Raphael redescubre a Raphael
El cantante reinterpreta en 'Mi gran noche' algunas de sus canciones menos conocidas Te adelantamos siete temas de su nuevo disco
Todo comenz¨® con una imagen promocional de un concierto de 1968. En ella un joven Rafael Martos (Linares, 1943), completamente de negro, miraba desafiante a la c¨¢mara, pero con cierto aire c¨¢ndido a la vez. ¡°Ya no se hacen fotos como esta¡±, dijo Raphael hace pocos meses en su oficina de management. ?C¨®mo que no? El cantante repiti¨® la instant¨¢nea con id¨¦ntica pose, solo que unas d¨¦cadas m¨¢s tarde. ¡°Ante mi sorpresa, la c¨¢mara sigue llev¨¢ndose bien conmigo y sali¨® una foto b¨¢rbara¡±, rememora hoy el artista. El resultado satisfizo a todos. Y lo mismo que hicieron con esa fotograf¨ªa hicieron con algunas de sus canciones antiguas, que en su nuevo disco Mi gran noche suenan poderosas y reinventadas con arreglos actuales. El ¨¢lbum se publica el d¨ªa 9 de abril y estar¨¢ solo disponible en formato digital y en sus conciertos.
No son los grandes cl¨¢sicos de Raphael que varias generaciones de seguidores reconocen al instante, esas que ¨¦l denomina sus ¡°joyas de la corona¡±. ¡°Son canciones que quiero que sean protagonistas, porque se han pasado la vida a la sombra de los ¨¦xitos¡±, afirma Raphael. ¡°Quiero que brillen con su luz propia porque se lo merecen, son todas impresionantes¡±, dice orgulloso sobre los 14 temas que ahora cuentan con una nueva oportunidad, como Si ha de ser as¨ª ¨Cel primer sencillo, que ya est¨¢ a la venta¨C, Estuve enamorado, Hoy mejor que ma?ana o la propia Mi gran noche, inamovible en sus conciertos.
En todo caso, son temas que rara vez han sonado en sus recitales y que el cantante ha seleccionado de su etapa m¨¢s yey¨¦, a finales de los a?os sesenta. Gracias a los nuevos arreglos, en los que cobra especial relevancia la secci¨®n de vientos, suenan m¨¢s actuales y en¨¦rgicos que nunca. ¡°Bueno, yo siempre he sido muy actual y muy en¨¦rgico, de eso no se puede dudar. Toda mi vida he sido una persona que ha ido siempre por delante¡±, responde Raphael, que al igual que los temas de los que habla parece estar gozando de una segunda juventud.
Lo demuestran sus extensas giras y sus extenuantes espect¨¢culos, que rozan las tres horas de duraci¨®n. ¡°Ha ocurrido un milagro. Se me ha brindado la oportunidad de vivir una vida incre¨ªble y de hace 10 a?os a esta parte he hecho las mejores giras, he estado mejor que nunca y no me ha dolido nada¡±. Raphael se refiere a la enfermedad hep¨¢tica que estuvo a punto de costarle la vida hace ahora una d¨¦cada.
Este firme regreso se har¨¢ patente, una vez m¨¢s, en un tour que comenzar¨¢ el 13 de abril en M¨¦xico, que pasar¨¢ por Estados Unidos y Canad¨¢ y que le traer¨¢ de vuelta a Espa?a en septiembre, con seis noches consecutivas en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Ser¨¢ una gira titulada como el disco, Mi gran noche, en la que las canciones m¨¢s escondidas del Raphael m¨¢s cl¨¢sico ganar¨¢n un protagonismo negado por d¨¦cadas de ¨¦xitos de otras composiciones. ¡°Pero sin olvidar otras cosas¡±, precisa Raphael. ¡°No debo, ni quiero, olvidar las canciones de toda la vida, esas joyas de la corona que el p¨²blico quiere que haga y que nunca han tenido mayor¨ªa de edad, han sido eternamente j¨®venes¡±.
?Tanto ha cambiado el Raphael de los sesenta, el que tom¨® contacto por primera vez con el mundo de la m¨²sica con las canciones que aparecen en Mi gran noche? ¡°Antes era un novatillo y ahora s¨¦ de qu¨¦ trata un escenario. Soy el mismo, pero m¨¢s hecho, m¨¢s curtido por las cosas. Y m¨¢s tranquilo¡±. Aunque cuando se trata del escenario, sigue ejerciendo como un cicl¨®n. Sobre las tablas, dice, todo se reduce a una cuesti¨®n de arrebato. ¡°Jam¨¢s he podido hacer cosas que no me hayan gustado, no s¨¦ venderlas ni hacerlas en el escenario, me aburren. Me tiene que gustar mucho lo que estoy haciendo¡±. Y, seg¨²n reconoce, disfruta mucho de su oficio, noche tras noche. As¨ª lo har¨¢ hasta el momento de su retiro definitivo. ¡°El d¨ªa que no disfrute, me ir¨¦ de vacaciones, unas vacaciones muy largas¡±.
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