Un western l¨ªrico
La pel¨ªcula habita ese territorio cada vez m¨¢s f¨¦rtil situado en la encrucijada entre ficci¨®n y no ficci¨®n
En su primer largometraje, Neus Ball¨²s aprovecha la capacidad de inmersi¨®n en lo real de su trayectoria como directora de documentales para proponer una pel¨ªcula doblemente fronteriza: La plaga habita ese territorio cada vez m¨¢s f¨¦rtil situado en la encrucijada entre ficci¨®n y no ficci¨®n para hablar, literalmente, de la frontera, de las ¨²ltimas zonas de resistencia de lo rural en Gallecs, espacio a caballo de las comarcas del Vall¨¦s Oriental y el Vall¨¦s Occidental que, en 1968, corri¨® el peligro de desaparecer bajo el proyecto de construcci¨®n de una ciudad dormitorio para 130.000 habitantes.
Utilizando como pretexto narrativo la plaga de mosca blanca que arruina las cosechas durante un c¨¢lido verano, la pel¨ªcula de Ball¨²s re¨²ne a un grupo heterog¨¦neo de personajes que se interpretan a s¨ª mismos en lo que funciona como un extraordinario western l¨ªrico: un pay¨¦s, un pe¨®n de campo aficionado a la lucha grecorromana, una prostituta, una cuidadora filipina en una residencia de ancianos y una l¨²cida nonagenaria que se rebela contra las derrotas de la edad. La plaga plantea la posibilidad de una comunidad entre estos dispares personajes a trav¨¦s de gestos sutiles de comunicaci¨®n y afecto que alcanzan abrumadoras resonancias. La plaga parece no estar contando nada para contarlo todo: las miradas del pay¨¦s a la cuidadora filipina desde su coche podr¨ªan estar esbozando una historia de amor quiz¨¢ nonata¡ El bomb¨®n con que la cuidadora premia a la anciana electrifica una escena que matiza los anteriores pulsos entre los dos personajes, al tiempo que marca un apreciable movimiento interior desde esa escena en que la chica ha confiado sus dudas y ansiedades a una compa?era de trabajo. La visita del pay¨¦s al convaleciente empleado luchador -un momento de lac¨®nico afecto entre cowboys- y la clim¨¢tica lluvia que subraya la naturaleza esperanzada del relato de Ball¨²s son otros relevantes nudos en un mosaico de personajes construido con la exigencia de quedarse con lo esencial y no permitir la entrada en el montaje final de ninguna imagen irrelevante.
Este supuesto western crepuscular acaba convirti¨¦ndose en su aparente contrario: un relato fundacional (y pol¨ªtico y generosamente humanista) sobre nuevas relaciones y resistencias, porque el sentido ¨²ltimo de La plaga no es tanto el de registrar la desaparici¨®n de un mundo, sino el de proponer el fortalecimiento de uno nuevo, fundamentado en la comunicaci¨®n y la comprensi¨®n del Otro, en lo que parece un territorio asediado.
LA PLAGA
Direcci¨®n: Neus Ball¨²s.
Int¨¦rpretes: Rosemarie Abella, Ra¨¹l Molist, Iurie Timbur, Maria Ros.
G¨¦nero: docudrama.
Espa?a, 2013.
Duraci¨®n: 85 minutos.
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