Menos espa?ol en Venecia

En La Mostra de este a?o no se ha prestado gran atenci¨®n al cine hispano: una producci¨®n a concurso, otra en la secci¨®n Orizzonti, dos cortos en esa misma secci¨®n, una pel¨ªcula en la semana de la cr¨ªtica y un documental son el bagaje que presenta el cine en espa?ol en Venecia.

Leones, por empezar por una pel¨ªcula que tuvo que pelear en Orizzonti, una de las secciones paralelas del festival, es un filme francamente desconcertante: partiendo de una especie de viaje a un bosque con un grupo de humanos que parecen haber sufrido alg¨²n tipo de accidente que los ha dejado en un estado m¨¢s cercano al zombie, por decirlo de un modo entendedor. Lo que sigue es una exploraci¨®n m¨¢s del entorno que de los personajes, de narrativa voluntariamente opaca, un pandem¨®nium sin apenas di¨¢logos ni rumbo fijo que de tan osada acaba siendo indescifrable y cuya hora y media es asombrosamente cruel con la paciencia del espectador. Los rostros de estupor de la audiencia dieron a entender que ellos tampoco hab¨ªan pillado el asunto. Despu¨¦s la directora, la argentina Jazm¨ªn L¨®pez, trat¨® de explicar que el experimento hab¨ªa sido m¨¢s una prueba interior que algo dise?ado para ser visto. Ya se sabe, cosas del simbolismo y las alegor¨ªas y el cripticismo. La sintaxis (cinematogr¨¢fica) de la radicalidad que dec¨ªan en el filme de Olivier Assayas.

En secci¨®n oficial compiti¨® la obra postrera de Raoul Ruiz, un proyecto largamente acariciado por el reputado director chileno que finalmente acab¨® ejecutando su viuda y colaboradora habitual, Valeria Sarmiento. En sus dos horas y media Sarmiento muestra un retrato de apabullante vitalidad, donde destacan los actores habituales de su marido: John Malkovich, Catherine Deneuve, Isabelle Huppert o el actor franc¨¦s Michel Piccoli. Todos ellos se ponen en la piel de los improbables h¨¦roes de la batalla que en 1810 se libr¨® en Bussaco, cuando las tropas de Napole¨®n hicieron retroceder a las fuerzas anglo-portuguesas hasta el sur del pa¨ªs. Una preciosa pel¨ªcula de homenaje a un director que rod¨® m¨¢s de 100 pel¨ªculas y que era una presencia fija en La Mostra desde hace lustros.

El impenetrable es una curiosa historia sobre un terreno en Paraguay dejado en herencia al realizador del documental por su padre. El director decide ir a visitar los 5000 metros cuadrados para descubrir que forman parte de una inmensa selva virgen. Decidir que hacer con ellos es el objetivo de la pieza. Por otro lado, la realizadora mexicana Natalia Beristain presenta en Venecia su opera prima, No quiero estar sola, que compite en la Semana de la Cr¨ªtica, con la historia de dos mujeres de vidas enfrentadas y marcadas por el alcoholismo.

Finalmente, ma?ana se presenta en la secci¨®n de cortos de Orizzonti Luisa no est¨¢ en casa, el notable corto de la espa?ola Celia Rico Clavellino, una bonita reflexi¨®n sobre la rutina, sus laberintos, y aquellos instantes en que el silencio se quiebra hasta romperse. Una historia de feminidad y coraje con la excusa de una lavadora rota que deber¨ªa gustar en el Lido de Venecia donde la conciencia social y el cine siempre han ido de la mano. El otro corto es el del mexicano Las manos limpias, de Carlos Armella, que suma ya tres participaciones en el festival veneciano.