defiende a Alemania como garante del destino de Europa. ¡°Tambi¨¦n el ¨¦xito tiene sus penas. Al final somos una gran familia con sus celos y sus envidias, est¨¢n los que no tienen trabajo y no pueden pagar el alquiler del piso y las emociones que eso genera no resultan positivas¡±. Como colof¨®n suelta una ¨²ltima boutade: ¡°Bruselas queda en Europa, pero Europa no queda en Bruselas¡±, concluye, tras aclarar que no se siente un experto en nada: ¡°Solo soy un escritor¡±.

Como lector se define ¡°omn¨ªvoro¡±. Acaba de escribir una poes¨ªa sobre las medusas y se ha documentado a tope sobre ellas. ¡°Las cosas deben tener un fondo, tienes que saber cinco o diez veces m¨¢s de lo que utilices, eso vale tambi¨¦n para el periodista¡±. Y riendo pone el ejemplo que define bien al mal corresponsal: ¡°A los dos d¨ªas de estar en Birmania escribe, despu¨¦s de tres meses simplemente se cita¡±.

El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela. Hans Magnus Enzensberger. Traducci¨®n de Richard Gross. Anagrama. Barcelona, 2011. 112 p¨¢ginas. 11,90 euros (electr¨®nico: 9,49).