Los c¨®dices de Da Vinci, sin secretos

Ser¨¢ una ocasi¨®n ¨²nica para ver los dos c¨®dices de Leonardo da Vinci, bautizados desde finales de los sesenta como Madrid I y II, al desnudo. Tras su proceso de restauraci¨®n, uno de ellos se muestra desencuadernado, un estado transitorio al que casi con seguridad retornar¨¢ dif¨ªcilmente en el futuro, ya que ha sido digitalizado.

Con motivo del tricentenario de la instituci¨®n, la Biblioteca Nacional est¨¢ desempolvando sus mejores joyas en sucesivas exposiciones. No hay duda de que los c¨®dices de Da Vinci son una de ellas, y una de las m¨¢s antiguas, ya que pertenecen a la colecci¨®n original.

Ambas piezas se encontraban en la biblioteca de la Torre Alta del Alc¨¢zar, cuyos fondos pasaron a engrosar el material de la Biblioteca Nacional cuando la fund¨® Felipe V, el primer borb¨®n que rein¨® en Espa?a tras imponerse en una larga guerra al candidato de los Austrias.

Los c¨®dices hab¨ªan sido legados en 1642 a Felipe IV por un extra?o cl¨¦rigo, Juan de Espina, gran coleccionista madrile?o. ?C¨®mo hab¨ªan llegado a Madrid? Seg¨²n Elisa Ruiz, comisaria de la exposici¨®n que se inaugura hoy, hab¨ªan llegado de la mano del escultor Pompeo Leoni, que hab¨ªa adquirido una parte importante de los manuscritos de Da Vinci a su disc¨ªpulo Francesco Melzi, que hered¨® toda esta producci¨®n tras la muerte de su maestro.

La BNE asegura que estos c¨®dices representan el 10% de la producci¨®n escrita de Da Vinci que se conserva en todo el mundo. Uno de los libros es un Tratado de est¨¢tica y mec¨¢nica que aborda diferentes cuestiones; mientras que el segundo son Tratados varios de fortificaci¨®n est¨¢tica y geometr¨ªa, donde se entremezclan las anotaciones cient¨ªficas y las personales.