Mortier: ¡°El Real es uno de los teatros m¨¢s pobres de Europa¡±

Fiel al eje tem¨¢tico que articula gran parte de sus temporadas desde que Gerard Mortier se encarga de la direcci¨®n art¨ªstica, el Teatro Real arranca el curso oper¨ªstico con Boris Godunov, de Modest Musorgski. En esta ocasi¨®n el tema abordado (que aparecer¨¢ de nuevo a lo largo del a?o) es el concepto de poder y sus variantes. As¨ª, el Real subir¨¢ a escena la segunda versi¨®n (de 1872) del compositor, pero una escena crucial en la catedral de San Basilio de la primera (1869) que conforma un acercamiento nunca antes visto en Madrid (y de unas cuatro horas de duraci¨®n). El director de escena holand¨¦s Johan Simons utiliza la obra para hablar sobre la historia de Rusia, desde Iv¨¢n el Terrible, como ha dicho Mortier, hasta el segundo periodo de Vlad¨ªmir Putin. Harmut Haenchen, que ya dirigi¨® el a?o pasado a la orquesta del Real en Lady Macbeth de Mtsensk, volver¨¢ de nuevo al foso del teatro con esta obra, que se estrena el viernes 28 de septiembre.

La crisis y los recortes, seg¨²n el director art¨ªstico, han obligado a hacer esta gran producci¨®n con muy pocos recursos. De hecho, Mortier se ha despachado a gusto con la situaci¨®n del coliseo madrile?o: "El Teatro Real es de los m¨¢s pobres de Europa y este Boris Godunov el m¨¢s barato. Cuando decid¨ª poner en escena esta obra, el teatro ten¨ªa m¨¢s presupuesto. Ahora, en dos a?os hemos perdido 10 millones de euros y vamos a perder otros cuatro m¨¢s¡±. Un ejercicio interesante de ingenio, ha asegurado, que ha implicado ahorrar en muchos aspectos de la producci¨®n para apenas tocar el apartado musical: "En eso no ahorro". En eso no, pero en temas de vestuario, por ejemplo, ha confesado que han tenido que tirar de la tienda Humana de segunda mano de la calle de Atocha, "donde se encuentran cosas por cinco euros". "Actualmente el teatro se defiende al nivel de La Scala y el Covent Garden, pero con cuatro veces menos de dinero", ha insistido, mientras dejaba en el aire la posibilidad de hacer algunos de los proyectos que se han anunciado como Los troyanos o Los maestros cantores.

El coliseo madrile?o subir¨¢ a escena la segunda versi¨®n (de 1872) del compositor

En lo musical, es cierto que no ha escatimado. Simplemente una peque?a reducci¨®n del coro, que se quedar¨¢ en 82 cantantes (cuando normalmente la obra tiene unos 100) y se mantienen las 16 primeras violas. "Tenemos la mejor formaci¨®n de Espa?a", ha dicho. Y todo ello bajo la batuta de uno de sus directores preferidos actualmente, Hartmut Haenchen. "Boris Godunov es un milagro como ¨®pera. Musorgski fue un funcionario que trabaj¨® toda la vida y por la noche escribi¨® una opera tan genial como esta. El tema era revolucionario: la censura hab¨ªa prohibido todo lo que se refer¨ªa a los zares". Musicalmente tambi¨¦n supone una revoluci¨®n. Entre otras cosas, llama la atenci¨®n que fuera "el primero en utilizar consecuentemente el leitmotiv". "En el pr¨®logo hay un leitmotiv que aparece en el coro cuando dice que Boris debe ser el zar. Luego reaparece al final cuando dice que debe ser asesinado", ha explicado Haenchen.

El director ha recordado la falta que recibi¨® Musorgski de sus contempor¨¢neos, que "llegaron a burlarse de ¨¦l llam¨¢ndole amateur". Por eso, ha criticado, Rimski-Korsakov se apoder¨® de su material y quit¨® toda la precisi¨®n y dureza de los fragmentos, intent¨® reequilibrarla, pero la convirti¨® "en una obra completamente aguada".

Johan Simons, director de escena y del M¨¹nchner Kammerspiele de M¨²nich (que dirige por primera vez una ¨®pera en Espa?a) se ha rendido completamente a la obra de Musorgski. "Para m¨ª es una ¨®pera fuera de serie. Lo m¨¢s importante es la descripci¨®n del car¨¢cter de Boris en toda su complejidad. Esta obra es como una de las grandes de Dostoievski, no puedes parar cuando empiezas", ha explicado. A Godunov, como sucede en Crimen y Castigo, le persigue la culpa toda la vida por un asesinato.