Todos contra todos
'La habitaci¨®n oscura' del escritor sevillano Isaac Rosa es una novela de dilemas morales La obra es cr¨ªtica con una generaci¨®n, la suya, desbaratada por los efectos de la crisis
Con cinco novelas en su haber, Isaac Rosa ha apostado siempre por una narrativa cr¨ªtica que pusiera de manifiesto los conflictos de la realidad social, tambi¨¦n presente en sus art¨ªculos; a favor de una literatura que propiciara el compromiso del escritor, sum¨¢ndose conscientemente a una est¨¦tica que proviene de la segunda mitad del XIX europeo, de la novela de entreguerras y de la narrativa social en el franquismo.
Esta nueva obra constituye un relato cr¨ªtico sobre los avatares de su propia generaci¨®n. As¨ª, se ocupa de los efectos de la crisis econ¨®mica en un grupo de j¨®venes en tr¨¢nsito hacia la madurez, compuesto por doce personas, seis hombres y seis mujeres, quienes se creyeron inmortales mientras su cuenta corriente crec¨ªa y se dedicaban a gozar de la existencia sin otras expectativas ni inquietudes. Se trata, pues, de una novela moral que apela a la solidaridad de clase, a la uni¨®n frente a los poderosos y a los posibles medios para combatirlos, y que invita a la acci¨®n. Pero tambi¨¦n muestra la desuni¨®n y la escasa conciencia social entre aquellos que suelen padecer los abusos del poder. Novela coral, a veces aparece narrada en una segunda persona que tiende a lo indefinido aunque predomine la primera del plural; otras, alterna voces masculinas y femeninas cuya identidad ignoramos aun cuando pertenezcan al c¨ªrculo protagonista, asumiendo una perspectiva semejante. La acci¨®n transcurre a lo largo de quince a?os del presente siglo, aunque nunca se precise fecha alguna ni tampoco se aduzca referencias hist¨®ricas, quiz¨¢ porque los males no son, en esencia, del todo nuevos, ni vayan a desaparecer siquiera. Pero s¨ª se muestran las aspiraciones, deseos y desenga?os, el trabajo y la vida privada de los personajes. En suma, qu¨¦ eran, qu¨¦ quer¨ªan ser y en qu¨¦ acabaron convirti¨¦ndose.
La novela arranca con una potente met¨¢fora en la que quiz¨¢ se demora con exceso, formada por una habitaci¨®n oscura, insonorizada y protegida de la luz en la cual se encuentran los personajes para mantener relaciones sexuales, sin saber con qui¨¦n. La trama casi los reduce, pues, a ese espacio simb¨®lico, encerrados con un solo juguete como aquellos personajes de Mars¨¦: ¡°Mientras foll¨¢bamos el mundo se desmoronaba¡± (p¨¢gina 158), se repite a la manera de una letan¨ªa. All¨ª situados, el lector puede observarlos como si fueran cobayas, m¨¢s primarios que civilizados, sometidas a un experimento.
Durante los primeros cap¨ªtulos se presenta la peculiar habitaci¨®n y se van contando de forma fragmentaria las razones de los personajes, algunos aspectos significativos de su existencia relativos al trabajo y a las relaciones familiares y sentimentales. Pero en el cuarto cap¨ªtulo aparece Silvia, la mayor del grupo, y la historia cambia de rumbo. Ella se complementa con Jes¨²s, quien tras haber sido un fiel pe¨®n del poder empresarial pasa a convertirse en su ac¨¦rrimo enemigo, mostr¨¢ndonos las tripas del sistema al sacar a la luz lo oculto. Ambos podr¨ªan ser nuestros Manning, Assange y Snowden caseros. A medida que se acerque el desenlace, diversas traiciones, enga?os, abusos y delaciones habr¨¢n ido transform¨¢ndolos. Sabremos lo que fueron, pero no en qu¨¦ se convirtieron, a excepci¨®n de Silvia y Jes¨²s, quienes alcanzan un mayor protagonismo mientras el resto acaba diluy¨¦ndose en el grupo. El mundo cambia y ellos, tambi¨¦n. La vida no siempre es tal como la esper¨¢bamos, ni su amor por la independencia, la libertad y el compromiso se revelar¨¢, al fin, tan sincero.
Los lectores m¨¢s f¨¢cilmente contentadizos encontrar¨¢n en la novela pasajes er¨®ticos y disfrutar¨¢n, asimismo, de la presencia de c¨¢maras, ordenadores y otros aparatos mec¨¢nicos, tan del gusto acr¨ªtico del d¨ªa. El desenlace resulta desesperanzador pues apenas nadie sale impune de las acciones emprendidas, ya sean m¨¢s o menos nobles, y porque, con sus actividades clandestinas, solo consiguen rozar a los poderosos. As¨ª las cosas, tras algunas fricciones entre ellos, lo que lleva al lector a preguntarse si el fin justifica los medios, los m¨¢s luchadores ser¨¢n delatados por sus propios compa?eros.
Novela de dilemas morales, no resulta precisamente complaciente con sus protagonistas, quienes bajo la lente del microscopio se revelan responsables de su fracaso, sobre todo por su frivolidad, falta de sustancia y numerosas claudicaciones. Claro que el Estado y las empresas, con sus artilugios y trampas, tras cebarlos con zanahorias, convirti¨¦ndolos en colaboradores eficaces de un sistema que los atrapa, acaban caz¨¢ndolos como a conejos.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas no han faltado novelas generacionales, ni tampoco narraciones cr¨ªticas, aunque no siempre alcanzaran la complejidad estructural e ideol¨®gica, la ambici¨®n necesaria. Tras aparecer en un mismo a?o En la orilla, de Rafael Chirbes, y esta que nos ocupa, me parece que resulta gratuito hablar de crisis del g¨¦nero, pues ambas, por lo pronto, constituyen una buena prueba de que la ficci¨®n literaria sigue siendo un instrumento tan v¨¢lido como preciso para interpretar y comprender la realidad menos complaciente.
La habitaci¨®n oscura. Isaac Rosa. Seix Barral. Barcelona, 2013. 256 p¨¢ginas. 18 euros (electr¨®nico: 9,99)
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