Huelva enloquece con Jos¨¦ Tom¨¢s y Morante de la Puebla

La ciudad de Huelva ha colgado, materialmente, el cartel de ¡®no hay billetes¡¯. No entra un alfiler. Gentes llegadas de toda Espa?a y del extranjero abarrotan hoteles, restaurantes y las calles de una localidad que celebra sus Fiestas Colombinas, y ha elegido como d¨ªa grande el que estaba anunciado en los carteles taurinos con el mano a mano de dos figuras tan rutilantes como Jos¨¦ Tom¨¢s y Morante de la Puebla, erigidos en una poci¨®n m¨¢gica contra la crisis y en protagonistas de un acontecimiento taurino, econ¨®mico y social.

El ¨¦xito de la imaginativa y novedosa idea empresarial ha tenido su inmediata repercusi¨®n econ¨®mica en hoteles, restaurantes y comercio. Es tal la locura reinante que la Asociaci¨®n Provincial de Hosteler¨ªa ha entregado esta ma?ana a los empresarios taurinos una placa en la que deja constancia de su agradecimiento por los beneficios que la feria taurina ha reportado a la ciudad. Su presidente, Iv¨¢n G¨®mez, explicaba exultante a este peri¨®dico que "estos dos se?ores -los gerentes de la plaza- hacen m¨¢s por Huelva en dos d¨ªas que mucha gente en todo un a?o". Y a?ad¨ªa algo m¨¢s: "Habr¨ªa que nombrar a Jos¨¦ Tom¨¢s alcalde perpetuo para demostrarle nuestro agradecimiento".

La verdad es que el torero de Galapagar provoca un importante movimiento econ¨®mico all¨¢ por donde va. La pena es que se mueve poco. Aun as¨ª, y seg¨²n un estudio de Juan Medina, profesor de Teor¨ªa Econ¨®mica de la Universidad de Extremadura, su minitemporada de tres corridas (Badajoz, Huelva y Nimes) tendr¨¢ un impacto de siete millones de euros, de los que dos corresponder¨ªan a Huelva: 800.000 euros por recaudaci¨®n en taquilla; 300.000 euros en hosteler¨ªa, transporte y alojamiento, y un movimiento inducido de la demanda de otros sectores que llegar¨ªa a los 900.000 euros.

A pesar de su voluntario e inexplicable retiro de las plazas de mayor responsabilidad, el nombre de Jos¨¦ Tom¨¢s sigue siendo un im¨¢n para las multitudes. De hecho, su presencia ha servido para que los abonos de la feria se vendieran como rosquillas, y la propia empresa de la plaza ha cifrado en m¨¢s del 70% el aforo vendido; es decir, unos 5.000 abonos, de los cuales m¨¢s de la mitad corresponder¨ªan a solicitudes procedentes de fuera de Andaluc¨ªa, entre los que hay que incluir aficionados portugueses, franceses, italianos, ingleses, suizos, mexicanos y norteamericanos.

Qu¨¦ pena, sin embargo, que este suceso tan especial no se pueda repetir en ferias de mayor exigencia, lo que lo convertir¨ªa, de verdad, es una gesta para la historia.

Sea como fuere, queda patente el acierto de los empresarios de la Merced, que explicaban hace unos d¨ªas que Jos¨¦ Tom¨¢s cobrar¨¢ una cantidad cerrada, y no un porcentaje por los abonos vendidos y la taquilla; que no han subido el precio de las entradas (72 euros, el tendido de sombra; 66, el de sol y sombra, y 44, el de sol), y que se conforman con que la feria no les cueste dinero.

Lo que est¨¢ claro es que en el ruedo se encontrar¨¢n dos figuras grandes, dos concepciones toreras tan parecidas como distintas en la b¨²squeda de la pureza como objetivo final.

Dos psicolog¨ªas aparentemente semejantes, personajes t¨ªmidos, huidizos, celosos de su intimidad; due?os de trayectorias salpicadas de desencuentros y fantasmas personales, y pre?adas de magia; poseedores ambos de una honda vida interior, y tocados con la varita m¨¢gica de la grandeza art¨ªstica.

Tom¨¢s es un guerrero samurai que ama la vida, pero que est¨¢ dispuesto a despreciarla, si hace falta ante el toro. Busca el triunfo y la pureza con desesperaci¨®n. Tanto, que puede aceptar la cornada en su deseo de no defraudar. Su toreo es tan aut¨¦ntico como dram¨¢tico.

Morante es tan irregular como genial. Un bohemio con capacidad para transfigurarse en un artista embriagado de inspiraci¨®n. Un torero barroco, poseedor de un hondo sentido de la armon¨ªa.

Ambos cuentan con fieles partidarios. Este es el caso de Fernando Atenciano, reconocido aficionado ecijano, que sigue a Morante desde sus tiempos de becerrista. "Es distinto a todos", asegura, "una mezcla de Curro y Paula; un punto y aparte". ?Y Jos¨¦ Tom¨¢s? "Es un torero bueno", contesta, "pero como Morante, no".

En el otro extremo podr¨ªa situarse Eugenio ?lvarez, importante empresario l¨¢cteo mexicano, que cruza el charco cada que Tom¨¢s se enfunda el traje de luces. "Lo sigo porque es un torero capaz de hacer faenas a las piedras; y porque de Ord¨®?ez para ac¨¢ no he visto a otro igual", afirma. "Y hay que apurarse (darse prisa) para verlo porque no creo que tarde mucho en retirarse", a?ade. ?Y Morante? "Me encanta, pero necesita un toro especial y eso no me gusta".