¡°Siempre he vivido en mi propio mundo de fantas¨ªa¡±

Es la entrega del Premio Cervantes a Nicanor Parra la raz¨®n que trae a Madrid a Patti Smith (Chicago, 1946), la suma sacerdotisa del rock neoyorquino. ¡°He venido por solidaridad con Parra. La ceremonia me gust¨®. Fue agradable e ¨ªntima, nada pomposa. Fue conmovedora¡±, dice al d¨ªa siguiente en el hotel de la capital en el que los periodistas hacen cola para entrevistarla.

?La excusa es que estrena disco, Banga, el primero con composiciones propias desde 2004, y que se publica el 5 de junio. Mezclar trabajo y placer es el modus operandi actual de un icono del punk que a los 65 a?os se comporta m¨¢s bien como una hippy de los sesenta. Una mirada a sus giras permite ver que est¨¢n llenas de destinos fuera del circuito tradicional. ¡°Voy donde me da la gana. Decido lo que quiero visitar y entonces le digo a mi agente que me busque un lugar cerca donde actuar. Si quiero ir a Blanes a ver donde viv¨ªa Bola?o, ella me encuentra donde cantar¡±, explica.

?vida lectora ¡ªy escritora premiada con el National Book Award por ?ramos unos ni?os, la narraci¨®n de su amistad con el fot¨®grafo Robert Mapplethorpe¡ª no oculta su pasi¨®n por la literatura chilena en general y su devoci¨®n por Roberto Bola?o en particular. ¡°En mi opini¨®n 2666 es la primera obra maestra de la literatura del siglo XXI. El mapa para pasar del XX a la oscuridad de esta nueva ¨¦poca. La tragedia es que no est¨¢ para ense?arlo¡±.

Patti Smith siempre ha intentado convertir en sus amigos a aquellos que la inspiran. Es, por ejemplo, de las pocas personas que pueden considerar como tal a Bob Dylan, pero Bola?o, fallecido en 2003, se le escap¨®. ¡°Me hubiera gustado darle las gracias. Pero creo que no le conoc¨ª porque en ese momento yo pasaba por un mont¨®n de tragedias en mi vida que luego su obra me ha ayudado a entender y llevar¡±.

Borges dec¨ªa que la fuerza que mueve el mundo no es la causalidad sino la casualidad. Patti Smith piensa exactamente lo contrario. Todo est¨¢ interconectado. Bola?o empezaba a despuntar como escritor en 1989 cuando Robert Mapplethorpe mor¨ªa a causa de una enfermedad asociada con el sida. Bola?o escrib¨ªa sobre el arte y la muerte cuando en 1994, Fred Sonic Smith, el marido de Patti, con quien se hab¨ªa casado en 1980, y por el que pr¨¢cticamente se hab¨ªa retirado, fallec¨ªa de un ataque al coraz¨®n, dej¨¢ndola viuda y con dos hijos peque?os a los 48 a?os. Un mes despu¨¦s, tambi¨¦n de forma inesperada, mor¨ªa Todd, el hermano mayor de Patti.

Siempre hab¨ªan estado muy unidos. De ni?os eran inseparables. Patti, que siempre fue alta y espigada para su edad, le cuidaba. Cuando ten¨ªan ocho o nueve a?os, en su escuela unos chavales la tomaron con Todd. Un d¨ªa, a la salida de clase Patti oy¨® los ruidos de una pelea. Su hermano estaba en el suelo, defendi¨¦ndose como pod¨ªa del l¨ªder de los matones que le pegaba mientras otros alumnos hac¨ªan un corrillo. Patti cogi¨® un palo que hab¨ªa en el suelo. Corri¨® hac¨ªa ellos y le dio al abus¨®n un golpe en la cabeza. El t¨ªo cay¨® al suelo. Ella cogi¨® a su hermano de la mano y se lo llev¨® a casa. No volvieron a molestarle. Desde entonces Todd se refiri¨® a su hermana como ¡°mi general¡±. Pasaron los a?os y Todd repet¨ªa que escrib¨ªa un libro con sus aventuras. Cada vez que Patti le preguntaba ¨¦l contestaba que s¨ª, que iba bien, pero nunca le dej¨® leer nada.

Ella estaba destrozada cuando le toc¨® ir a empaquetar las pertenencias de Todd. Entre sus papeles encontr¨® una carpeta. En la cubierta, una sola palabra, ¡°libro¡±. La abri¨®. Dentro, un ¨²nico folio, y en ¨¦l una sola frase escrita a maquina. ¡°Era: ¡®Yo fui un d¨ªa un caballero en el ej¨¦rcito de la general Patti¡±, recordaba ella. ¡°He tenido mucha suerte, mi hermano era un ser ¨²nico y hermoso. El motivo por el que soy tan fuerte, y conf¨ªo tanto en m¨ª es porque cuando era ni?a yo no escrib¨ªa bien, ni cantaba bien, ni ten¨ªa un talento concreto. Pero ¨¦l me hizo sentir especial. Yo era el general, me hizo creer en m¨ª. Me segu¨ªa en todas mis fantas¨ªas¡±.

Ella ha transmitido esa confianza. Cuando volvi¨® a la actividad en 1996, Jackson, su hijo, que ahora est¨¢ casado con Meg White, de The White Stripes, ten¨ªa 13 a?os. Lo llev¨® consigo de gira y le dejaba tocar en el escenario mientras le contemplaba embelesada. ¡°Es mi ni?o. Jackson toca en un solo en una canci¨®n de este ¨¢lbum,Mar¨ªa. Cuando lo escucho me parte el coraz¨®n. En el ¨²ltimo tema, una versi¨®n de Neil Young, es mi hija la que toca el piano, y cada vez que lo oigo veo sus manos¡±.

El nombre del disco, Banga, es el del perro de la novela de Bulg¨¢kov, El maestro y Margarita. ¡°Es el can m¨¢s fiel de la literatura. Banga es un canto a la lealtad, a mi gente, a mi p¨²blico, y a los m¨²sicos que llevan conmigo 40 a?os. Nunca he tenido ra¨ªces en la realidad. Siempre he vivido en mi cabeza, en mi propio mundo de fantas¨ªa. Lo que me conecta con la tierra son las relaciones humanas. Es un himno a la felicidad¡±.

¡°Soy feliz¡±, exclama. Asegura que es libre, para tomarse todo el tiempo del mundo. ¡°Pero preferir¨ªa trabajar en una f¨¢brica a entregar un trabajo mediocre. Amo este disco, d¨ªgalo, que se sepa¡±.