Apostando a la baja

En su anterior trabajo, El inocente (2011), Brad Furman se enfrentaba a la adaptaci¨®n de la obra de un peso pesado del neo-noir como Michael Connelly y sal¨ªa un tanto trasquilado de la operaci¨®n: las ingenuidades de su puesta en escena y los subrayados de guion acababan devaluando el material de partida, pero, en el conjunto, comenzaba a apuntarse la redenci¨®n profesional que Matthew McConaughey finalmente ha materializado en Mud y, al parecer, en Dallas buyers club. Aunque un actor tan discutido ¡ªy discutible¡ª como Ben Affleck afronte en Runner, Runner un cierto cambio de registro, no parece que este tercer largometraje de Furman aporte demasiadas razones para reivindicarle, por lo menos, como competente director de actores. Aqu¨ª, el material de partida, un guion bastante rutinario de Brian Koppelman y David Levien ¡ªocasionales colaboradores de Steven Soderbergh¡ª tampoco puede presumir del pedigr¨ª Connelly y se revela como la rutinaria aplicaci¨®n de una ecuaci¨®n arquet¨ªpica, cuyas cifras son el tipo imantado por la atracci¨®n de lo oscuro, la mujer fatal y el mafioso. Si esto fuera una pel¨ªcula de Lynch o una novela de J.G. Ballard, esas tres cifras trascender¨ªan en funciones psicoanal¨ªticas ¡ªel Yo, el Ello y el S¨²per-Yo¡ª, pero Runner, Runner pertenece a ese tipo de productos cada vez m¨¢s habituales: la pel¨ªcula sin ¨¢pice de inconsciente.

Furman y su t¨¢ndem de guionistas conjugan su juego de t¨®picos en el nuevo contexto de las apuestas online, con la impunidad de las nuevas mafias de lo virtual en los consabidos para¨ªsos fiscales. Justin Timberlake encarna al joven cachorro que se meter¨¢ en la boca del lobo intentando financiar su carrera universitaria con el dinero ganado a golpe de click: he ah¨ª un hilo del que tirar para se?alar la absoluta inoperancia de la pel¨ªcula. Preguntarse por la l¨®gica de un sistema que aboca al estudiante universitario a hipotecar su futuro a trav¨¦s del endeudamiento hubiese sido lo propio en un film noir con verdadero sentido ¨¦tico.