La cultura en Egipto se planta ante el acoso de los islamistas
La ?pera de El Cairo se declara en huelga hasta la dimisi¨®n del ministro de Cultura
El p¨²blico asistente la noche del martes a la representaci¨®n de la ¨®pera A¨ªda en El Cairo se encontr¨® con un escenificaci¨®n muy diferente: la del malestar del mundo de la cultura frente al intento de ¡°islamizar¡± las artes por parte del Gobierno del presidente Morsi. Al subir el tel¨®n, m¨¢s de 300 personas entre bailarines, m¨²sicos y trabajadores del teatro sosten¨ªan pancartas contra los Hermanos Musulmanes. En un manifiesto conjunto, todos ellos se declararon en huelga indefinida hasta que dimita el nuevo ministro de Cultura, Alaa Abdel Aziz.
¡°Hemos decidido abstenernos de representar A¨ªda esta noche. Es el primer paso hacia el paro de todas las actividades de la ?pera hasta el despido del ministro de Cultura, que ha tomado varias decisiones arbitrarias contra prominentes figuras del ministerio en un intento de cambiar la identidad de este pa¨ªs¡±, ley¨® desde el escenario Nayer Nagui, el director de la orquesta de la ?pera, que acus¨® al actual Gobierno de pretender ¡°destruir¡± la cultura del pa¨ªs. El p¨²blico recibi¨® con aplausos la lectura del manifiesto, y se sum¨® al eslogan que coreaban los artistas: ¡°?Que caiga, que caiga el Gobierno!¡±.
La ira se extendi¨® el martes entre los artistas de la instituci¨®n cultural de la ?pera de El Cairo, que incluye varias orquestas y compa?¨ªas p¨²blicas, despu¨¦s de que su directora, In¨¦s Abdel-Dayem recibiera por la ma?ana una carta de despido. El suyo es el tercer cese de un alto cargo del ministerio despu¨¦s de que tambi¨¦n fuera despedido Ahmed Mujahid, director de la Autoridad General del Libro, y de Salah al-Meligy, director del Instituto de las Bellas Artes.
¡°El objetivo de la huelga es frenar la intromisi¨®n del Gobierno dentro de la cultura para censurarla y adaptarla a su estrecha visi¨®n del arte¡±, declara Erminia Gambarelli, directora de la compa?¨ªa de ballet de la ?pera. ¡°La decisi¨®n ha sido un¨¢nime entre todos los miembros de la ?pera. Es necesario plantarse ya, antes de que sea demasiado tarde. Su m¨¦todo es ir meti¨¦ndose poco a poco¡±, a?adi¨® la exbailarina, vinculada a la ?pera de El Cairo desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas.
La cesi¨®n de Abdel-Dayem coincidi¨® con la discusi¨®n en la comisi¨®n de Cultura del Senado del presupuesto de la ?pera para el pr¨®ximo curso. En el transcurso del debate, el diputado Jamal Jamad, del partido ultraconservador al-Nur, propuso eliminar la compa?¨ªa de ballet, pues considera que este es un ¡°arte del desnudo que promueve el vicio¡±. El hecho de que en el legislativo se discuta prohibir el ballet encendi¨® a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos entre los artistas.
¡°Estamos preocupadas por el futuro de la compa?¨ªa de ballet. Esta no es la primera vez que los islamistas nos ponen en el punto de mira¡±, explica Mar¨ªa Baeza, una joven espa?ola que baila para la ?pera desde hace un par de a?os. ¡°Este a?o se quejaron de los tut¨²s que utiliz¨¢bamos en El lago de los cisnes. Quer¨ªan que fueran m¨¢s largos. Pero la directora se neg¨®. Ahora bien, desde entonces, y para evitar problemas, se ha optado por escoger montajes con un vestuario menos atrevido¡±.
El nombramiento del ministro Abdel Aziz el 7 de mayo fue recibido con gran hostilidad por los intelectuales egipcios. En los 11 meses de Gobierno islamista, no se ha aplicado ninguna medida contundente contra la libertad de creaci¨®n, pero existe la percepci¨®n de que los islamistas pretenden introducir su arcaica visi¨®n de la cultura y la sociedad de forma gradual. Una semana despu¨¦s de que Abdel Aziz asumiera el cargo, hubo una gran manifestaci¨®n que reuni¨® a la cr¨¨me de la cr¨¨me de la cultura egipcia: escritores, cineastas, directores de teatro, m¨²sicos...
Desde la investidura del ra?s Morsi, algunos prominentes intelectuales, como el escritor Alaa Aswani, c¨¦lebre por su novela El edificio Yacobian, han desempe?ado el rol de azotes del Ejecutivo islamista. Sin embargo, no ha sido hasta el nombramiento de Abdel Aziz, considerado m¨¢s cercano a las posiciones de los Hermanos Musulmanes que su predecesor, que el mundo de la cultura se ha alzado. A pesar de que los Hermanos Musulmanes aseguran respetar la libertad de creaci¨®n art¨ªstica, los recelos de los intelectuales est¨¢n fundados en sus actitudes pasadas. No solo mostraron una actitud condescendiente frente al yihadista que asesin¨® el escritor laico Farag Foda en 1992, sino que incluso se han mostrado partidarios de prohibir algunas obras de Naguib Mahfuz, el ¨²nico premio Nobel ¨¢rabe de Literatura y s¨ªmbolo nacional en Egipto. No obstante, en su primer a?o de Gobierno el ¨²nico caso notable de censura fue con el documental Jud¨ªos de Egipto, que se acab¨® estrenando con algunas semanas de retraso.
Babelia
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