El camino de la cordura a la locura
Ladislav Kl¨ªma fue un rebelde radical, un renegado que eligi¨® vivir al margen de la sociedad. Sus escritos, airados y geniales, combinan pesadillas er¨®ticas y aforismos nietzscheanos
La dificultad de reconocer a un genio ¨²nico consiste precisamente en que tal genio no tiene com¨²n medida. Los lectores son capaces de juzgar si cierto autor se destaca entre otros de estilo similar, declarar que Cervantes es superior a los autores del Amad¨ªs y del Palmer¨ªn, y Dickens a los dem¨¢s folletinistas de su ¨¦poca. Otros, sin embargo, por no tener a quien ser comparados, brillan solitarios sin otro calificativo posible. Una de estas luminarias singulares fue el checo Ladislav Kl¨ªma.
Kl¨ªma naci¨® en Domazlice (Bohemia Occidental) en 1878. Desde su infancia hasta su muerte de tuberculosis en 1928, fue un rebelde: a los 16 a?os fue expulsado de todos los establecimientos escolares del Imperio Austriaco por haber insultado a la Iglesia, al Estado y a la corona imperial. Vivi¨® siempre en la indigencia, eligiendo lo que llam¨® ¡°la desviaci¨®n sistem¨¢tica de toda norma humana¡±. ¡°Comparado a Kl¨ªma¡±, dijo su compatriota Karel Capek, ¡°Di¨®genes fue un suntuoso terrateniente¡±. Fue conductor de tren, fil¨®sofo solipsista, fabricante de un producto para remplazar el tabaco, dramaturgo incomprendido, lustrador de zapatos ¡ªtodos trabajos que calific¨® de ¡°puras farsas¡± porque ¡°la m¨¢s m¨ªnima labor social es el colmo de la infamia¡±. Para ensayar una aproximaci¨®n al incesto, se fug¨® con la segunda mujer de su padre. Por desde?ar las comidas burguesas tradicionales, acab¨® aliment¨¢ndose de alcohol y de gusanos. Tanto Bohumil Hrabal como Milan Kundera lo consideraron su maestro literario.
La obra de Kl¨ªma es inmensa, variada y mayormente de publicaci¨®n p¨®stuma. El propio Kl¨ªma, en una colecci¨®n de notas redactadas en checo, alem¨¢n y lat¨ªn durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas de su vida y reunidas en un volumen bajo el ambicioso t¨ªtulo de Todo, propone una lista de sus escritos. ?stos consisten, dice, en ¡°ensayos literarios, cuentos a la Ch¨¦jov, narraciones en el sentido m¨¢s amplio de la palabra, relatos policiales llenos de suspenso, poemas en prosa, reflexiones, mi filosof¨ªa checa, p¨¢ginas ambiciosas, textos de actualidad o minuciosos, ensayos breves, elucubraciones rutinarias, aforismos y pensamientos, fragmentos literarios¡±. Hacia el final de su vida, en un acceso de rabia, destruy¨® gran parte de sus manuscritos; a pesar de ello, los seis vol¨²menes de sus obras completas restantes abarcan m¨¢s de 6.000 intensas p¨¢ginas. Aunque obviamente, en tal torrente verbal, no todo merece ser le¨ªdo con admiraci¨®n, lo mejor de su obra es deslumbrante: una gran parte de su ¡°diario ¨ªntimo¡± (que Kl¨ªma neg¨® fuese un diario); sus extraordinarios aforismos que dialogan con Nietzsche y con el obispo Berkeley, y parecen anticipar a Wittgenstein (¡°la risa es la aurora de mi entendimiento de todo¡±, ¡°el mundo intenta olvidarse¡±, ¡°el correlativo de Dios (desde el punto de vista humano) es el esclavo¡±, ¡°nada refuta a nada¡±); por fin, sus deslumbrantes ficciones, entre las que se destacan el vasto tomo titulado La gran novela, y el menos voluminoso pero no menos intenso relato Las desventuras del pr¨ªncipe Sternenhoch, publicado el a?o de su muerte y ahora traducido con soltura por Patricia Gonzalo de Jes¨²s.
Comparado a Kl¨ªma¡±, dijo su compatriota Karel Capek, ¡°Di¨®genes fue un suntuoso terrateniente¡±
El Pr¨ªncipe Sternenhoch es una suerte de oscuro reflejo del Pr¨ªncipe Mishkin de Dostoievski. A la santa inocencia y l¨¢nguido f¨ªsico del h¨¦roe ruso, Kl¨ªma contrapone un grosero y vanidoso alfe?ique, bizco, cojo, desdentado y lampi?o, quien se enamorar¨¢ perdidamente de una deslucida y extra?a mujer durante un baile aristocr¨¢tico. Obsesionado con ella hasta el insomnio, pide su mano al padre, un militar que detesta a su hija y no ve la hora de quit¨¢rsela de encima. Sternenhoch y su amada se casan, y as¨ª comienza un largo y ritualizado calvario er¨®tico que precede, y a mi entender supera, las sard¨®nicas pesadillas de William Burroughs y Georges Bataille.
Borges declar¨® en alg¨²n momento que cada autor crea sus propios precursores. Los de Ladislav Kl¨ªma son Poe, Sade, el conde de Lautr¨¦amont, G¨¦rard de Nerval, el Valle-Incl¨¢n de los esperpentos y el ya mencionado Nietzsche. Kl¨ªma los abarca y los excede, utilizando el arrebato er¨®tico y la p¨¦rdida de la raz¨®n para alcanzar una suerte de iluminaci¨®n m¨ªstica. ¡°Ya no soy un ser humano¡±, concluye su desventurado y deleznable pr¨ªncipe cuyo nombre, en alem¨¢n, significa ¡°alto como de estrellas¡±. ¡°?Todo vive! ?No existe la Nada!¡ No lo comprende nadie m¨¢s que yo, el m¨¢s vil de los gusanos, que, encumbrado por el sufrimiento m¨¢s inaudito, ha alcanzado la Cordura a trav¨¦s de la Locura¡±. Esto, escrito entre las dos insensatas y sanguinarias guerras mundiales, debiera hacer, para los lectores de nuestro siglo, las veces de manifiesto y advertencia.
Las desventuras del pr¨ªncipe Sternenhoch. Ladislav Kl¨ªma. Traducci¨®n de Patricia Gonzalo de Jes¨²s. Libros del Silencio. Barcelona, 2012. 228 p¨¢ginas. 16 euros
Babelia
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