La leyenda de The Monochrome Set
Johnny Marr dice que sin ellos no habr¨ªa The Smiths; Fatboy Slim les version¨® (con Iggy Pop cantando); Graham Coxon y Alex Kapranos les adoran La banda m¨¢s influyente y desconocida que ha dado Reino Unido toca el s¨¢bado en Madrid en su ¨²nico concierto en Espa?a.
¡°Estoy bien, gracias. Casi recuperado del todo. Solo que, bueno, a veces, cuando me estreso, o gasto mucha energ¨ªa, parece que ando como un borracho. Se me descontrolan las piernas. No es divertido¡ Bueno, la verdad es que resulto realmente c¨®mico, para qu¨¦ enga?arnos¡±. En 2010, Bid, l¨ªder de The Monochrome Set, una de las bandas clave para entender la m¨²sica brit¨¢nica de finales de los 70 y principios de los 80, sufri¨® un derrame cerebral. ¡°Solo debo controlar no ponerme nervioso, as¨ª que, cuidado qu¨¦ preguntas¡¡±, bromea desde el otro lado del hilo telef¨®nico.
El nombre real de Bid, su cantante, es Ganesh Seshadri? y su linaje incluye un pu?ado de reyes indios
Con el fin de que sus andares no reaparezcan, Bid se ha empe?ado en que las cosas sean lo m¨¢s relajadas posibles en esta nueva encarnaci¨®n de la banda. As¨ª, el grupo sale de gira coincidiendo con las vacaciones escolares, que es el momento en que Lester Square, el guitarrista, queda libre de sus deberes como decano de arte y dise?o en la North London Collegiate School. Duermen todos en habitaciones separadas y, como afirma Bid, tratan de tocarse las narices lo m¨ªnimo posible. ¡°Antes no nos soport¨¢bamos. Ahora, tal vez tampoco, pero, al menos, hemos aprendido a tolerarnos. La idea es vernos lo menos posible¡±.
Antes no nos soport¨¢bamos. Ahora,? al menos, hemos aprendido a tolerarnos. La idea es vernos lo menos posible¡±
Pero lo que hace realmente original las giras actuales de la banda que en 1981 editara Love zombies, uno de los discos que dotaron al indie de un sonido sobre el que sustentar su af¨¢n de alternatividad comercial, es su afici¨®n por el tren. ¡°Poder hacer las giras en tren es un lujo, de verdad. En Alemania tienen unos trenes cojonudos, y en Reino Unido tambi¨¦n lo hacemos as¨ª. Lo peor de tener un grupo es la furgoneta, o las horas de espera en el aeropuerto, ah¨ª frente a la cara de col hervida de tus compa?eros de banda. Me da mucha rabia que sea tan fastidioso conseguir conciertos en Francia, porque tienen un sistema de tren de alta velocidad estupendo. Creo que en Espa?a tambi¨¦n funciona bien, ?no? Es una pena que esta vez solo tengamos tiempo para tocar en Madrid¡±, comenta Bid al respecto de su pr¨®xima fecha, el pr¨®ximo s¨¢bado 18 de mayo en la Sala Nasti.
Eine Symphonie des Grauens
Durante su estancia en el hospital empez¨® a escribir canciones. No sab¨ªa si ser¨ªan para su proyecto Scarlet¡¯s Well o para su banda primigenia, esos Monochrome Set sin los cuales Johnny Marr dice que jam¨¢s hubiesen existido The Smiths, Norman Cook afirma que jam¨¢s hubiera cogido un bajo y se hubiese alistado en The Housemartins y ya convertido en Fatboy Slim grab¨® su He?s frank en una versi¨®n con Iggy Pop de vocalista (en su proyecto The Brighton Port Authority), o Graham Coxon confirma que no sabr¨ªa qu¨¦ hacer con su guitarra. Incluso Alex Kapranos, cuando form¨® su primera banda, Karelia, y busc¨® un productor, llam¨® a Bid, cuyo nombre real es Ganesh Seshadri, que significa algo as¨ª como ¡®Ni?o dios de cabeza de elefante, jinete de la cobra c¨®smica¡¯ y cuyo linaje incluye un pu?ado de reyes indios, aunque, al parecer llevan unos 40 a?os sin calzarse una buena corona. Igual todo esto es falso, porque a Bid le gusta, seg¨²n el d¨ªa, afirmar o negar que se peg¨® con Geoff Travis horas antes de que les fichara para Rough Trade, que la idea del sello Blanco y Negro fue suya o la relaci¨®n o no relaci¨®n que mantiene con Adam Ant, quien fuera miembro en la m¨¢s primigenia encarnaci¨®n de la banda.
Quien diga que se hacen? amigos en este negocio es un mentiroso o un idiota. No debes fiarte demasiado de otros m¨²sicos"
Sea como sea, de aquellas sesiones de composici¨®n surgi¨® Platinum coils, lanzado en 2012 con la tranquilidad de quien ya no debe demostrar ni inventar nada. A estas alturas a Monochrome Set, con no traicionarse, les basta. El disco est¨¢ lleno de referencias hospitalarias e incluso incluye un tema, They call me silence, al respecto de una de las primeras crisis que sufri¨® Bid tras abandonar el hospital. Se quedaba sin palabras. Ahora es justo lo contrario. Habla cual ametralladora. ¡°S¨ª, es verdad, hemos sido muy influyentes en mucha gente¡±, comenta al respecto de la retah¨ªla de artistas que justifican su existencia a trav¨¦s de la discograf¨ªa de Monochrome Set. ¡°Pero eso me la pela. Dicen que somos una banda de aquellas que le gusta a las otras bandas m¨¢s que al p¨²blico, pero eso es una estupidez. No tuvimos ¨¦xito porque los sellos quer¨ªan unos XTC y nosotros jam¨¢s fuimos eso. Bueno, s¨ª que fuimos eso, pues los XTC nos lo copiaron todo, claro. No siento ning¨²n tipo de af¨¢n de venganza con mis coet¨¢neos, ni creo que la gente que me nombra como influencia me deba nada. Soy consciente de que jam¨¢s he escrito un tema que pudiese convertirse en ¨¦xito pop global. No soy la puta Kylie. Siento que somos como como aquellos buenos libros que nadie lee¡±.
No creo que la gente que me nombra como influencia me deba nada. Soy consciente de que jam¨¢s he escrito un ¨¦xito pop global.? Siento que somos como como aquellos buenos libros que nadie lee¡±
?Antes de la paz que se respira en la banda hoy d¨ªa, Monochrome Set se separaron varias veces y sufrieron todas las penurias que se le suponen a cualquier grupo independiente con un presupuesto limitado pero con un sello que tiene grandes planes para ellos. En 1982 los mandaron por tercera vez a EE.UU. a romper de una maldita vez el mercado yanqui y casi mueren en el intento. ¡°Todo lo que pod¨ªa salir mal, sali¨® mal. Arrestaron a nuestro conductor por ir borracho, nos robaron todo el equipo, los promotores nos timaron con el dinero de los bolos... Esto le ha pasado a mil grupos. Tampoco hay que darle mucha literatura. Mira, los Stranglers pasaron por una situaci¨®n similar y desaparecieron tres a?os. Si est¨¢s en una situaci¨®n d¨¦bil y re roban, volver al ruedo es muy complicado¡±, recuerda Bid, quien, a pesar de de nombrar infinidad de bandas de su ¨¦poca con las que tuvo relaci¨®n para ilustrar su biograf¨ªa y celebrar la m¨²sica de combos actuales como Veronica Falls, de los que se declara fan, afirma que jam¨¢s se ha sentido parte de ninguna escena. Seg¨²n ¨¦l, ¡°quien diga que se hacen verdaderos amigos en este negocio, es un mentiroso o un idiota. Aqu¨ª cada uno va a la suya. No debes fiarte demasiado de otros m¨²sicos. Por eso siempre fuimos nuestra propia escena¡±.
Poco aficionado como es a socializar con otros combos, tampoco cree demasiado en los festivales. No est¨¢ demasiado interesado en mantener contacto con sus compa?eros de cartel y, si le apuras, con el mismo p¨²blico. ¡°?Sabes? Todo el mundo te dice que los festivales son geniales para llegar a grandes audiencias. Y una mierda. La gente no para de ir de un lado para otro. ?Ad¨®nde cojones se dirigen? No lo entiendo. Est¨¢s tocando y ves m¨¢s cogotes que caras. No ganas p¨²blico. Mira, hicimos el Primavera Sound y fue muy bien, la comida en Espa?a es cojonuda, pero ya no m¨¢s¡±. As¨ª, eliminando los grandes eventos de su agenda, los de Hornsey se concentran en actuar en peque?as salas, editan sus propios discos y Bid hace las veces de manager.
Entre The Monochrome Set y Franz Ferdinand hay una l¨ªnea directa que viene de aqu¨ª.
Su sistema para reconocer d¨®nde la banda debe actuar es algo m¨¢s cient¨ªfico que el que se refiere a la idoneidad de los horarios de los trenes. ¡°Utilizo Google analitics. Es genial Al principio de encargarme de esto, me equivocaba mucho. Fuimos a Brighton y llenamos la sala, cuando yo pensaba que vendr¨ªan 50 personas. Ahora he afinado mi forma de gestionar esto y soy casi infalible¡±. Aunque pueda parecer una incoherencia, todo esto de Internet y su revoluci¨®n, sus redes sociales, sus hashtags y sus mandangas, realmente, seg¨²n Bid, a quienes est¨¢ favoreciendo es a las bandas cl¨¢sicas como al suya, no a los m¨¢s j¨®venes. ¡°Los nuevos no tienen nombre, no pueden conseguir conciertos porque nadie los conoce. Son una gota en el oc¨¦ano. Nosotros, o The Buzzcocks, aunque no supi¨¦semos encender un ordenador, sacar¨ªamos mejor provecho de Internet que cualquier banda novel¡±, afirma el tipo que durante los 90 sufri¨® como nadie la crisis financiera japonesa ¨Cbasti¨®n en el que se atrincheraban pr¨¢cticamente todos sus fans- y fue rescatado por el sello espa?ol Siesta, de los pocos que crey¨® a¨²n en la banda. Celebrando el a?o Dickens, preguntamos: ?Fue aquel el peor de los tiempos y es este el mejor? ¡°El mejor no, porque a¨²n no me encuentro al 100% y ya no creo que me recupere por completo jam¨¢s, pero s¨ª que en la historia de la banda no ha habido quiz¨¢s un momento tan feliz como cruzar Alemania en tren leyendo un buen libro y sin resaca¡±.
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