Muere Pepe Luis V¨¢zquez, la armon¨ªa, la belleza y la gloria del arte del toreo

El arte est¨¢ de luto. Ha muerto un gran artista, Pepe Luis V¨¢zquez, torero, con 91 a?os cumplidos (Sevilla, 21 de diciembre de 1921), uno de los m¨¢s grandes de la historia, el m¨¢ximo representante del toreo sevillano, amigo, coet¨¢neo y contrapunto de Manolete. Falleci¨® ayer en el hospital Nisa de Castilleja de la Cuesta, localidad cerca de la capital, donde hab¨ªa sido ingresado la madrugada pasada por complicaciones derivadas de su avanzada edad.

?Pepe Luis hab¨ªa perdido la visi¨®n y gran parte de su capacidad auditiva, pero manten¨ªa intacta la memoria y la lucidez. As¨ª, en noviembre pasado recibi¨® a EL PA?S en su casa sevillana de la calle Beatriz de Suabia, en la que ha sido, sin duda, su ¨²ltimo contacto con tres periodistas. All¨ª estaba el maestro junto a Mar¨ªa, esposa, madre de cinco hijos y abuela de doce nietos, y Pepe Luis hijo, el torero que se retir¨® de los ruedos el pasado 8 de septiembre en Utrera.

Eran las once y media de una ma?ana gris y lluviosa. Desde el sal¨®n, repleto de trofeos y fotograf¨ªas, se oyen los pasos titubeantes del abuelo, que llega ayudado por su hijo porque el paso del tiempo le ha robado la movilidad de sus piernas. Calado con la t¨ªpica gorra campera, detr¨¢s de unas gafas oscuras e impecablemente vestido y abrigado, el maestro se sienta, y padre e hijo comienzan a hablar de poes¨ªa y toreo.

Marc¨® toda una ¨¦poca. Altern¨® con Manolete en 122 ocasiones

¡ªA mi padre lo mantienen el amor de los suyos y una cabeza privilegiada.

Pepe Luis hijo se acerca al o¨ªdo y alza la voz.

¡ªPap¨¢, ?a qu¨¦ poeta recuerdas?

Y con un timbre de voz casi inaudible pero firme, responde:

¡ªMe acuerdo mucho de Antonio Machado. Entend¨ªa la vida.

¡ª?M¨¢s que Manuel?

¡ªManuel escribi¨® m¨¢s de toros, pero Antonio toreaba mejor.

¡ª?Y el toreo, pap¨¢?

¡ªEl toreo¡­ Manolete, Manolo Gonz¨¢lez, Pep¨ªn Mart¨ªn V¨¢zquez¡­ Es muy dif¨ªcil torear bien. Es una gran virtud. La pureza es lo mejor que hay.

¡ªY la naturalidad, apostilla Pepe Luis hijo. Pureza y naturalidad ¡ªa?ade¡ª son dos palabras m¨¢gicas.

Pepe Luis V¨¢zquez naci¨® en el barrio torero de San Bernardo, y pronto comenz¨® a trabajar en el matadero municipal, donde estaba empleado su padre. Y all¨ª, a escondidas, se despierta en ¨¦l la vocaci¨®n taurina. En la finca El Quintillo mata su primer becerro, y el traje de luces se lo enfunda el 18 de julio de 1937, en plena Guerra Civil, en la plaza de Algeciras.

El 5 de julio de 1938 debuta con picadores en La Maestranza, junto a Manolete y Calder¨®n; se presenta en Madrid al a?o siguiente, toma la alternativa en La Maestranza el 15 de agosto de 1940, de manos de Pepe Bienvenida y con Rafael Vega de los Reyes Gitanillo de Triana como testigo. Ah¨ª comienza una carrera jalonada de ¨¦xitos en compa?¨ªa de Manuel Rodr¨ªguez Manolete.

El 25 de julio de 1943 sufri¨® una grav¨ªsima cogida en Santander. Un toro le cornea en la cara y permanece inactivo durante toda esa temporada, al tiempo que ese percance marcar¨¢ toda su carrera.

Su ¨²ltima actuaci¨®n se produce en la plaza de Las Ventas el 20 de septiembre de 1959, en la que lidia toros de Garc¨ªa Aleas junto a su hermano Manolo y Curro Romero.

Finaliz¨® entonces la carrera de uno de los grandes, que marc¨® toda una ¨¦poca del toreo. Altern¨® con Manolete en 122 ocasiones, lo que demuestra, seg¨²n contaba a este peri¨®dico en 1997 que ¡°form¨¢bamos el cartel m¨¢s interesante de aquellos a?os¡±. En su opini¨®n, Manolete no permit¨ªa ning¨²n tipo de rivalidad. ¡°Conmigo comulgaban m¨¢s los buenos aficionados¡±, dec¨ªa, ¡°pero Manolete arrastraba a los p¨²blicos, lo que le obligaba a jug¨¢rsela todos los d¨ªas, y yo pod¨ªa permitirme el lujo de no estar bien; me pod¨ªan esperar, pero a ¨¦l no¡±.

En 1943 un toro le corne¨® la cara. El percance condicion¨® su carrera

Pepe Luis fue siempre el torero de Sevilla. Dotado de una inteligencia natural fuera de lo com¨²n, siempre defendi¨® que ¡°la cabeza es fundamental para estar delante del toro; al toro hay que poderle con la cabeza¡±, enfatizaba.

En la plaza de La Maestranza dej¨® siempre la huella indeleble de su toreo, donde hizo famoso el conocido pase del cartucho de pescao, y Sevilla lo adopt¨® como su torero m¨¢s querido.

Cuentan que el toreo de Pepe Luis era magistral y brillante, poderoso y art¨ªstico, solo menguado por la cornada de Santander, que le rest¨® seguridad. Sus faenas, a veces irregulares, se caracterizaban por una gran belleza y una gracia ilimitada, porque era un torero natural por encima de todo. Conocedor de la t¨¦cnica, era un torero inteligente, cerebral y prudente.

Desde hace a?os, cuenta con un monumento frente a la plaza de La Real Maestranza de Sevilla que perpet¨²a el respeto y la admiraci¨®n de la ciudad que lo vio nacer y ¨¦l engrandeci¨® con su arte. Y en la plaza de Las Ventas figura un azulejo con una frase rotunda: ¡°Pepe Luis V¨¢zquez, la armon¨ªa, la belleza y la gloria en la historia de la tauromaquia¡±.

El toreo, por la muerte de un artista, est¨¢ de luto.