La lidia vuelve a la pantalla p¨²blica
La retransmisi¨®n de la corrida de ayer en Valladolid, con El Juli, Talavante y Manzanares abre un nuevo ciclo en las relaciones entre la televisi¨®n y la fiesta
Los cursis, malvados y pendencieros personajes de las telenovelas que la televisi¨®n p¨²blica emite en horario infantil fueron suplantados ayer por una fiesta colorista, cuajada de luz, protagonizada por uno de los animales m¨¢s bellos de la creaci¨®n y h¨¦roes vestidos con llamativos trajes refulgentes. Y el espect¨¢culo, ayuno de las miserias humanas, encerr¨® motivos para resultar sorprendente y llamativo para los p¨²beres de alma c¨¢ndida, maleducados por la maltrecha convivencia de las tramas novelescas televisivas.
Los toros volvieron a TVE, y a falta de que se conozca la nota del examinador popular ¡ªel ¨ªndice de audiencia¡ª lo hicieron con un aprobado alto despu¨¦s de seis a?os de destierro. La plaza de Valladolid casi se llen¨® ¡ªsu aforo es de 11.500 personas¡ª, y fueron muchos los espectadores j¨®venes, pues no en vano los toreros y la empresa financiaron el 50% del precio de las entradas a los menores de 30 a?os, y el Foro de la Juventud Taurina flet¨® autobuses desde Madrid; el cartel, postinero, con El Juli, Manzanares y Talavante, una terna de lujo, y toros de Victoriano del R¨ªo, apetecidos por las figuras. Hubo orejas: tres cort¨® el primero, una el torero alicantino y dos Talavante. Y tambi¨¦n diversi¨®n en algunos momentos.
Lo mejor, sin embargo, es que los toros volvieron a TVE gracias a la labor de muchos que ayer ten¨ªan sobrados motivos para la sonrisa; lo menos bueno es que no fue un corrid¨®n, ni siquiera una corrida de las que hacen afici¨®n. Fue un festejo m¨¢s, de los muchos que la modernidad trae debajo del brazo, c¨®modo y anodino, con unos toros sin poder¨ªo, blandos y descastados, a excepci¨®n de los dos ¨²ltimos, muy encastados, que descubrieron que, cuando sale el toro, sobra medio escalaf¨®n. El Juli volvi¨® a ser ese torero tan poderoso como fr¨ªo; Manzanares, que reaparec¨ªa tras su lesi¨®n en la mano derecha, de la que fue operado el 10 de julio, naufrag¨® con el brioso quinto, y Talavante fue un torero vulgar ante el repetidor sexto. Y los dem¨¢s toros, birriosos, enfermos de invalidez y soser¨ªa, tan moda hoy d¨ªa. Y los picadores salieron al ruedo, hicieron una caricatura de su oficio y march¨¢ronse.
Es evidente que as¨ª no se hace afici¨®n, lo que debe ser tenido en cuenta para posteriores ocasiones, que ojal¨¢ las haya porque hay toros en el campo y toreros en el escalaf¨®n para crear emoci¨®n y nuevos aficionados.
Por cierto, buena y austera retransmisi¨®n televisiva, con evidente econom¨ªa de medios. Nada que ver, por tanto, con los a?os felices en los que TVE se volcaba con la fiesta: 24 corridas retransmiti¨® en el a?o 2000; 15, en 2001; 17, en 2002; 19, en 2003; 11, en 2004, 9, en 2005, y 12, en 2006, a?o del cierre hasta ayer. Y el coste total de las retransmisiones de esas 107 corridas fue de 19.830.391 euros. Ayer, lo comido por lo servido, porque nadie cobr¨®.
Y otro detalle: debut¨® como comentarista El Ni?o de Capea, sabio, did¨¢ctico y excesivamente triunfalista y generoso con toros y toreros.
Al final de la corrida, un rictus de felicidad por el derecho recuperado; pero un rictus trist¨®n porque la corrida no respondi¨® a las expectativas. La que respondi¨® fue TVE: en cuanto El Juli y Talavante salieron por la puerta grande, los cursis, malvados y pendencieros personajes de telenovela ocuparon de nuevo la pantalla. ?Vaya educaci¨®n para los ni?os¡!
Babelia
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