Teatro en TVE: A?os dorados

Mi amigo Jaume Genover, una de las personas que m¨¢s sabe de cine y televisi¨®n en este pa¨ªs, me ha enviado un estudio que ha realizado por una mezcla de placer y curiosidad. Con paciencia benedictina, Genover se ha entretenido en rastrear y fichar todo el teatro que se hizo en Televisi¨®n Espa?ola desde 1961 al 2010. Su trabajo arroja unas conclusiones sorprendentes. Yo recordaba que en mi infancia se hac¨ªa mucho teatro por TVE, pero no que se hiciera tanto ni de tanta calidad. En 1961, por ejemplo, se produjeron y emitieron, entre otros, t¨ªtulos como Doce hombres sin piedad (Rose), Enrique IV (Pirandello), Ant¨ªgona (Anouilh), Ars¨¦nico y encaje antiguo (Kesselring), La plaza de Berkeley (Balderston), Ninotchka (Lengyel), Sublime decisi¨®n (Mihura), El chico de los Winslow (Rattigan), La herida del tiempo (Priestley), Marty (Chayefsky), El bosque encantado (Barrie), Otelo (Shakespeare), Nuestra ciudad (Wilder), La hermosa gente (Saroyan), Crimen perfecto (Knott), Qu¨¦ bello es vivir (Van Doren Stern) o Vive como quieras (Kauffman y Hart): lo que se dice un pedazo de temporada, "a nivel europeo". Al a?o siguiente, Genover contabiliza 62 producciones, porque a los programas Teleteatro y Gran Teatro se suman espacios como Platea y Primera Fila.

En octubre de 1965 comienza Estudio Uno, que alternar¨¢, a lo largo de sus veinte a?os de existencia, con Noche de Teatro, Teatro Club, Teatro de siempre, Teatro de humor o, m¨¢s espec¨ªficamente luego, Risa Espa?ola.

Son, indudablemente, los a?os dorados del teatro televisivo en nuestro pa¨ªs, servidos por una irrepetible plantilla de realizadores, entre los que destacan (rodando cada uno, a veces, tres o cuatro producciones al mes) nombres como Domingo Almendros, Juan Guerrero Zamora, Pedro Amalio L¨®pez, Alberto Gonz¨¢lez Vergel, Alfredo Castell¨®n, Gustavo P¨¦rez Puig, Marcos Reyes, Jos¨¦ Antonio P¨¢ramo y muchos otros. En cuanto a los actores y actrices, la lista ser¨ªa inacabable: desde los que ven¨ªan consagrados de la escena hasta quienes trabajaron casi exclusivamente para la peque?a pantalla y crearon un star system aut¨®nomo.

Con algunas ausencias notables, desde luego: Fern¨¢n G¨®mez y Rabal, vetados por firmar aquella famosa carta contra la represi¨®n de la huelga minera de 1963, no pisar¨¢n los estudios hasta unos a?os m¨¢s tarde (Rabal con el Tenorio de 1966 y Fern¨¢n G¨®mez con La ¨²ltima cinta, de Beckett, en el 69). En 1967 las producciones ascienden a 85, pero al a?o siguiente alcanzan el techo de este per¨ªodo: nada menos que 132. Hay que se?alar aqu¨ª que en 1968 (y hasta el 74) nace, en la flamante Segunda Cadena, el espacio Hora Once, dedicado a piezas nunca estrenadas en televisi¨®n, donde se programan textos de Ionesco, Beckett (ah¨ª se emite La ¨²ltima cinta), Unamuno, Tennessee Williams o Mrozek, as¨ª como adaptaciones de relatos de Borges, Maupassant, Hawthorne, Melville y un largo etc¨¦tera, a cargo de j¨®venes realizadores como Claudio Guer¨ªn, Pilar Mir¨®, Eugenio Garc¨ªa Toledano, Antoni Chic, Esteve Dur¨¢n o Antonio Drove, de quien yo recordar¨¦ siempre aquel delirante Pura coincidencia (1973), con Tip y Coll hablando japon¨¦s de camelo tras una intensa dieta de pel¨ªculas de Mizoguchi. Lo m¨¢s curioso es advertir que en plena democracia comienza a bajar la producci¨®n teatral televisiva, desde los 59 programas de 1977 hasta los veintipocos (con abundancia de reposiciones) de mediados de los ochenta. En el verano de 1985 desaparece Estudio Uno, que ser¨¢ sustituido por La voz humana, La comedia dram¨¢tica espa?ola, Tarde de Teatro o Primera funci¨®n, y vuelve a TVE a partir de 2000, a¨²n con buenas producciones pero de frecuencia muy espor¨¢dica, a a?os luz de su gran ¨¦poca. Dir¨ªa que Urtain, de Juan Cavestany, dirigida por Andr¨¦s Lima, es lo ¨²ltimo que se ha emitido. Tampoco s¨¦ si existe un libro que documente la historia del teatro televisivo en Espa?a y de quienes lo hicieron. Deber¨ªa.