Lo que se perdi¨® por El Camino
El camino, s¨¦ptimo disco de The Black keys, les ha convertido en incuestionables estrellas, algo confirmado por sus cinco candidaturas para los Grammy
Para acceder a Dan Auerbach la tarde del concierto de The Black Keys en Madrid hay que atravesar una? puerta con el cartel "No pasar". Despu¨¦s recorrer los largos pasillos del Palacio de Deportes de la calle Goya someti¨¦ndose al escrutinio de varios miembros de su personal de seguridad, parte del s¨¦quito de 25 personas que les acompa?a en este tour. Al final, en una sala grande y desolada, sentado en un sill¨®n que no se sabe muy bien que hace ah¨ª, aparece el m¨²sico.
Auerbach, nacido en Akron, Ohio, hace 33 a?os no tiene el aspecto de una estrella del rock. Delgado, de pelo rubio, barba corta y mirada despistada, responde con brevedad a las preguntas. Parece extremadamente tranquilo, algo que sorprende teniendo en cuenta que en un rato tocar¨¢ delante de 15.000 personas. A su lado en el escenario estar¨¢ su compa?ero en el d¨²o, el bater¨ªa Patrick Carney. Detr¨¢s, otros dos m¨²sicos que se mantienen en un discreto segundo plano. ¡°?Nervioso? no. Nunca he tenido miedo esc¨¦nico. Al principio, alguna vez, pero de eso hace mucho tiempo. Lo paso peor con las entrevistas¡±.
Ni su discogr¨¢fica, Warner, ni su promotora espa?ola, Doctor Music, las ten¨ªan todas consigo cuando se anunci¨® el concierto en un recinto tan grande, el que se destina habitualmente a Rihanna o Coldplay. Al fin y al cabo The Black keys es un d¨²o de rock?n roll que, en Espa?a, no ha tenido acceso a las radiof¨®rmulas. Su ¨¦xito se ha basado primordialmente en el boca o¨ªdo, pero 15.000 bocas son muchas. Aun as¨ª agotaron todo el ticketaje. In extremis, es cierto, el sold out se anunci¨® la noche anterior, pero lo hicieron y eso es lo importante.
Hay varias explicaciones para el fen¨®meno. En primer lugar en casi todos los rincones de Espa?a hay un garito en el que se pincha rock, y en la mayor¨ªa poseen alg¨²n disco de The Black Keys. Son desde hace tiempo uno de los grupos favoritos de la parroquia rockera espa?ola. B¨¢sicamente porque su combinaci¨®n del rock blanco de garage y? soul les coloca en la misma divisi¨®n que, pongamos The Hives, pero de una forma m¨¢s limpia. Es una de esas bandas que los rockeros pueden compartir con sus amigos que no lo son. No es nada nuevo integrar el blues y el soul en el rock, pero no es f¨¢cil que el resultado sean melod¨ªas impecables y estribillos tarareables.
"Es una bobada decir que lo comercial es malo. Creo que ha sido una excusa para camuflar el fracaso de canciones de mierda".
?Adem¨¢s es el ¨²nico directo de la gira del ¨¢lbum El camino que pasaba por Espa?a y lleva anunciado seis meses, desde abril, tiempo m¨¢s que suficiente para planificar el desplazamiento. Por eso el pabell¨®n esta lleno de aficionados que han venido de casi todas partes.
Y no hay que olvidar que la primera y ¨²ltima vez que visitaron Espa?a, en 2004, eran todav¨ªa unos debutantes.?¡°Nos pagaron con una caja de cervezas. Cuando termin¨® el concierto nos la llevamos a la furgoneta, pero apareci¨® el due?o del bar para decirnos que de eso nada, que la cerveza era nuestra, pero los botellines suyos. Tuvimos una bronca impresionante¡±, recuerda Auerbach. "Ahora es mucho mejor. En aquel momento viaj¨¢bamos tres y era todo mucho m¨¢s complicado. Conduc¨ªamos nosotros la furgoneta, descarg¨¢bamos, mont¨¢bamos, prob¨¢bamos sonido, toc¨¢bamos, vend¨ªamos merchadising, desmont¨¢bamos y al d¨ªa siguiente volver a empezar".
-Entonces ?por qu¨¦ han puesto en la portada del disco una furgoneta similar a las que usaban entonces?
-Por nostalgia.
-?Nostalgia de qu¨¦? ?No dice que eran peores tiempos?
- Es una forma de recordar de donde venimos.
'Tighten up', uno de sus primeros ¨¦xitos, inclu¨ªdo en 'Brothers'
Da la impresi¨®n de que The Black Keys viven en una realidad que no les pertenece. Y que lo saben. Se han prestado al juego, es cierto, pero nunca parecen c¨®modos del todo. Hoy el star system estadounidense les trata como a uno de los suyos. Y ah¨ª solo se accede de una forma: generando beneficios. Auerbach es candidato a seis premios Grammy, cinco de The Black Keys y uno a su nombre por la producci¨®n de Locked down, el ¨²ltimo disco de Doctor John, mito de la m¨²sica de Nueva Orleans que ¨¦l dirigi¨® y registr¨® en su estudio de Nashville, donde reside. "Esa fue una grabaci¨®n divertid¨ªsima. Reun¨ª a los m¨²sicos y lo ten¨ªamos todo preparado para que cuando Mac llegara, solo tuviera que tocar el piano y cantar. Apenas tardamos cinco d¨ªas en acabarlo".
El disco de Doctor John es casi m¨¢s The Black Keys que su s¨¦ptimo ¨¢lbum, El Camino que entr¨® directamente en el n¨²mero uno de Estados Unidos y vendi¨® 206.000 copias en su primera semana. Es mucho? m¨¢s crudo, m¨¢s potente, tiene m¨¢s aristas. Auerbach no oculta que su intenci¨®n con El camino era grabar un disco comercial. ¡°Pretendimos hacer un disco con canciones pegadizas y comerciales. Quer¨ªamos ser comerciales en el mismo sentido que Smokey Robinson era comercial con la Motown. Que John Fogerty lo era con Credence Clearwater Revival. Que Jagger y Richards lo fueron con Rolling Stones y Ottis Redding con la Stax. Joey Ramone lo quiso ser con los Ramones. No s¨¦ en que momento ?en los noventa, quiz¨¢s? se decidi¨® que lo comercial era mierda. Es una bobabda decir que lo comercial es malo. Creo que es una excusa para camuflar el fracaso de canciones de mierda. Es divertido escribir canciones que gusten a la gente. El reto, que nosotros nos planteamos con Brothers, fue lograr hacer canciones pegadizas sin que dejaran de ser canciones de The Black Keys¡±.
'Lonely Boy', primer sencillo de 'El Camino'
Brothers, fue su sexto ¨¢lbum. Contaron con la producci¨®n de Brian Burton, Danger mouse. Burton, salido del hip hop, se hizo famoso cuando combin¨® la m¨²sica del White album de The Beatles con los rapeos del Black album de Jay Z en algo llamado Grey album. Consigui¨® un mill¨®n de descargas, ilegales, sin que los intentos de la entonces poderosa EMI consiguieran evitarlo. Iron¨ªas del destino, m¨¢s tarde Burton firmar¨ªa con esa misma multinacional, logrando ¨¦xitos mundiales como Crazy, de Gnarls Barkley, y comenzando una carrera de francotirador de la producci¨®n especializado en limar aristas de grupos que, por si solos, no consegu¨ªan salir de la marginalidad.
Aquel Brothers gan¨® tres Grammy. ¡°Hemos crecido muy despacito, paso a paso. En eso hemos sido afortunados. No nos encontramos con un ¨¦xito rep¨¦ntino.¡±, dice.? Y entonces recurrieron otra vez a Burton. Que esta vez se implic¨® tambi¨¦n en la composici¨®n. Por primera vez en 10 a?os un tercero entraba en lo m¨¢s sagrado de The Black keys, las canciones. ¡°?l lo pidi¨®. Somos amigos, as¨ª que lo permitimos¡±.
-?Cu¨¢l fue su aportaci¨®n al disco?
-A nivel musical muy poca. Nos ayud¨® sobre todo con las letras.
Curioso, las letras de este ¨¢lbum est¨¢n llenas de estribillos con la, la, las y oh, oh, oh, ese tipo de interjecciones que facilita la comuni¨®n con el p¨²blico que no habla ingl¨¦s. Han pulido tanto su sonido que a veces puede pecar de blando. Da la sensaci¨®n de que est¨¢n intentando exprimir su ¨¦xito todo lo que puedan porque no saben cuando su suerte puede cambiar. "S¨ª es as¨ª. Nada est¨¢ garantizado. Los grupos no duran mucho. Es un hecho probado. Puedes contar con una mano las bandas que permanecen juntas. Tenemos que trabajar ahora tanto como sea posible, porque es ahora cuando tenemos la oportunidad de hacerlo".
Por eso en 2012, dar¨¢n m¨¢s de cien conciertos. "No tengo ni idea de cuantos d¨ªas he estado en casa, pero es cuesti¨®n de hacer c¨¢lculos. Cuando estoy en casa intento componer, pero es dif¨ªcil, pasamos tan poco tiempo y tenemos obligaciones... la familia".
Auerbach y Carney crecieron en el mismo barrio de Akron. Ambos tienen antecedentes musicales en la familia. El t¨ªo de Carney, Ralph Carney, fue miembro fundador de Tin Huey, una banda de Weird New Wave? que firm¨® con Warner Bros. en los a?os 70 y ayud¨® a desarrollar "el sonido Akron", junto a Devo. El primo de Auerbach es el guitarrista Robert Quine, un ex miembro de Richard Hell & The Voidoids y m¨²sico de Lou Reed y Lloyd Cole durante los ochenta.
Los dos iban con diferentes pandillas al mismo instituto en el que estudi¨® Chrissie Hynde. Auerbach escuchaba rap y fue capit¨¢n del equipo de f¨²tbol. Carney, era el payaso de la clase, aficionado a Sonic Youth y toc¨® en grupos de rock con nombres como Umbilical Whore. "Yo era amigo del hermano mayor de Patrick", recuerda Auerbach."?l era el peque?o. Solo un a?o y medio menos, pero de crio eso parece una diferencia mucho mayor".
The Black Keys no se form¨® hasta algunos a?os despu¨¦s de la graduaci¨®n, cuando ambos no sab¨ªan que hacer despu¨¦s de abandonar la Universidad. "Yo tocaba solo en bares de Akron, tres, cuatro noches por semana. Aquello se me qued¨® peque?o pero si quer¨ªa ir de gira necesitaba una maqueta en condiciones. Sab¨ªa que Patrick tocaba la bater¨ªa as¨ª que le llam¨¦".
Aun hoy, Auerbach lleva el peso. "Yo compongo. Pat no lo hace hasta que llegamos al estudio a ensayar". Su relaci¨®n fuera del grupo es escasa. De hecho, mientras Auerbach vive en Nashville, ("Nos mudamos hace a?os, necesit¨¢bamos un cambio de aires y Nashville era perfecta"), Carney reside en Nueva York. "Ya no, ha vuelto a Nashville. Pero no ha cambiado nada. No nos vemos demasiado cuando estamos en la ciudad. De hecho cuando est¨¢ de vacaciones se va a Los ?ngeles. Viaja mucho. Somos amigos. Pero este a?o hemos pasado juntos cien noches. Necesitamos un descanso cuando nos separamos".
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