El regreso del viejo cazador de im¨¢genes

Como una l¨ªnea invisible de sue?os ¡ªun filamento emocional que une tres almas comunes¡ª, las pinturas rupestres de la cueva de Chauvet-Pont-d¡¯Arc enlazan un dibujo de hace 32.000 a?os con un retoque posterior 5.000 a?os m¨¢s tarde, para llegar a un plano rodado por Werner Herzog (M¨²nich, 1942) en su documental La cueva de los sue?os olvidados. Tres artistas coinciden a la vez en la pantalla, y solo sabemos algo ¡ªsi es que lo sabemos¡ª de Herzog: ¡°Bueno, yo no tengo buenas respuestas, pero tengo buenas preguntas. S¨¦ que veo cosas, que en mis pel¨ªculas saco a la luz detalles de la vida, del universo, que otros solo intuyen¡±, arguye en su defensa el director alem¨¢n. En persona, Herzog parece un elegante y gigantesco oso plateado. Sonr¨ªe ¡ªlo que no hace en las fotos¡ª constantemente, charla con calma en un ingl¨¦s con fuerte acento alem¨¢n, y tras su lecci¨®n de educaci¨®n, uno tiende a pensar que en sus m¨ªticas peleas con el actor Klaus Kinski, su musa en Cobra verde, Aguirre, la c¨®lera de dios, Nosferatu, Woyzeck o Fitzcarraldo, el m¨¢s loco ¡ªque no el ¨²nico¡ª era Kinski.

Pero hay algo en sus documentales, una mirada Herzog, que hace comprender al p¨²blico que el alem¨¢n no es un tipo vulgar. Grizzly man, Encuentros en el fin del mundo o esta La cueva de los sue?os olvidados, que se estrena el viernes en Espa?a, muestran a un creador que, por ejemplo, no deja que el espectador vea c¨®mo un oso devora al protagonista de su filme... pero s¨ª se graba a s¨ª mismo mirando esas im¨¢genes, o enlaza las pinturas rupestres con unos cocodrilos albinos mutantes por la radioactividad que viven cerca de las cuevas. Y todo fluye, natural, en el mundo Herzog. ¡°Hago cosas inusuales, que se necesita un rato para entenderlas, y siempre detr¨¢s est¨¢ el humor. Soy muy curioso, eso tambi¨¦n ayuda. Pero es que la realidad es siempre mucho m¨¢s salvaje que mis sue?os m¨¢s delirantes¡±. Lo dice porque meses despu¨¦s del rodaje se escaparon seis de los cocodrilos albinos ¡°y no han encontrado un par¡±, tras perseguirlos incluso desde helic¨®pteros. ¡°Reflexiono sobre la realidad y su percepci¨®n desde mis primeros trabajos. Y me pregunto qu¨¦ imagen del mundo dejamos a las nuevas generaciones. En fin, la respuesta no es el cin¨¦ma v¨¦rit¨¦, su apuesta por los hechos,... sino dos cocodrilos albinos radioactivos correteando por Francia \[carcajada\]¡±.

¡°La realidad es mucho m¨¢s salvaje que mis sue?os m¨¢s delirantes¡±

Para La cueva de los sue?os olvidados, Herzog consigui¨®, tras entrevistarse con el entonces ministro franc¨¦s de Cultura, Fr¨¦d¨¦ric Mitterrand, un permiso muy especial: poder rodar durante seis d¨ªas, cuatro horas por jornada y sin salirse de una pasarela met¨¢lica que las atraviesa, en las cuevas de Chauvet, que con sus 32.000 a?os eran hasta la semana pasada ¡ªtras la nueva dataci¨®n de restos en Altamira¡ª la obra art¨ªstica humana m¨¢s antigua. Sus dibujos se encuentran bien conservados porque durante 20.000 a?os nadie entr¨® en su interior ¡ªuna avalancha sell¨® su acceso¡ª, hasta que fueron descubiertas en 1994. Por si pareciera poco, Herzog decidi¨® rodar en 3D con un equipo estereosc¨®pico. ¡°Debes aprender a manejar los l¨ªmites, a superarlos o eludirlos sin quejas. Pero yo no voy busc¨¢ndolos, no me interesa enfocar una pel¨ªcula con el leiv motiv: ¡®A ver hasta d¨®nde puedo llegar¡¯. Soy un profesional y evito los obst¨¢culos y los l¨ªmites. O los aceptas. En este caso, yo conoc¨ªa perfectamente todos los condicionantes, que casi no pod¨ªa mover la c¨¢mara, que no hab¨ªa luz, que solo pod¨ªan bajar tres personas m¨¢s conmigo... Lidias con ello¡±.

?Y el 3D? ¡°Sigo siendo muy exc¨¦ptico, no creo que mis pel¨ªculas fueran mejores transform¨¢ndolas al estereosc¨®pico. El 3D es como unos fuegos artificiales, todo espect¨¢culo y glamur. Pero eso no es importante, lo importante es la experiencia com¨²n con otros espectadores, y tras las tres dimensiones no hay nada... Dicho esto, hay excepciones y esta lo es¡±. ?Como hubiera sido rodar con Kinski en farragoso 3D? ?Un locura? ¡°No locura \[usa la palabra en castellano\], sino estupidez¡±.

Dos leyendas ¡ªque ¨¦l confirma¡ª recorren el pasado de Herzog: no conoci¨® el cine hasta los 11 a?os, cuando un proyeccionista itinerante le mostr¨® dos documentales, uno sobre pigmeos y otro sobre esquimales; y con 13 a?os ahorr¨® durante seis meses para comprarse un libro sobre las pinturas de la cueva de Lascaux. ¡°Por eso era tan importante para m¨ª entrar en Chauvet. Cuando vi los caballos, sent¨ª que me mor¨ªa, y pens¨¦ en hacerlo dentro de la senda met¨¢lica para no estropear el arte \[risas\]. Solo puedes agradecer a la providencia este regalo¡±.

¡°Quiero que el espectador actual se reconozca en ese pintor¡±

Un halo de espiritualidad recorre el filme, que indaga en lo poco que se conoce a s¨ª mismo el ser humano. ¡°Fui dram¨¢ticamente religioso en mi adolescencia. Ahora solo queda algo, un eco. Quiero que el espectador se reconozca a s¨ª mismo en ese pintor rupestre. No es un extra?o, es uno de los nuestros¡±.

La entrevista tiene lugar una semana despu¨¦s de que Herzog reciba una condecoraci¨®n en Alemania. ?Premio a un superviviente? ¡°No soy un superviviente, sino un trabajador¡±. ? A pesar de todas las veces que ha estado a punto de morir, incluso cuando recibi¨® un balazo en la puerta de su casa en Los ?ngeles mientras le entrevistaban para la BBC? ¡°De verdad¡±. ?No ser¨¢ que est¨¢ siempre en sitios incorrectos? ¡°La diferencia entre correcto e incorrecto \[lo dice en espa?ol\] es muy dif¨ªcil de discernir en ocasiones. En la preproducci¨®n de Fitzcarraldo, un temporal arras¨® el campamento con 1.100 personas. ?Era el sitio incorrecto? No s¨¦, aprendes a absorber las dificultades. Es parte de la profesi¨®n¡±.

Villano, documentalista y actor

Werner Herzog ha trabajado mucho desde que acab¨®, hace dos a?os, La cueva de los sue?os olvidados. "Amo todo lo que rodea al cine. Es cierto, he hecho bastantes cosas en los ¨²ltimos tiempos. Soy r¨¢pido rodando y montando". Mucho m¨¢s que en su juventud. "Por las ventajas t¨¦cnicas con la c¨¢maras y los programas inform¨¢ticos de montaje. Entregu¨¦ Teniente corrupto dos semanas despu¨¦s de acabar el rodaje, y Grizzly man la remat¨¦ en nueve d¨ªas". Adem¨¢s, se ha sacado un dinero como actor, encarnando a un villano en la ¨²ltima pel¨ªcula de Tom Cruise, Jack Reacher, que se estrenar¨¢ en Navidades. "Ha sido f¨¢cil ya que es un papel de un vil, terror¨ªfico y perturbado malvado \[risas\]. No porque yo sea as¨ª, ahora en serio, sino porque en los ¨²ltimos tiempos me he especializado en eso. Cuando en Par¨ªs se estren¨® Julien Donkey-Boy, una amiga de mi esposa se asust¨® tanto que le llam¨® y le dijo que le pagaba en ese momento el vuelo Los ?ngeles-Par¨ªs por si necesitaba refugio. Me pareci¨® un bonito cumplido. Volviendo a Cruise, en Paramount me contaron que me hab¨ªan contratado porque el ¨²nico actor que daba miedo en las pruebas sin abrir la boca y sin un arma en la mano era yo". Y despu¨¦s ha filmado On death row, serie documental en la que charla con condenados a muerte en Tejas. "Con la c¨¢mara siempre eres un intruso, debes respetar las distancias, y estoy orgulloso por c¨®mo lo he logrado aqu¨ª".