Trabajador cultural: un puesto cualificado, estable... y en peligro

Trabaja en la gran ciudad, tiene estudios medios o superiores, un puesto cualificado, suele hacerlo por cuenta propia, en r¨¦gimen de aut¨®nomo y a tiempo parcial, aunque trata con un ¨ªndice elevado de compa?eros con contrato fijo. Muchos de ellos son sus mismos jefes con empresa propia¡­

Es el perfil aproximado de un trabajador cultural, un ¨¢mbito que en 2009 proporcionaba en Espa?a 625.000 empleos directos y 183.000 indirectos. ?Contaremos los mismos en el futuro? ?Ser¨¢n m¨¢s o menos tras la crisis global? Un informe de la Fundaci¨®n Ideas, en la ¨®rbita del PSOE, concluye que, de no castigar con pol¨ªticas restrictivas y recortes despiadados al sector, la cultura podr¨ªa generar 42.000 empleos nuevos en los pr¨®ximos cuatro a?os. De lo contrario, podr¨ªan perderse 60.000.

¡°Si las pol¨ªticas tienden a ahogar el sector, el empleo bajar¨¢; si mantienen la l¨ªnea o lo potencian, se puede crear empleo¡±, asegura Javier Bonilla, responsable de la c¨¢tedra de Industrias Culturales de la Fundaci¨®n Ideas, que hoy presenta el informe Radiograf¨ªa y prospectiva del sector de las industrias culturales y creativas, que adelanta EL PA?S. La fibra de las industrias culturales se ha fortalecido en los ¨²ltimos 10 a?os. Lo ha hecho de manera r¨¢pida y contundente. ¡°Ha sido capaz de crear empleos estables que van resistiendo mejor que otros sectores los embates de la crisis¡±, sostiene Bonilla.

El cultural es un puesto de trabajo altamente cualificado: el 55% cuenta con titulaciones superiores. Pero eso tiene sus riesgos en contextos tan duros como el presente. Por ejemplo, en el cine. Enrique Gonz¨¢lez Macho, presidente de la Academia, adem¨¢s de productor y exhibidor, lo reconoce as¨ª y alerta: ¡°En el ¨¢rea audiovisual, los puestos de trabajo est¨¢n altamente cualificados, tienen un fuerte perfil t¨¦cnico y requieren especializaci¨®n¡±. Eso fomenta el movimiento: ¡°Nuestros profesionales son demandados con la misma intensidad fuera y dentro¡±. Con una industria parada, emigran. ¡°Es el caso de los expertos en animaci¨®n. Nuestra producci¨®n en ese sentido es muy poca, pero los profesionales espa?oles trabajan dentro de ese campo en Estados Unidos, Corea y Jap¨®n¡±, asegura Gonz¨¢lez Macho. El problema se presenta para el futuro: ¡°La clave est¨¢ en saber si cuando todo remonte y se d¨¦ una situaci¨®n favorable vamos a poder contar con los mejores o ya estar¨¢n instalados fuera¡±, se pregunta el propietario de Alta Films.

En el ¨¢mbito del libro, el panorama cuenta con otros matices. La industria editorial es la m¨¢s poderosa dentro del sector cultural. El libro espa?ol es el d¨¦cimo producto m¨¢s exportado en general. A la dieta interior le ha salvado la bacanal americana. Las editoriales se han centrado en los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, con econom¨ªas en crecimiento y sobre todo en Estados Unidos y Brasil. El idioma ha sido clave en dicha expansi¨®n pero la potencia de un mercado como el estadounidense, con 50 millones de hispanohablantes, est¨¢ a¨²n por exprimirse a fondo. All¨ª se reparte el gran pastel de la industria cultural en el mundo: EE UU y Canad¨¢ representan el 43,5 % del mercado mundial de productos culturales, seguido de Europa (35,8%), Asia y Pac¨ªfico (18,2%) y Am¨¦rica Latina (2,5%).

La pobre cifra latinoamericana no remontar¨¢ el vuelo con los sustos que dan algunos gobiernos de la zona: ¡°Como el de Argentina con los aranceles que impuso Cristina Fern¨¢ndez de Kichner al libro espa?ol¡±, asegura Antonio Mar¨ªa de ?vila, director de la Federaci¨®n y el Gremio de Editores.

Sin embargo, las 300 filiales editoriales que existen fuera de Espa?a han contribuido para que se pase de 13.000 a 16.000 puestos fijos. El mundo editorial nos convierte en una potencia europea. Pero a¨²n quedamos lejos de pa¨ªses como el Reino Unido, el m¨¢ximo referente cultural europeo, donde el negocio supone el 9,6% del PIB, seguido de Francia (7,5%), Alemania (6,50%) e Italia (5,90%). Espa?a ocupa el quinto lugar en ese entorno.

Pero esos puestos de preeminencia podr¨ªan llegar a perderse si las cosas se tuercen. ¡°El informe pone en valor las industrias culturales, una de las dos ¡ªjunto con las Renovables¡ª que han experimentado un fuerte crecimiento en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada. Y lo que queda claro es que dicha fuerza necesita consolidarse¡±, afirma Carlos Mulas, actual responsable de la Fundaci¨®n Ideas y profesor de Econom¨ªa Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid.

¡°Y esto en un contexto donde fen¨®menos como el de la pirater¨ªa han hecho mucho da?o. A poco que se respete el sector y se haga un esfuerzo, no dejar¨¢ de crecer¡±. ?C¨®mo? ¡°Con una buena ley de Mecenazgo, con ayudas del Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO), con un apoyo a los sectores emergentes y con buenas inversiones en la formaci¨®n¡±, apunta Mulas.

A eso habr¨ªa que a?adir una entente entre nuevas tecnolog¨ªas y reconocimiento de derechos todav¨ªa inexistente, seg¨²n Javier Bonilla: ¡°Las industrias culturales impulsan cerca del 40% de las inversiones en tecnolog¨ªa. Ambas deben encontrar urgentemente la forma de traducir en valor y en empleo lo que hasta ahora ha sido una convergencia traum¨¢tica. Creo que la clave est¨¢ en la generaci¨®n sensata de nuevos derechos, tanto de propiedad industrial como de propiedad intelectual. La ideas tienen valor¡±.