La puerta del Para¨ªso vuelve a ver la luz
La obra de Ghiberti ser¨¢ expuesta ma?ana por primera vez tras 27 a?os de restauraciones Est¨¢ considerada una de las piezas claves del Renacimiento italiano
Sobre arte, Miguel ?ngel se sab¨ªa dos o tres cosas. Tantas, por lo menos, como para pintar y esculpir obras como El juicio universal o La piedad, una herencia que la humanidad a¨²n le agradece. Acostumbrado a lo excelso, Miguel ?ngel se entusiasm¨® sin embargo por el enorme portal dorado realizado entre 1425 y 1452 por Lorenzo Ghiberti. ¡°Ellas son tan bellas que estar¨ªan bien en las puertas del Para¨ªso¡±, cuenta Gaetano Vasari que dijo el maestro cuando vio la obra de Ghiberti. Y as¨ª qued¨® bautizada.
Lejos de estar en el Para¨ªso, la puerta de Ghiberti se pas¨® sin embargo siglos expuesta a la intemperie en la pared este del baptisterio de Florencia, justo la que da al Duomo. Hasta que, hace 27 a?os, empez¨® una larga restauraci¨®n que, en 1990, oblig¨® los expertos a quitar a la puerta de su sitio y continuar los trabajos en un refugio cubierto y m¨¢s seguro (el?Opificio delle Pietre Dure). Pero ma?ana, por fin, tras unas obras m¨¢s largas que la propia creaci¨®n de Ghiberti, la puerta del Para¨ªso volver¨¢n a ser visibles. Se podr¨¢ visitar dentro del Museo dell'Opera del Duomo de Florencia, mientras que su lugar originario seguir¨¢ ocupado por la copia que la sustituye desde el comienzo de la restauraci¨®n.
La intervenci¨®n ha costado tres millones de euros. Lejos de los patrocinadores de monumentos que tanto le gustan al alcalde de Roma, la restauraci¨®n ha sido financiada por el ministerio de los Bienes Culturales (dos millones), por la organizaci¨®n sin af¨¢n de lucro Friends of Florence (240.000 euros) y por la Opera (700.000 euros), el ente encargado del cuidado y el mantenimiento del Duomo de Florencia. Ha hecho falta un ej¨¦rcito entero de t¨¦cnicos, estudiosos, universitarios y expertos para llevar a cabo con ¨¦xito y precisi¨®n las obras, seg¨²n recogen los medios italianos.
La pieza, que mide 5,2 metros de alto y 3,10 de ancho, est¨¢ considerada como una de las obras maestras del Renacimiento italiano. Ya fue restaurada una primera vez en 1948, despu¨¦s de que, en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, fuera desmontada y escondida en una galer¨ªa ferroviaria.
En 1966 la inundaci¨®n sufrida por Florencia tambi¨¦n da?¨® la puerta, hasta el punto de arrancar seis de los paneles de bronce que la componen. Y en los setenta los expertos empezaron a denunciar el riesgo que corr¨ªa la obra que enamor¨® a Miguel ?ngel, a fuerza de sufrir el acoso de la poluci¨®n, tr¨¢fico y oxidaci¨®n de los metales. Sin embargo, hasta 1990, nadie les hizo caso.
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