La rebeli¨®n de Carlos Saura
El Gran Teatro del Mundo se estrena en Las Naves del Matadero, de Madrid, el d¨ªa 4
?l, que tanto ha rondado al teatro, y el teatro a ¨¦l, a lo largo de sus m¨¢s de 50 pel¨ªculas y de sus muchas d¨¦cadas de buen espectador de artes esc¨¦nicas, ha devenido en un primerizo director teatral, con sus nervios y sus dudas incluidos, a sus 81 a?os.
Carlos Saura no se anda con chiquitas y para su baile de debutante elige un dif¨ªcil texto del barroco espa?ol, en verso, de Calder¨®n de la Barca, y para terminar de hacer el pino con las pesta?as un Auto Sacramental, El Gran Teatro del Mundo, que ¨¦l mismo versiona incorporando elementos nuevos, al tiempo que se ha responsabilizado del espacio esc¨¦nico y del vestuario. ¡°Yo me lo guiso y yo me lo como¡±, dice de este espect¨¢culo que se estrena el 4 de abril en Las Naves del Matadero del Teatro Espa?ol, de Madrid, donde permanecer¨¢ hasta el 5 de mayo.
Ya puestos a ir a lo grande no se ha conformado con una compa?¨ªa de actores poco avezados en el oficio. Ha preferido actores curtidos que cumplan una doble funci¨®n, brillar con luz propia en el montaje, y aprehenderlos, involucr¨¢ndoles en este trabajo de manera que aporten todo su bagaje profesional y sus conocimientos en el mundo esc¨¦nico. Ah¨ª est¨¢n Antonio Gil, Jos¨¦ Luis G. P¨¦rez, Fele Mart¨ªnez, Manuel Mor¨®n, Ruth Gabriel, Emilio Buale, Adriana Ugarte, Ra¨²l Fern¨¢ndez de Pablo, Eul¨¤lia Ram¨®n, H¨¦ctor Tomas y Tacuara Jawa.
No hay m¨¢s que ver qui¨¦nes son para saber de las intenciones de Saura que, por otro lado, presume de ellas: ¡°Hacer crecer una obra as¨ª, sin asideros ni trama terrenal, con personajes que nada saben de su pasado, que no tienen vida propia m¨¢s all¨¢ de la carga religiosa y de los designios de Calder¨®n, solo est¨¢ al alcance de los estupendos actores con los que he tenido la oportunidad de trabajar. En realidad, y lo digo de coraz¨®n, son ellos los que han ido haciendo paso a paso esta obra¡±.
¡°Pienso que as¨ª ser¨ªa c¨®mo Calder¨®n ensayar¨ªa El Gran Teatro del Mundo unos d¨ªas antes de terminar de escribir su comedia¡±, comenta Saura
Todos juntos han jugado al teatro en este montaje que habla, al m¨¢s puro estilo metateatral, de c¨®mo hacer una funci¨®n sobre una obra que plantea una representaci¨®n. ¡°Algo que es muy divertido para nosotros, aunque al principio cost¨® saber qui¨¦nes ¨¦ramos en cada momento¡±, apunta Ruth Gabriel.
¡°Pienso que as¨ª ser¨ªa c¨®mo Calder¨®n ensayar¨ªa El Gran Teatro del Mundo unos d¨ªas antes de terminar de escribir su comedia¡±, dice Saura de esta pieza que siempre le ha gustado, y que ha visto representada en iglesias monumentales, con versiones muy respetuosas. La suya no lo es. Muy intencionadamente.
Los personajes de los actores del siglo XXI, se le rebelan dentro del montaje a la hora de repartir los personajes a los actores de la trama calderoniana. Muchos de ellos ponen a parir el texto de Calder¨®n, autor que tambi¨¦n ha pillado papel en esta versi¨®n (interpretado por un cabreado e incomprendido Garc¨ªa P¨¦rez), y que en realidad es un trasunto del propio Saura, como director de la obra.
Un director que deja bien patente que pertenece al mundo visual, al incorporar numerosas proyecciones, muchas de las cuales est¨¢n en la l¨ªnea de su trabajo hecho en 2011 como comisario de la excepcional exposici¨®n Luz, de Carlos Saura, que se vio en Avil¨¦s e incomprensiblemente nunca ha viajado a Madrid o Barcelona. Es inevitable pensar los nervios que ha tenido que pasar Paco Belda, como iluminador de este montaje, con todo un Saura analizando su trabajo.
Lo primero que les dijo el director a este plantel de reconocidos actores fue "olvidad las explicaciones y dejaos llevar". Pero como apunta Antonio Gil los actores necesitan explicaciones: ¡°Al trabajar con ¨¦l se ha dado un cierto margen de misterio, abre nuevos caminos, ha sido muy refrescante y nos hemos sentido muy part¨ªcipes, porque nos ha permitido ir creado algo que nos implica y nos satisface, y que venga de alguien tan importante es un placer¡±, se?ala este actor espa?ol reconocido internacionalmente como actor fetiche de Peter Brook, Simon McBurney, Dan Jemmett y acostumbrado a actuar en grandes teatros internacionales en ingl¨¦s y franc¨¦s. Su compa?era de reparto, Adriana Ugarte est¨¢ de acuerdo en que ha habido un gran nivel de libertad y de confianza: ¡°Pero la vanidad se ha quedado sin respuestas¡±.
Todos los actores se muestran contentos, como Manuel Mor¨®n que, como hace de Mundo, arrastra consigo una gran bola terrestre, que le lleva de cabeza. O Fele Mart¨ªnez que habla de su ovodescenso, ya que su aparici¨®n en escena, como Autor Soberano, es bajando dentro de un curioso huevo que llega desde el mism¨ªsimo cielo. O como Emilio Buale, importante actor de origen guineano, al que le ha tocado el papel de Rey quien dice muy serio, hasta el punto de que puede costar verle la retranca: ¡°Estoy muy contento porque me han dado el papel de monarca, y hasta ahora siempre me daban el papel de negro, cosa que nunca he entendido por qu¨¦¡±.
Esta obra se represent¨® por primera vez en las fiestas del Corpus Christi en Valencia, en 1641, aunque se cree que fue escrita una d¨¦cada antes. El Gran Teatro del Mundo describe la vida como una escenificaci¨®n, imagina al mundo como si fuese un gran teatro y transmite la idea de que s¨®lo a trav¨¦s de la muerte se llega a la verdadera vida. Cada personaje de esta gran comedia escenifica su papel y al terminar la obra, recibe un premio o un castigo, seg¨²n haya obrado bien o mal.
En el montaje de Saura el director ha querido imaginar un Calder¨®n redivivo que es al mismo tiempo actor, autor y director, arrog¨¢ndose su personalidad, y sin temor al ¡®que dir¨¢n¡¯, decide comenzar hoy d¨ªa los ensayos de su versi¨®n de El Gran Teatro del Mundo. ¡°Para m¨ª es muy importante el juego esc¨¦nico de los actores que van a interpretar a personajes que son arquetipos, s¨ªmbolos, que de alguna manera representan a la vasta humanidad y que no tienen otra vida m¨¢s all¨¢ del personaje que les ha sido designado. Es aqu¨ª donde Calder¨®n avanza varios pasos sobre otras propuestas semejantes. Sus personajes representan al pobre, al rico, al labrador, al rey, a la hermosura, a la pobreza, a la discreci¨®n y al ni?o, y que a¨²n siendo creados para ser cada uno lo que es, se rebelan cuando el papel que les ha correspondido no es lo que esperaban, o por el contrario, se felicitan por la elecci¨®n. Estamos ya en la rebeli¨®n de los actores contra el autor, en este caso la cosa trasciende y el autor es El Autor Soberano. Yo he intentado llevar algo m¨¢s lejos esa rebeli¨®n¡±, se?ala el novel director, quien ha contado con su hijo Antonio Saura como director art¨ªstico. Saura hijo apunta que el director en este montaje opta por una desideologizaci¨®n de la obra, para recuperar la esencia del texto: ¡°Un debate sobre el destino del hombre y su relaci¨®n con un Dios, o un Autor, dominante, caprichoso y exigente. Y la pugna de esos hombres por encontrar su propio camino en la vida, y en la Obra. Una adaptaci¨®n que traslada a las dudas del espectador del Siglo XXI sobre la relaci¨®n del hombre con el poder, con el destino y la vida, lo que se escribi¨® como una representaci¨®n de la realidad social y religiosa del Siglo de Oro espa?ol¡±.
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