Cannes espera a Gatsby

El cartel, inmenso, ocupa todo el frontal del Palacio de Festivales. Es una foto cenital de Paul Newman y Joanne Woodward, que tumbados de lado se est¨¢n besando en el rodaje de Samantha, hace ahora medio siglo, en 1963. El momento, m¨¢gico, et¨¦reo, y muy hermoso, queda r¨¢pidamente deglutido por el jaleo que le rodea: el festival de Cannes, edici¨®n 66?. Enfrente, medio centenar de escaleras de mano colocadas ya por los fot¨®grafos. Productoras y distribuidoras colocan sus carteles y todo tipo de reclamos publicitarios en el paseo mar¨ªtimo que da a la playa de La Croisette. El hotel Carlton, devenido en gigantesca valla de promoci¨®n, tiene la fachada tomada con carteles de los personajes de El gran Gatsby, de Baz Luhrmann, aunque todo el conjunto est¨¢ tomado por un reclamo de After earth, de M. Night Shyamalan, que para eso junto al certamen se celebra, en los s¨®tanos del Palacio y alrededores, el Mercado de Cine, el m¨¢s grande del mundo.

En esta edici¨®n, los organizadores parecen no haber pensado solo en las pel¨ªculas ¨Cya de por s¨ª, potentes- de las cuatro grandes secciones que componen el certamen, sino que muchos d¨ªas est¨¢n dedicados a una figura especial: habr¨¢ un d¨ªa Jerry Lewis ¨Cen Francia, un semidios- con su presencia en la proyecci¨®n de su ¨²ltimo trabajo, Max Rose; otra jornada dedicada a V¨¦rtigo, de Alfred Hitchcock, con Kim Novak como madrina de ceremonias de la proyecci¨®n del filme restaurado; otra centrada en Alejandro Jodorowsky, hombre de infinitas inquietudes y que en Cannes presenta su ¨²ltimo trabajo como director, La danza de la realidad, en realidad su autobiograf¨ªa f¨ªlmica, y un documental sobre ¨¦l, Jodorowsky¡¯s Dune, sobre el intento bald¨ªo del creador de adaptar en el cine el universo de Dunne, de Frank Herbert.

Pero, como siempre, manda la secci¨®n Oficial. Y un jurado presidido por Steven Spielberg parece predispuesto a premiar a un t¨ªtulo estadounidense¡­ como pas¨® con Robert de Niro y El ¨¢rbol de la vida, de Terrence Malick, hace dos a?os (por otra parte, era innegablemente la mejor pel¨ªcula). Y el desembarco es colosal: Inside Llewyn Davis, de los hermanos Coen; Behind the candelabra, de Steven Soderbergh; Nebraska, de Alexander Payne; The inmigrant, de James Gray; Only lovers left alive, de Jim Jarmusch; y con producci¨®n estadounidense Only god forgives, de Nicolas Winding Refn. Junto a ellos, el habitual desembarco franc¨¦s: Le pass¨¦, que supone el desembarco en Francia del iran¨ª Asghar Farhadi; Jeune & Jolie, de Fran?ois Ozon (que viene de ganar la Concha de Oro); Jimmy P., de Arnaud Desplechin; Michael Kohlhaas, de Arnaud des Palli¨¨res; Zulu, de J¨¦r?me Salles; La V¨¦nus a la fourrure, de Roman Polanski¡­ A eso se suma un par de t¨ªtulos italianos (obra y gracia de Valeria Bruni-Tedeschi y Paolo Sorrentino), un picoteo magreb¨ª, otro asi¨¢tico (con Takashi Miike e Hirokazu Kore-eda), un t¨ªtulo mexicano (Heli, de Amat Escalante), y ya tenemos una competici¨®n que en realidad no tiene nombres muy distintos a los que podr¨ªa haber tenido hace un lustro. Fuera de concurso est¨¢n los nuevos trabajos de Guillaume Canet, Claude Lanzmann, Johnnie To o Stephen Frears, y queda una secci¨®n oficial apa?ada.

En Una cierta mirada, pasada la potencia de su arranque, con The bling ring, de Sofia Coppola, y la ganadora en Sundance Fruitvale station, de Ryan Coogler, habr¨¢ que ver si Claire Denis sigue con su nivel en Les salauds; si la argentina Luc¨ªa Puenzo mantiene su talento en Wakolda; si James Franco va a hacer algo de verdad creativo como director en As I lay dying; y si se confirma el rumor positivo que rodea a la mexicana La jaula de oro, del burgal¨¦s Diego Quemada-D¨ªez. La Quincena de los Realizadores la inaugura The congress, de Ari Folman (Vals con Bashir) y la Semana de la Cr¨ªtica se clausura con 3x3D, pel¨ªcula que no enga?a en el t¨ªtulo: son tres historias de Peter Greenaway, Jen-Luc Godard y Edgar Per?.

Y la presencia espa?ola queda reducida a dos coproducciones, La vie d¡¯Ad¨¨le, del tunecino Abdetallif Kechiche, y la ya mencionada Wakolda, de Luc¨ªa Puenzo. Adem¨¢s, en Cannes Classics, donde el certamen da cabida a cl¨¢sicos restaurados y a documentales sobre cine, se podr¨¢ ver Con la pata quebrada, de Diego Gal¨¢n. Porque m¨¢s all¨¢, no hay mucho. En la calle, un triste cartel con Antonio Banderas de cuerpo entero, caminando por un paisaje que recuerda a Blade runner, anuncia Aut¨®mata, de Gabe Ib¨¢?ez. Poco m¨¢s. Tras el sol de los primeros d¨ªas, los pron¨®sticos anuncian lluvias: como la gris situaci¨®n del cine en Espa?a.