Siempre con la misma canci¨®n

Ya lo dec¨ªa Axis Of Awesome, tr¨ªo c¨®mico que alcanz¨® instant¨¢nea y fugaz fama planetaria el a?o pasado con la demostraci¨®n escasamente cient¨ªfica de que el pop es un asunto ciertamente repetitivo. Subidos a un escenario y catapultados al mundo de la gratificaci¨®n viral por un v¨ªdeo de YouTube, probaron que cabe cantar la mitad de la historia del rock tocando solo cuatro acordes en bucle: de los Beatles a Red Hot Chili Peppers; de U2 a Eagle Eye Cherry.

El Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) les ha dotado esta semana de argumentos m¨¢s s¨®lidos que las millones de visitas de Internet con un estudio que prueba que el pop es cada vez m¨¢s uniforme, que desciende la variedad de notas empleadas por los compositores y que el riesgo se comporta en la m¨²sica de masas como una especie en v¨ªas de extinci¨®n. A tales conclusiones llegaron Joan Serr¨¢, principal autor del informe junto a otros cuatro firmantes, tras estudiar 464.111 canciones de los ¨²ltimos 55 a?os, sacadas de una base de datos de un mill¨®n de temas de la Universidad de Columbia de Nueva York. ¡°Escogimos el mismo n¨²mero de canciones por a?o: el 60% son de pop y rock, pero tambi¨¦n est¨¢n representados g¨¦neros como funk, folk, hip-hop, metal o dance¡±, explica el investigador del CSIC.

El sector musical espa?ol ha reaccionado entre el escepticismo y la cr¨ªtica al varapalo del CSIC

No es la primera vez que se asegura algo as¨ª con semejante rotundidad. No sin iron¨ªa, el compositor e ingeniero en telecomunicaciones ?lex Loscos, fundador de la empresa de tecnolog¨ªa musical BMAT, recomienda la publicaci¨®n de un informe bajo el t¨ªtulo: ¡°Estudios musicales concluyen que todos los estudios cient¨ªficos sobre m¨²sica son iguales¡±. Es m¨¢s, algunas de estas ideas han traspasado las fronteras acad¨¦micas con trabajos no tan sesudos pero de mayor tir¨®n popular como Retroman¨ªa (Caja negra), donde el cr¨ªtico ingl¨¦s Simon Reynolds certifica que el pop ha entrado en bucle en su obsesi¨®n por el pasado, o El ruido eterno (Seix Barral), en el que Alex Ross, periodista del New Yorker, emparentaba la capacidad de asumir riesgos de los Beatles, la banda m¨¢s popular de todos los tiempos, con la severa experimentaci¨®n de Stockhausen.

Pese a todo lo cual, el sector musical espa?ol, m¨¢s dado al romanticismo que al desnudo algoritmo, ha reaccionado entre el escepticismo y la cr¨ªtica al varapalo del CSIC. ¡°Siempre he pensado exactamente lo que se plantea. Eso s¨ª, creo que hasta los ochenta han pasado cosas importantes en la m¨²sica. Son los ¨²ltimos 30 a?os los que han sido la debacle total. Se ha vuelto m¨¢s f¨¢cil prever qu¨¦ nota seguir¨¢ a la que suena¡±, afirma Pancho Varona, m¨²sico y letrista habitual de Joaqu¨ªn Sabina. Frente a ¨¦l, el argentino Coti Sorokin, prol¨ªfico autor de ¨¦xitos recientes, asegura: ¡°No creo en estos estudios porque juzgan matem¨¢ticamente, a trav¨¦s del software, las tendencias socioculturales. En todos los g¨¦neros, incluso en la m¨²sica culta, todo responde a unas determinadas reglas est¨¦ticas. Es como si viene un marciano y escucha 10.000 tangos, le van a parecer que son el mismo¡±. Por su parte, V¨ªctor S¨¢nchez S¨¢nchez, director del departamento de Musicolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, aunque considera ¡°acertada¡± la investigaci¨®n, discute la unidad de medida: ¡°Solo tenemos siete notas y sus alteraciones. Quiz¨¢s hac¨ªan falta par¨¢metros m¨¢s amplios, como la construcci¨®n de los acordes¡±.

Sea como sea, el estudio da pie a plantearse si la originalidad en la m¨²sica es cosa del pasado

Sea como sea, el estudio da pie a plantearse si la originalidad en la m¨²sica es cosa del pasado o si no se deber¨¢ todo al hecho de que por una pura cuesti¨®n de probabilidad matem¨¢tica el hombre est¨¢ a punto de agotar las combinaciones existentes para componer canciones. ¡°El n¨²mero de melod¨ªas dodecaf¨®nicas es f¨¢cil de calcular -son unos 500 millones-, pero dif¨ªcil de interpretar¡±, explicaba el periodista cient¨ªfico Javier Sampedro en un art¨ªculo de 2009 publicado en EL PA?S. ¡°Casi toda la m¨²sica es tonal, es decir, que se basa en generar y resolver tensiones sobre un punto de anclaje o reposo arm¨®nico (la tonalidad, como do mayor o la menor). Cualquier sistema tonal implica que unas notas (la t¨®nica o ancla y sus socios naturales) se utilizan mucho m¨¢s que otras en una melod¨ªa". De modo que es l¨®gico que las canciones se parezcan.

La cuesti¨®n es: ?se parecen con mayor frecuencia ahora que antes? ?Cuando Pink Floyd o The Who copaban las listas de ¨¦xitos se experimentaba m¨¢s que en estos tiempos de davidguettas y rihannas? ?Qu¨¦ sentido tiene que la propuesta de Lady Gaga se parezca tanto a la de Madonna? Para responder a estas preguntas, conviene dejar de confiar por un momento en el poder del algoritmo y acudir a par¨¢metros tambi¨¦n contables¡­ tanto, como una cuenta de resultados. ¡°La sonoridad de las canciones, el tipo de composici¨®n y arreglo musical sigue unas tendencias de moda haciendo que todo se parezca un poco¡±, plantea Simone Bos¨¦, presidente de la discogr¨¢fica EMI. ¡°Siempre que se produce un fen¨®meno musical de impacto y relevancia, al poco tiempo se empiezan a recibir maquetas de artistas que de alguna manera copian o se inspiran en el ¨²ltimo ¨¦xito musical. Ahora mismo hay una eclosi¨®n de clones de Pablo Albor¨¢n, Vetusta Morla o Russian Red¡±. ¡°La m¨²sica que depende de ser negocio para existir, como le pasa al pop, es muy previsible por influencia de los medios de comunicaci¨®n, en especial de las radios¡±, a?ade el productor de Enrique Morente o Paco de Luc¨ªa, Javier Lim¨®n. ¡°El marketing radiof¨®nico es capaz de adelantar si una canci¨®n va a ser un ¨¦xito antes de que suene¡±.

Internet, en este caso, se comporta como ese poderoso actor que vino a partir los paradigmas con la precisi¨®n de un cuchillo de doble filo. Por un lado, la Red alienta la experimentaci¨®n al abaratar los costes de producci¨®n y difusi¨®n, pero por otro, puede generar cierto efecto de unificaci¨®n del gusto. Ya nada impide que un adolescente de Calcuta acceda instant¨¢neamente a los mismos productos culturales que un chico de Badalona.

Y en esto, como en el resto de los ¨®rdenes de la vida, seg¨²n a qui¨¦n preguntes, ve el vaso medio lleno (¡°la Red aporta nuevas herramientas e instrumentos y ofrece la posibilidad de infinitas combinaciones en base a factores emocionales¡±, argumenta Ricard Robles, codirector del S¨®nar) o medio vac¨ªo: ¡°La introducci¨®n de la tecnolog¨ªa ha simplificado proceso¡±, opina el music¨®logo V¨ªctor S¨¢nchez S¨¢nchez. ¡°Ahora cualquiera con unas m¨ªnimas herramientas inform¨¢ticas puede mezclar m¨²sica. Lejos de multiplicar la calidad, lo ha unificado todo mucho m¨¢s¡±.

Sobre otra uniformidad, distinta a la denunciada por S¨¢nchez, tambi¨¦n hay datos en el informe del CSIC, que certifica que los discos cada vez se graban a mayor volumen para competir por acaparar la atenci¨®n del oyente en entornos hostiles como la tarde de un s¨¢bado en un supermercado o para paliar las carencias sonoras de reproductores tan extendidos como los ordenadores port¨¢tiles. El efecto, ¡°hasta ahora largamente comentado [a ra¨ªz de la publicaci¨®n, por ejemplo, del ¨¢lbum Magic (2007), de Bruce Springsteen], no se hab¨ªa podido comprobar emp¨ªricamente a gran escala¡±, asegura Serr¨¢, que estos d¨ªas anda defendi¨¦ndose de acusaciones como esta de Loscos: ¡°Cuando uno se plantea que lo de antes siempre es mejor, es que se est¨¢ volviendo viejo¡±.

¡°No se pretende emitir un juicio de valor¡±, se defiende el cient¨ªfico del CSIC. Los par¨¢metros utilizados son conceptuales y matem¨¢ticos. Si con menos recursos generas la misma o m¨¢s emoci¨®n, a lo mejor todo esto no responde m¨¢s que a un criterio de optimizaci¨®n del pop¡±. O a lo mejor, pese a que pueda parecer que todo est¨¢ inventado, hay cosas que se renuevan constantemente, como la emoci¨®n.