¡°Hemos causado m¨¢s placer que da?o¡±

¡°Son como hijas. Las quiere a todas por igual¡±. Como buen coleccionista, a Dexter le cuesta elegir con qu¨¦ quedarse de entre su amplio cat¨¢logo de v¨ªctimas. As¨ª lo afirma Michael C. Hall, que ha interpretado al psic¨®pata m¨¢s famoso de la tele durante ocho temporadas y 96 cap¨ªtulos y que ahora solo espera que los fans disfruten con el gran final que ¨¦l y su equipo de guionistas llevan meditando desde que acab¨® la s¨¦ptima temporada. ¡°Nos vamos a ir a lo grande. Y, aunque es dif¨ªcil entrar en detalles, s¨ª puedo decir que cabe esperar algunas muertes¡±.

En el final de la serie, que se emite en Fox Crime los domingos a la 1:15, Dexter tiene m¨²ltiples frentes abiertos. ¡°Viendo c¨®mo empieza la temporada, es dif¨ªcil pensar que Dexter vaya a tener un final feliz. Su vida, antes ordenada y pr¨ªstina, ahora es un caos casi incontrolable. Pero nunca se sabe¡±, remata Michael C. Hall.

De lo que no le importa hablar al actor es de las cl¨¢sicas cuestiones que todo fan pregunta. ?Su villano favorito? Trinity, porque es ¡°el responsable de todo lo que ha pasado en estas ¨²ltimas cuatro temporadas¡±. ?Su escena preferida? La entrada en el d¨¦cimo episodio de la primera temporada, Rojo de ira, en ese cuarto lleno de sangre donde Dexter recuerda todo su pasado.

¡°Tras ¡®A dos metros bajo tierra¡¯ pens¨¦ que no repetir¨ªa en televisi¨®n¡±

Pero hay lados menos amables de interpretar a un asesino en serie para millones de televidentes. Mark Twitchell, un cineasta canadiense obsesionado con la serie, asesin¨® en octubre de 2008 a un hombre con el que hab¨ªa quedado por Internet bas¨¢ndose en el modus operandi de Dexter. Twitchell, que actualmente cumple cadena perpetua en una prisi¨®n de seguridad, sigue viendo la serie. ¡°Creo que hemos provocado mucho m¨¢s placer que da?o en el mundo. Pero que un criminal se haya aprovechado de Dexter para sus cr¨ªmenes no es precisamente mi aspecto favorito de nuestra creaci¨®n¡±.

El secreto del ¨¦xito para ser el psic¨®pata m¨¢s querido por el p¨²blico, seg¨²n Hall, es muy parad¨®jico: ¡°Creo que el deseo de convertirse en ser humano es lo que ha hecho conectar al p¨²blico. Hemos visto a un tipo incapaz de sentir nada por nadie al que comienzan a importarle algunas personas¡±. Lo cierto es que Dexter ha cambiado mucho en estos ocho a?os. Ha pasado de outsider desalmado a padre de familia capaz de cambiar los pa?ales a su hijo.

Y m¨¢s all¨¢ de Dexter, ?hay vida en la televisi¨®n? ?Est¨¢ dispuesto Michael C. Hall a embarcarse en otro proyecto para la peque?a pantalla a larga distancia? ¡°Nunca digas nunca. Lo aprend¨ª cuando termin¨¦ de rodar A dos metros bajo tierra, despu¨¦s de esa serie pens¨¦ que no querr¨ªa repetir en televisi¨®n. Creo que es tiempo de tomarse un buen descanso, pero no me cierro la puerta a volver si el argumento me convence¡±. Lo ¨²nico que lamenta C. Hall de su personaje m¨¢s popular es que no le dejaran mostrar sus dotes para el canto y el baile, ya que no encontraron la manera de crear un episodio musical veros¨ªmil. Pero si le plantean la opci¨®n de interpretar en el futuro a un psic¨®pata danzar¨ªn, C. Hall ya tiene una respuesta: ¡°Claro, ?por qu¨¦ no?¡±.