Albert Camus huye de su homenaje
Las diferencias pol¨ªticas y las desavenencias entre los ¡®viudos intelectuales¡¯ del escritor dejan en manos de sus lectores la conmemoraci¨®n del centenario, que se cumple hoy
Las disputas pol¨ªticas entre el Estado franc¨¦s y la alcald¨ªa de Aix-en-Provence y las desavenencias entre los herederos intelectuales del escritor, pensador, periodista y dramaturgo Albert Camus (Mondovi, Argelia, 1913- Villeblevin, Francia, 1960) habr¨ªan hecho seguramente sonre¨ªr al hijo de Catalina Sintes. Todav¨ªa inc¨®modo e inclasificable, Camus sigue siendo el intelectual pobre y extranjero que lleg¨® de Argelia en 1940. Pese a que dio gloria a Francia al cantar las verdades del barquero y ganar el premio Nobel a los 44 a?os, el autor de La pesteno tendr¨¢ por su centenario un gran homenaje nacional.
La macroexposici¨®n largamente anunciada en Aix ha acabado reducida a la m¨ªnima expresi¨®n. Dada la falta de consenso, y mientras la sociedad francesa rezuma intolerancia, xenofobia y descontento social, el mejor homenaje ser¨¢ el de los lectores, dentro y fuera del pa¨ªs, que cada vez se interesan m¨¢s por el hombre rebelde: La peste ha despachado ya cuatro millones de copias, y las ventas de sus otros libros han crecido un 4,5% entre 2008 y 2012, seg¨²n cuentan en su editorial de siempre, Gallimard, donde subrayan que Camus es hoy ¡°el autor franc¨¦s del siglo XX m¨¢s conocido y el m¨¢s traducido en el extranjero¡±. La editorial publica reediciones de sus obras, nuevas colecciones de cartas y ediciones limitadas, y promueve exposiciones, encuentros, reestrenos de obras teatrales y proyecciones.
La novedad principal es la publicaci¨®n, el d¨ªa 25, de Le monde en partage. Itin¨¦raires d¡¯ Albert Camus, una edici¨®n de lujo del ¨¢lbum escrito por su hija y albacea, Catherine Camus, que combina la geograf¨ªa ¨ªntima, literaria y pol¨ªtica, y repasa los viajes y lugares amados por el escritor, sus amigos, sus influencias literarias y su combate por los oprimidos.
Un acercamiento menor es el cat¨¢logo de la exposici¨®n de Aix-en-Provence, que se puede visitar en la Cit¨¦ du Livre hasta el 4 de enero. Tras el cese pol¨ªtico de Benjamin Stora, el primer comisario nombrado por el ministerio de Cultura, que fue defenestrado por la atrabiliaria alcaldesa de Aix, y la renuncia de su sucesor, Michel Onfray, en circunstancias poco claras, el libro, de firma colectiva, se titula como la muestra, Albert Camus, ciudadano del mundo.
Quiz¨¢ lo m¨¢s interesante es la edici¨®n de tres correspondencias in¨¦ditas ¡ªcon Francis Ponge, Louis Guilloux y Roger Martin du Gard¡ª, que descubren las afinidades literarias personales del autor de La ca¨ªda. Adem¨¢s, Gallimard re¨²ne los textos esenciales de Camus en un solo volumen.
Marsella, capital europea de la cultura, y Aix acoger¨¢n el regreso esc¨¦nico del Nobel. La oferta incluye una puesta en escena de El extranjero en ballet, dirigido por Pieter C. Scholten, y los reestrenos de Los justos y Cal¨ªgula.
Siempre escurridizo y molesto para la Francia biempensante, el Camus ensayista ser¨¢ festejado por la Universidad Americana de Par¨ªs (AUP) y el Centro Internacional de Filosof¨ªa Francesa de la Escuela Normal Superior, que han convocado (3 y 4 de diciembre) a especialistas de medio mundo. Seg¨²n el director del centro filos¨®fico, Fr¨¦deric Worms, Camus es ¡°cada vez m¨¢s moderno. La econom¨ªa solidaria, los microcr¨¦ditos, los cuidados paliativos o las revoluciones ¨¢rabes son muy camusianas porque expresan su filosof¨ªa: resistir, poner l¨ªmites para luchar contra la muerte y la miseria, sin emplear el terror para luchar contra el terror¡±.
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