Espa?ol subtitulado

Que este cronista recuerde, debe ser la primera vez que una distribuidora decide subtitular en espa?ol una pel¨ªcula hablada en espa?ol. No como apoyo a los cin¨¦filos sordos o a los extranjeros que no dominan el castellano, sino como herramienta b¨¢sica para que los espa?olitos de a pie entiendan unos di¨¢logos con fuerte acento colombiano, escasa dicci¨®n y discreta entonaci¨®n. Sin embargo, y a pesar de todo, el subtitulado solo parece la ¨²ltima muestra de la incapacidad de El p¨¢ramo para revelarse de un modo no ya s¨®lido sino al menos coherente.

Debut en el largometraje del colombiano Jaime Osorio M¨¢rquez, formado cinematogr¨¢ficamente en Francia, la pel¨ªcula, de aspecto b¨¦lico y protagonizada por un grupo de soldados en una misi¨®n contra la guerrilla, viene a ser un cruce de referencias mal digeridas que regurgitan mediante un discurso tedioso, vacuo y repetitivo, donde igual vale la esencia de La cosa, de John Carpenter, cambiando al alien¨ªgena por una bruja santera, que la secuencia del extintor de Irreversible, que el torture-porn al estilo Saw, al mostrar con morbosa delectaci¨®n la amputaci¨®n de la pierna de un soldado con una sierra. Filmada, eso s¨ª, de un modo hiperrealista con abundante profesionalidad, El p¨¢ramo solo ser¨ªa un ladrillo sin relleno alguno si no fuera porque, a la hora del desenlace, Osorio se atreve con dos risibles teor¨ªas, una pol¨ªtica, sobre la guerrilla, y otra filos¨®fica, sobre la condici¨®n humana, sobre el Bien y el Mal, que, directamente, convierten en mera an¨¦cdota lo del subtitulado.