El ¡®Guernica¡¯ y su circunstancia
Es uno de los cuadros m¨¢s c¨¦lebres del siglo XX y conserva intacto su mensaje antibelicista. Para entenderlo mejor dos exposiciones lo sit¨²an dentro de la obra del artista y de su ¨¦poca
El Guernica, de Pablo Picasso, es una obra inagotable. Han pasado 75 a?os desde que el pintor malague?o lo pint¨® en el ¨¢tico de la Rue des Grands Augustins 7, como encargo del Gobierno de la Rep¨²blica destinado al Pabell¨®n Espa?ol de la Exposici¨®n Internacional de Par¨ªs en 1937. La ejecuci¨®n de la obra es una de las mejor documentadas de la historia porque no solo se conservan muchos bocetos, sino que la fot¨®grafa y amante del artista, Dora Maar, fue haciendo fotograf¨ªas de cada fase de la pintura. Desde entonces la accidentada historia y avatares de esta pintura han saltado a la prensa con frecuencia, un inter¨¦s que quiz¨¢ responda al poderoso hechizo que sigue teniendo este mural simb¨®lico sobre la guerra, el sufrimiento y el sinsentido de la destrucci¨®n.
En esta fecha se ha querido conmemorar la vigencia de su significado a trav¨¦s de al menos dos perspectivas distintas, por medio de las exposiciones que se inauguran la pr¨®xima semana en el Guggenheim de Nueva York y en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid, donde el Guernica se exhibe de forma permanente. Ambas son, respectivamente, las grandes apuestas de la temporada en dichos centros de arte, pero ninguna entra de lleno en la famosa pintura, sino que la cercan, la rodean y la ponen en contexto dentro de la obra del pintor, la primera, y en la convulsa ¨¦poca en la que fue realizada, la segunda.
Entre las pinturas m¨¢s destacadas de esta exposici¨®n est¨¢n 'La planchadora' (1904), 'La nadadora' (1934), 'El osario' (1944-1945) o 'La cocina' (1948).
El Guggenheim de Nueva York descubre una faceta casi inadvertida en la obra del artista mediante la muestra titulada Picasso en blanco y negro. Su comisaria, la espa?ola Carmen Gim¨¦nez ¡ªconservadora del siglo XX del museo¡ª, ha rastreado la amplia serie de pinturas y esculturas que el artista realiz¨® limitando su gama de colores a los grises, los blancos y los negros. ¡°Picasso us¨® el blanco y negro a lo largo de toda su carrera¡±, indica la comisaria. ¡°Toda la guerra es en blanco y negro, pero tambi¨¦n aborda otros temas mediante estos tonos¡±. La exposici¨®n re¨²ne 118 obras realizadas entre 1904 y 1972, pr¨¢cticamente toda la carrera del artista. Hay escenas tristes y melanc¨®licas o de aut¨¦ntico sufrimiento y terror ante la guerra, pero tambi¨¦n est¨¢ toda su etapa de cubismo, naturalezas muertas, retratos, estudios de otros artistas ¡ªdesde los neocl¨¢sicos y las suaves tonalidades grecorromanas a Vel¨¢zquez con Las meninas¡ª, escenas er¨®ticas ¡ªno pocas de ellas realizadas en su vejez¡ª y muchas esculturas. ¡°Cuando Picasso quer¨ªa hacer algo importante lo hac¨ªa en blanco y negro. En muchas ocasiones lo usa en obras de transici¨®n entre etapas distintas. Pienso que el blanco y negro es donde mejor se expresa, es m¨¢s claro¡±, afirma Gim¨¦nez. ¡°Muchas de ellas permanecieron en su colecci¨®n particular hasta su muerte, casi no se han visto. Picasso se reservaba para s¨ª sus pinturas preferidas, lo que hace pensar que estas obras en blanco y negro ten¨ªan especial significado para ¨¦l¡±.
¡°Parece que utiliz¨® el blanco y negro cuando organizaba composiciones complicadas, cuando a?adir color pod¨ªa impedirle pensar con claridad suficiente, como la grisalla que utiliza en el cubismo anal¨ªtico. Pero tambi¨¦n en momentos de conflictos emocionales tanto con sus mujeres como en situaciones como las guerras. Picasso sufri¨® mucho durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y le resultaba muy doloroso todo lo que presagiara los conflictos b¨¦licos¡±, dice Gim¨¦nez.
Acostumbraba Picasso a pintar de noche y eso le daba una percepci¨®n particular de la luz y la sombra. Algo que quiz¨¢ lo acercaba a la fotograf¨ªa, por eso una vez le dijo a Brassa?: ¡°La luz que tengo de noche es magn¨ªfica, la prefiero incluso a la luz natural. Deber¨ªas venir una noche a verla. Una luz que destaca a cada objeto con sombras trazando su c¨ªrculo alrededor del lienzo y proyectada en las vigas; lo encuentras en la mayor¨ªa de mis naturalezas muertas, casi todas pintadas de noche. Sea cual sea la atm¨®sfera se convierte en nuestra propia sustancia, nos borra y se las arregla para encajar con nuestra naturaleza¡±.
La escultura tiene un papel importante en esta exposici¨®n. El blanco fue el color preferido para muchas de sus esculturas, sobre todo para las cabezas de mujer. De alguna manera se daba un juego de opuestos y complementarios en las dicotom¨ªas hombre-mujer, blanco-negro. ¡°Si no sabes qu¨¦ color utilizar, elige el negro¡±, dijo Picasso en una entrevista, seg¨²n recuerda Dore Ashton en su texto del cat¨¢logo.
Pero fue la mezcla de los dos la que dio m¨¢s posibilidades a su pintura. Seg¨²n un estudio Picasso utiliz¨® hasta quinientos tonos de gris. ¡°Es un color muy espa?ol, que descubri¨® Manet en la pintura de Vel¨¢zquez, en su visita al Museo del Prado en el a?o 1865. Picasso lo rescata de Zurbar¨¢n, de El Greco, de Vel¨¢zquez, de Goya¡±, contin¨²a Carmen Gim¨¦nez.
Entre las pinturas m¨¢s destacadas de esta exposici¨®n est¨¢n La planchadora (1904), La nadadora (1934), El osario (1944-1945) o La cocina (1948). Sin embargo, hay un gran ausente en esta exposici¨®n y es precisamente el Guernica, que no puede formar parte de ella por la imposibilidad de moverlo de su actual emplazamiento. ¡°Hay cuadros maravillosos de Picasso, como Las se?oritas de Avi?¨®n, pero el Guernica es su obra maestra en blanco y negro. Y lo es porque supo hacer que fuera un cuadro de todos los tiempos. Es una pintura que deja entrever la tradici¨®n espa?ola del 3 de mayo, de Goya, y de Las lanzas, de Vel¨¢zquez. No se puede decir que es la guerra civil espa?ola, puede ser cualquier guerra. La de Siria hoy o cualquier otra que surja en el futuro. Es atemporal y en eso consiste su enorme fuerza. Est¨¢ el toro que puede ser algo espa?ol, y el caballo o las mujeres ¡ªque, para m¨ª, son muy espa?olas tambi¨¦n¡ª y que, en realidad, son Marie Th¨¦r¨¨se y Dora Maar. Hablando una vez con Maya Picasso, que ten¨ªa solo dos a?os cuando se estaba pintando el Guernica, recordaba que al ver el cuadro dec¨ªa ¡®mam¨¢, mam¨¢¡¯, al ver representada a su madre tan angustiada. Pero yo creo que es tambi¨¦n un cuadro que transmite mucha paz. A m¨ª me emociona todav¨ªa cuando me pongo delante de ¨¦l durante un rato. Te llega muy hondo¡±.
Si bien profundizar en las obras que Picasso realiz¨® en blanco y negro contribuye a comprender mejor el Guernica, la exposici¨®n Encuentro con los a?os 30 es la que se adentra en las circunstancias que lo propiciaron. ¡°La d¨¦cada de los a?os treinta es una de las m¨¢s importantes cuando hablamos del desarrollo del arte moderno. No solo porque en esa d¨¦cada surgen muchos de los ismos de las vanguardias: abstracci¨®n, realismo, surrealismo¡, sino tambi¨¦n por los acontecimientos pol¨ªticos que ocurr¨ªan¡±, explica Jordana Mendelson, comisaria general de la muestra. ¡°En las historias del arte que se han contado desde entonces se ha perdido un poco la perspectiva de la importancia que el arte espa?ol tuvo en esos a?os. En esta exposici¨®n intentamos repasar esta d¨¦cada con los ojos sobre las complicaciones del momento, sin intentar simplificar, suavizar o hacer m¨¢s f¨¢cil una ¨¦poca que fue muy dif¨ªcil y compleja. A nivel art¨ªstico, pol¨ªtico y tambi¨¦n en la articulaci¨®n de las relaciones entre los pa¨ªses. Retomamos el Guernica no solo como una obra maestra, que sin duda lo es, sino como parte de una historia con muchas circunstancias a tener en cuenta¡±.
La exposici¨®n ocupa dos plantas del museo madrile?o, unos 2.000 metros cuadrados. Una tiene el Guernica como centro, pero no como una obra aislada sino en relaci¨®n con todo lo que sucedi¨® en Espa?a en la d¨¦cada de los a?os treinta, a la Rep¨²blica y a la guerra. Adem¨¢s de pintura y escultura habr¨¢ ilustraci¨®n, propaganda, carteles, dibujos, fotograf¨ªa y pel¨ªculas, y una parte estar¨¢ dedicada al eclecticismo en el arte, que fue muy importante. Se podr¨¢n ver obras prestadas por museos internacionales de artistas como Max Beckmann, Piet Mondrian, Kandinsky, Tanguy, Man Ray, Mir¨®, Siqueiros, Torres-Garc¨ªa, Ad Reinhardt, Moholy-Nagy, Calder, Klee, Remedios Varo, Dal¨ª y Andr¨¦ Masson.
¡°En la otra planta tambi¨¦n abordamos el eclecticismo, d¨¢ndonos una idea, por ejemplo, de que cuando hablamos de realismo no solo nos referimos al realismo sovi¨¦tico, sino que es una herramienta a nivel estil¨ªstico y tambi¨¦n pol¨ªtico, o los modos de difusi¨®n del arte como fueron las grandes exposiciones de moda en la ¨¦poca¡±, contin¨²a Mendelson. ¡°Creo que es una perspectiva innovadora que viene, despu¨¦s de muchos a?os en el museo, investigando los formatos de papel ¡ªcarteles, fotograf¨ªas, grabados, caricaturas, revistas¡ª y tambi¨¦n los formatos m¨¢s populares. Se trata de romper con la idea de que solamente hay que tener en cuenta las exposiciones de galer¨ªas de arte y museos¡±.
En efecto, la exposici¨®n no se centra solo en las obras producidas en el mencionado periodo, sino en las formas de exposici¨®n a mayor escala que contribuyeron a su mejor difusi¨®n, como las grandes muestras universales o las pinturas murales para edificios p¨²blicos u otros medios en los que el poder se vinculaba al arte, incluso el m¨¢s avanzado y experimental. La exposici¨®n no evade los ejemplos de los Gobiernos totalitarios de la ¨¦poca en Italia y Alemania, donde tambi¨¦n se celebraron grandes eventos art¨ªsticos. ¡°En ellos prevalec¨ªa el clasicismo y la monumentalidad con un ¨¦nfasis en lo hist¨®rico. Entre unas y otras formas y contenidos, con algunas caracter¨ªsticas similares, se generaban grandes debates y fuertes tensiones¡±.
¡°Hablamos de una d¨¦cada donde se est¨¢n abriendo paso no solo los artistas que pasaron por las escuelas de arte, sino tambi¨¦n los amateurs. El artista que se descubre a s¨ª mismo, como Moholy-Nagy, Man Ray, o tambi¨¦n la mujer del primero, Lucia Moholy, que escribe uno de los textos m¨¢s importantes de la historia del arte de la ¨¦poca¡±, afirma. ¡°Uno de los subtemas importantes son los enlaces personales, lo que hoy llamar¨ªamos las redes. Pienso que antes se daba m¨¢s importancia a los Gobiernos, a una narrativa de un nivel superior. La tesis de esta muestra no es una correcci¨®n de la historia de los a?os treinta, sino un reconocimiento de sus contradicciones y posibilidades¡±.
¡°Esta exposici¨®n no ve a Espa?a como el hu¨¦rfano o el ¨²ltimo ejemplo o el caso excepcional dentro de lo que sucede en Europa en el campo del arte¡±, subraya Mendelson. ¡°Cuando miramos lo que suced¨ªa en Espa?a en comunicaci¨®n de masas, cultura, empresa, pol¨ªtica, relaciones interpersonales se puede considerar como algo ejemplar dentro de la d¨¦cada. Lo que sucede a nivel nacional all¨ª es algo que se puede extender a nivel internacional. Invita a considerar que cuando hablamos de gente como Alexander Calder, Roger Penrose, Salvador Dal¨ª, Joan Mir¨®, Le Corbusier, Fernand L¨¦ger, exhiben en s¨ª mismos ¡ªen sus personas y en el arte que producen¡ª esas complicaciones de su ¨¦poca.
¡°Fue una ¨¦poca que tiene mucho que ver con lo que sucede hoy¡±, comenta Mendelson. ¡°Y creo que por eso el museo ha optado por seguir adelante con esta ambiciosa exposici¨®n a pesar de que tuvimos restricciones de medios econ¨®micos. Siempre intentando mantener el concepto de que el artista no est¨¢ aislado de la vida ni de las circunstancias. La manera en que el artista se enfrenta a ellas dice mucho de cada uno. Algunos eligieron producir arte a causa de la pol¨ªtica, como los que dise?aban el cartel de propaganda, y que no por eso eran m¨¢s simples que los otros; estos conviv¨ªan con los que defend¨ªan activamente la poes¨ªa, el arte puro, la abstracci¨®n¡±. Dos actitudes ante el arte que se explican a trav¨¦s del debate que sostuvieron Josep Renau y Alberto. La exposici¨®n incluye unos dibujos de Alberto que se cre¨ªan perdidos y han sido hallados en el Museo Pushkin, de Mosc¨², en los que aborda directamente la pol¨ªtica, pero a trav¨¦s de escenas surrealizantes.
El recorrido est¨¢ salpicado de proyecciones de pel¨ªculas de la ¨¦poca que sit¨²an a¨²n mejor al visitante en ese contexto
¡°No solo hay pesimismo del arte en tiempos de conflicto. As¨ª es que en vez de ver el arte en t¨¦rminos de quien participa o no en la pol¨ªtica, consideramos que el que defiende la poes¨ªa adopta tambi¨¦n una postura pol¨ªtica. El artista no est¨¢ aislado, pero cuando decide aislarse intentamos indagar en sus motivos m¨¢s profundos¡±, afirma Mendelson.
El recorrido est¨¢ salpicado de proyecciones de pel¨ªculas de la ¨¦poca que sit¨²an a¨²n mejor al visitante en ese contexto. El teatro y la danza tienen tambi¨¦n un lugar para denotar la modernidad en Espa?a en tiempos de la Rep¨²blica. Se exhibe un gran tel¨®n original pintado por Alberto para La romer¨ªa de los cornudos, de La Argentinita, adem¨¢s de figurines de los trajes. Luego est¨¢ la maqueta del Pabell¨®n Espa?ol, que es tambi¨¦n un escenario en el que se pasa de la Rep¨²blica a la guerra.
Y es que esta exposici¨®n servir¨¢ para expandir algunos de los aspectos que centra la colecci¨®n permanente del museo. ¡°Quer¨ªamos dar una visi¨®n m¨¢s internacional de lo que signific¨® la Guerra Civil¡±, afirma Rosario Peir¨®, jefa del ¨¢rea de Colecciones y otra de las comisarias de la exposici¨®n. ¡°Las l¨ªneas de fuerza de esta parte de la muestra ser¨ªan lo teatral, Goya y su enorme influencia, y la visi¨®n internacional. Hay una sala de la ¡®ayuda a Espa?a¡¯, con pr¨¦stamos de obras realizadas en torno a la Guerra Civil, muchas de las cuales quedar¨¢n en el museo en dep¨®sito despu¨¦s del fin de la exposici¨®n¡±. Entre ellas destaca un casi desconocido ¨®leo nocturno de Magritte con fabulosos aviones improbables. Son importantes tambi¨¦n las numerosas obras de Masson realizadas durante su estancia en Espa?a.
En el Pabell¨®n Espa?ol se vendieron muchas obras donadas por artistas espa?oles e internacionales para apoyar al Gobierno de la Rep¨²blica. Se pusieron a la venta, adem¨¢s, carpetas con Los desastres de la guerra, de Goya. Un artista que palpita en el fondo de este arte en tiempos de guerra. ¡°La idea ha sido recuperar a Goya, un artista muy presente en la lectura cr¨ªtica del Guernica. Su est¨¦tica grotesca y surrealizante tuvo una enorme influencia que se nota no solo en muchos de los grandes artistas, sino hasta en las caricaturas sat¨ªricas de la ¨¦poca¡±.
En el centro de todo esto, el Guernica sigue imponiendo la fuerza de su mensaje. Cuanto m¨¢s explicaciones se dan, m¨¢s insondable es el misterio y m¨¢s clara su advertencia ante el horror de la violencia.
Picasso black and white. Guggenheim Nueva York. Del 5 de octubre al 23 de enero de 2013. Encuentro con los a?os 30. Museo Reina Sof¨ªa. Del 2 de octubre al 7 de enero de 2013.
Babelia
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