Contigo iba a ser diferente
Se celebra el 35? aniversario de 'Rumours', el disco de ruptura m¨¢s popular de la historia. Una efem¨¦ride que sirve para seleccionar unas cuantas canciones que tratan de corazones rotos
?Rumours signific¨® el cenit comercial de Fleetwood Mac. Editado el 5 de febrero de 1977 lleva colocadas alrededor de 40 millones de copias, lo que le convierte en uno de los diez ¨¢lbumes m¨¢s vendidos de todos los tiempos.Cuatro sencillos llegaron al n¨²mero uno en Estados Unidos.
Fue un hito en la la trayectoria de un grupo que simboliza como pocos el desparrame del las rockstars en los a?os setenta. La era del sexo, las drogas y el rock n?roll. Fundado en 1967 en Reino Unido en el momento de registrar Rumours solo dos de los cinco componentes eran miembros originales. Desde 1974 viv¨ªan en Los ?ngeles y del blues original hab¨ªan pasado a un lujoso pop para adultos. Tanta era la sensaci¨®n de ser? una nueva banda que al disco anterior a este Rumours, el que les hab¨ªa convertido en estrellas en 1975, lo llamaron Fleetwood Mac, a pesar de que ya hab¨ªan llamado igual a su segundo ¨¢lbum, de 1968, (ahora m¨¢s conocido como Peter Green?s Fleetwood Mac).
La intrahistoria de Rumours es realmente peculiar. Fue el fruto de un grupo compuesto por parejas rotas. Unos meses antes de empezar a grabarlo Christine McVie anunciaba a su marido, John, que estaba saliendo con otro. ?l no se lo tom¨® muy bien, pero ninguno de los dos se plante¨® dejar la banda. Stevie Nicks le comunic¨® a Lindsey Buckingham que su relaci¨®n hab¨ªa acabado cuando ya estaban en el estudio en Sausalito, California. El quinto miembro, Mick Fleetwood, asist¨ªa at¨®nito a las guerras internas. ¡°Se estaban escribiendo canciones los unos a los otros y cant¨¢ndolas en el mismo micro. No tengo ni idea de c¨®mo pod¨ªan hacerlo¡±, recordaba en una entrevista. ?l tampoco sali¨® indemne del desastre. Su esposa le abandon¨® en aquellas fechas. Por tel¨¦fono.
Fueron unos meses lo bastante traum¨¢ticos para que las heridas aun no hayan curado del todo. "John y yo seguimos en contacto. Stevie y Lindsey no tanto", reconoc¨ªa en diciembre Christine McVie. Han pasado ya 35 a?os.
Este 35? aniversario se celebrar¨¢ con una reedici¨®n y una gira mundial, la primera desde 2009. En ella participar¨¢n cuatro de los cinco actores en aquella grabaci¨®n. Solo faltar¨¢ Christine McVie, que dej¨® el grupo en 1998. Sirva el aniversario para trazar un recorrido por canciones sobre la ruptura escritas en caliente. Obviamente hay varios millones donde elegir. El asunto? "me ha dejado la /¨¦l muy..." es posiblemente el m¨¢s trillado desde que nuestra especie descubri¨® que todo esto del amor iba bastante m¨¢s all¨¢ de pasar un rato retozando.
Dreams, Fleetwood Mac
La segunda canci¨®n de Rumours, cantada por Stevie Nicks, explicaba la ruptura con Buckingham desde su punto de vista. Ambos se hab¨ªan conocido en 1965, cuando ella ten¨ªa 17 y ¨¦l 16, pero no fueron pareja hasta 1971. Es un tema amable, dentro de lo que cabe. Una especie de oda a lo que tuvieron y perdieron. Nicks le desea un futuro mejor y le pide que no se lo tome tan a pecho. "Las mujeres van y vienen. Cuando la lluvia te limpie lo sabr¨¢s", dec¨ªa un verso.
Go your own way, Fleetwood Mac
Pero no funcion¨® vista esta canci¨®n con la que le respondi¨® su ex. "Lindsey tuvo una aproximaci¨®n a aquello bastante m¨¢s punk rock", explicaba Stevie Nicks en la revista Mojo. "Esa fue su manera de superarlo. Todav¨ªa no me gusta ese verso: ¡®Estar con alguien es todo lo que buscas¡¯. Desafortunadamente eso es lo que ¨¦l pensaba de m¨ª".
I'm waking up to us, Belle & Sebastian
Cuando el grupo empez¨® en Glasgow en los noventa, Isobel Campbell, la chelista y Stuart Murdoch, cantante y letrista, eran pareja. Seis a?os despu¨¦s ella dejaba la banda. La explicaci¨®n inicial, ¡°Quer¨ªa volar por mi cuenta¡±, no resultaba convincente desde el momento en que los abandon¨® por sorpresa en medio de una gira. No deb¨ªa de ser agradable escuchar cada noche esta canci¨®n compuesta por Murdoch en la que le soltaba perlas como ¡°Yo necesito a alguien que se alegre de lo hago. T¨² un hombre que o sea rico o haya perdido un tornillo. Te quiero, ?sabes? Esa es la iron¨ªa, vas a salir de aqu¨ª intacta. De cualquier forma creo que nunca te gust¨¦. Te gustas a ti misma y te gustan los hombres que te besan el trasero¡±. Por si estos primeros versos no aclaraban la idea, el resto de la canci¨®n ahondaba en la imagen de la mujer vampiro, esa que chupa todo lo que puede de su pareja y cuando no queda m¨¢s va a por otra. Se comenta que Monologue for an old true love es la respuesta de Campbell. Ella parece opinar que tampoco le debe tanto a su ex novio como ¨¦l defiende.
Minusval¨ªa, Astrud
Una de las tragedias de que termine una relaci¨®n amorosa, adem¨¢s del fin en s¨ª mismo, es que generalmente finaliza para uno de los dos implicados antes que para el otro. Si el protagonista de esta canci¨®n incluida originalmente en T¨² no existes, disco del d¨²o barcelon¨¦s editado en 2007, am¨® alguna vez a la persona a la que se dirige, lo ha olvidado. Y adem¨¢s no le importa. Es dif¨ªcil imaginar una forma de hablarle a alguien m¨¢s cruel. Versos como "Sabiendo como sabes lo que siempre le hago a la gente/ C¨®mo pensabas que contigo iba a ser diferente", rozan el sadismo. Preguntado sobre el particular, Manolo, letrista del grupo, contesta desde Nueva York, donde ahora reside: "La letra no est¨¢ dedicada a nadie. Surgi¨®, probablemente, a partir de dos o tres tontadas que ya eran viejas cuando escrib¨ª la canci¨®n. Por supuesto, ninguna de las personas implicadas en aquellas tontadas merecer¨ªa el desplante que el personaje ficticio que habla le hace a la destinataria ficticia. En todo caso, como sus opiniones sobre la relaci¨®n entre la mente y el cerebro as¨ª atestiguan, el personaje que habla es medio tonto"
The price I pay, Billy Bragg
El bardo comunista ingl¨¦s est¨¢ casado desde hace m¨¢s de 20 a?os con la hija de un exiliado republicano espa?ol, con la que tiene dos hijos. Pero a principios de los ochenta sufri¨® un desenga?o amoroso que le inspir¨® un disco completo, Worker?s playtime. En ¨¦l reflexionaba sobre el amor, algo que hasta entonces, salvo brillantes excepciones, parec¨ªa superficial frente a su lucha por convertir Europa occidental al socialismo. En su momento fue un ¨¢lbum poco valorado pero est¨¢ lleno de hermosas canciones como She?s got a new spell, que los mallorquines La Granja traducir¨ªan al castellano como Magia en sus ojos. O Waiting for the great leap forward, en la que est¨¢ uno de sus versos hist¨®ricos, ¡°si tienes una lista negra yo quiero estar en ella" (aunque en los ¨²ltimos tiempos lo ha cambiado por, ¡°si tienes un blog yo quiero estar en ¨¦l¡±). De cualquier manera la gran canci¨®n de ruptura del ¨¢lbum era The Price I Pay, el precio que pago, el doliente reconocimiento de que el amor es ciego, pero es lo que hay. ¡°Amarte es como caminar una milla con una piedra en el zapato, ese el precio que pago por amarte como lo hago¡±. Aunque la idea del disco la expresa una cita del comunista italiano Antonio Gramsci incluida en el encarte: ¡°Cu¨¢ntas veces me he preguntado si realmente es posible establecer v¨ªnculos con una masa de gente si uno nunca ha tenido sentimientos fuertes por nadie, ni siquiera por los propios padres. Si es posible preocuparse por un colectivo cuando uno no ha sido profundamente amado por un ser humano individual. ?No habr¨¢ eso tenido alg¨²n efecto en mi vida de militante? ?No habr¨¢ tendido a hacer est¨¦ril mi calidad de revolucionario reduci¨¦ndolo a una cuesti¨®n de puro intelecto, de c¨¢lculo matem¨¢tico?" No est¨¢ mal, ?verdad?
If you see her say hello, Bob Dylan
En un memorable post en el blog Muro de Sonido, el periodista Xavi Sancho recordaba un episodio de la serie estadounidense Californication. Este era uno de los p¨¢rrafos: "Becca, la hija de Hank Moody, est¨¢ triste porque su profesor de guitarra, de quien se hab¨ªa enamorado, se ha ido con otra. Mientras pasean por Venice Beach, su padre trata de consolarla. ¡°?Cu¨¢ndo dejar¨¢ de doler?¡±, le pregunta ella. ¡°Si tienes suerte, jam¨¢s¡±, responde ¨¦l. Y empieza a cantarle If you see her, say hello, del Blood on the tracks de Bob Dylan, tal vez el mejor disco de ruptura de la historia". Aunque su matrimonio con Sara, con la que tuvo cuatro hijos, no termin¨® oficialmente hasta 1977, en 1975, cuando se publica el ¨¢lbum est¨¢ ya en una situaci¨®n terminal con continuas rupturas y reconciliaciones. A Sara dedic¨® Dylan algunas de sus mejores letras de amor y de desamor. Como esta que muestra un Dylan comprensivo, dolido porque ella se va, y que la echa de menos, pero que sobre todo, la ama y la respeta. ¡°Si te acercas a ella, dale un beso de mi parte¡±. No siempre fue as¨ª, circulan versiones por ah¨ª en las que no era tan amable con ella.
Skinny love, Bon Iver
La an¨¦cdota es conocida. Tras una mala racha el m¨²sico veintea?ero Justin Vernon se retira en 2009 a una caba?a en las monta?as. De all¨ª sali¨® con su primer ¨¢lbum firmado como Bon Iver, que tambi¨¦n fue su primer pelda?o a la fama. El t¨ªtulo, For Emma, forever ago, se deb¨ªa a que todo el disco giraba sobre su ruptura con Emma Sarah Jensen, la novia que tuvo en su pueblo de Wisconsin. Pero no es exactamente as¨ª. Para empezar no hay una ¨²nica musa. La protagonista de esta historia en particular es Christy Smith, la novia de Vernon en Raleigh, que fue la primera persona en escuchar la canci¨®n. Ella dijo: ¡°En cuanto la o¨ª, sab¨ªa que hablaba de mi¡¯. ?l explic¨®: ¡°Sal¨ªamos juntos, viv¨ª con ella mucho tiempo y es una persona muy importante en mi vida. Pero de lo que trata la canci¨®n es del momento por el que estaba pasando en la relaci¨®n. Un momento en el que est¨¢s con alguien porque necesitas ayuda. Pero ese no es el motivo por el cual debes de estar con alguien. Es un amor escu¨¢lido. Carece de peso. Un amor sin sustento¡±.
Segundo premio, Los Planetas
Lo m¨¢s encantador de Los Planetas es la alegr¨ªa con la que exponen sus miserias en sus canciones. Un caso claro es Segundo Premio, la canci¨®n con la que abr¨ªan Una semana en el motor de un autob¨²s, el disco cumbre de su carrera y para muchos uno de los cenits del pop espa?ol. La historia no puede ser m¨¢s sencilla. Chica deja chico. Ni se molesta en dec¨ªrselo. Chico se queda hecho una piltrafa y abriga la secreta esperanza de que un d¨ªa Chica se d¨¦ cuenta del error cometido y se arrepienta sufriendo. ¡°Y si esto te hace da?o, si te puedo hacer sufrir, ha servido para algo, al menos para m¨ª¡±. Dec¨ªa J, cantante y letrista del grupo granadino, que ese sufrimiento ajeno es el Segundo premio del t¨ªtulo. Que eso no pase casi nunca y ella ni se acuerde de ¨¦l cuando ¨¦l est¨¢ escribiendo esta canci¨®n es lo de menos.
Lost cause,? Beck
Causa perdida es el momento ¨¢lgido de Sea Change, el disco que Beck Hansen dedic¨® a documentar la ruptura con la dise?adora Leigh Limon. La explicaci¨®n, dada por el autor, era que descubri¨® que la que hab¨ªa sido su pareja durante diez a?os ten¨ªa una relaci¨®n con otra persona. De aceptarlo, el rencor y el dolor ser¨ªan el origen de versos como: "Estoy cansado de luchar por una causa perdida. Hay un lugar al que vas en el que nunca has estado. All¨ª nadie sonr¨ªe detr¨¢s de ti. Ni te espera de pie en la puerta. Y para eso cre¨ªas que serv¨ªa el amor".
Claro que ella nunca ha abierto la boca, que se sepa. Y eso, (explicable como una cla¨²sula del acuerdo de separaci¨®n), nos evita conocer su versi¨®n. Porque, al parecer, ella neg¨® que aquella otra relaci¨®n existiera y hay quien indica que el hecho de que no perteneciera a la Cienciolog¨ªa, el culto que profesa Beck, pudo tener algo que ver en su ruptura.(Aseguran que el asesor espiritual del m¨²sico le chinchaba con el cl¨¢sico: "esa chica no te conviene").
Lo que es indudable es que Beck, que rompi¨® con Limon tres d¨ªas antes de su 30 cumplea?os, lo pas¨® fatal. Escrito en 2000, pero no publicado hasta 2003, el disco era tan expl¨ªcito que hubo quien se lleg¨® a preocupar por el m¨²sico. Un ejemplo, la revista The Face le escribi¨® una carta abierta titulada: "Eh... ?Va todo bien, t¨ªo?".
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