Y Chukri desenmascar¨® el T¨¢nger m¨ªtico de Bowles
Aparece en espa?ol la ¨¢cida cr¨ªtica del escritor marroqu¨ª al autor de ¡®El cielo protector¡¯
¡°Cualquiera puede pasar aqu¨ª unas semanas y escribir un librito¡±. El escritor Mohamed Chukri (Beni Chiker, 1935-Rabat, 2003), autor de la frase, lamentaba la superficialidad con la que algunos literatos abordaron el retrato de T¨¢nger. Y lo que es m¨¢s grave: ¡°El odio, el racismo y el desprecio con que se trata al humilde pueblo¡±. Las reflexiones forman parte de Paul Bowles, el recluso de T¨¢nger, recuerdos recogidos en 1996 y que publica en espa?ol Cabaret Voltaire.
Virginia Woolf, Capote, Ginsberg, Kerouac, Gore Vidal, Tennessee Williams o Paul y Jane Bowles fueron algunos de los ilustres que hicieron parada y escribieron sobre el cuadril¨¢tero vital de Chukri. ¡°Defiendo mi clase, a los marginados y ejerzo mi venganza contra una ¨¦poca determinada, humillante y miserable¡±, se justific¨® una vez el autor de El pan desnudo, una de las autobiograf¨ªas m¨¢s crudas, por lo sincera, que se conocen.
La extra?a pareja formada por los Bowles, instalada en la ciudad desde 1947, es el epicentro de un universo literario que Chukri retrata con ¨¢cida sinceridad. Al primero le conoce muy bien tras 25 a?os de trato. A ¨¦l le dicta por las tardes, frase por frase, en espa?ol, las p¨¢ginas que escrib¨ªa por las ma?anas de su autobiograf¨ªa, entonces titulada Por un trozo de pan, y que Bowles traduc¨ªa al ingl¨¦s. Ser¨¢ un foco de tensi¨®n entre ambos.
Con descarnada naturalidad retrata al personaje, consumidor de kif para escribir, pero que en la calle solo fuma cigarrillos. Homosexual de discreci¨®n proverbial, ¡°acord¨® con Jane no ocultarse nada¡±. Chukri lo trata de elitista y racista (¡°Le gustaba Marruecos, pero no los marroqu¨ªes¡±) y concluye que necesita aislarse del mundo.
'Memorias de un n¨®mada' es, en su opini¨®n, ¡°una sucesi¨®n de mon¨®tonos y aburridos interludios para pagar los gastos de hospitalizaci¨®n de Jane¡±
A¨²n es m¨¢s sagaz Chukri cuando disecciona la vida literaria de Bowles y la coteja con la real. Critica una de sus obras cl¨¢sicas (Memorias de un n¨®mada es, en su opini¨®n, ¡°una sucesi¨®n de mon¨®tonos y aburridos interludios para pagar los gastos de hospitalizaci¨®n de Jane¡±) y se fija en que el sexo es la causa de las desgracias de sus protagonistas: ¡°La sexualidad siempre va ligada al crimen o al desenfreno. Paul Bowles es un criminal sexual en potencia¡±. Unos personajes, en consecuencia, ¡°destinados a la autodestrucci¨®n o a un doloroso final¡±, en el contexto de una obra que ¡°envejeci¨® mucho¡± con la enfermedad de Jane, que hizo que Bowles se volcara en las traducciones de autores ¨¢rabes, concediendo entrevistas o iniciando el diario personal¡
Ese esquivar la ficci¨®n de Paul molestaba a una Jane que, se?ala Chukri, no pod¨ªa reprochar gran cosa a su marido: ¡°Lo que le faltaba a ella no eran aptitudes sino perseverancia¡±. Amargada por la indiferencia o inquina con que se recibi¨® su Dos damas muy serias (Ana?s Nin se le present¨® con una lista inmensa de errores ortogr¨¢ficos), Jane se ahog¨® no tanto en alcohol como en su ambici¨®n, que no cuaj¨®. A partir de los 50 se alej¨® de la escritura. Eso reforz¨® su componente autodestructivo canalizado, en parte, con aventuras homosexuales intensas y pasajeras. Paul desviaba fobias hacia sus personajes; ella, hacia s¨ª misma.
El libro disgust¨® sobremanera a Bowles, seg¨²n Miguel L¨¢zaro, editor de Cabaret Voltaire. Pero menos que a Jean Genet ver publicadas las confidencias que le hab¨ªa hecho a Chukri en otro in¨¦dito en castellano que cost¨® la amistad entre ambos. La editorial lo publicar¨¢ en la primavera de 2013, a?adiendo al volumen un op¨²sculo, tambi¨¦n de Chukri, sobre Tennessee Williams en el volumen Jean Genet y Tennessee Williams en T¨¢nger.
La recuperaci¨®n de su obra es fruto del acercamiento de L¨¢zaro y de la traductora Rajae Boumediane El Metni al hermano de Chukri, Abdelaziz. El escritor no dej¨® testamento formal,pero el heredero guarda en un garaje, no en las mejores condiciones, su biblioteca personal y otros legados. Mientras, Cabaret Voltaire recuperar¨¢ Rostros, amores, maldiciones y Tiempo de errores (sobre su sacrificio para aprender a leer). Y en octubre se atreve con su famos¨ªsima El pan desnudo, que se titular¨¢ El pan, por imposici¨®n de Juan Goytisolo, autor del pr¨®logo del libro sobre Bowles y conocedor, como pocos, de esos para¨ªsos del norte de ?frica.
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