El cuento

A todos los espa?oles, llegadas estas fechas, lo que les gustar¨ªa es externalizar su gripe. Que la padeciera otro por ¨¦l. M¨¢s o menos eso es lo que aprenden de sus autoridades, empe?adas en quitarse los problemas de gesti¨®n de encima. Con el tiempo es posible que lleguen a privatizar la pol¨ªtica y se presenten a las elecciones unas concesionarias. La reforma del Parlamento castellano manchego va por ah¨ª.

Con el caramelo de reducir el personal y los gastos en diputados auton¨®micos, se ha aprobado un formato que reduce la representaci¨®n pol¨ªtica a quienes tienen recursos para vivir de otra cosa y se presentan bajo una marca establecida y mayoritaria. Lo que la gente le pide a los pol¨ªticos es que sean ¨²tiles y decisivos, no que automutilen la funci¨®n p¨²blica y deleguen en una ¨¦lite.

En la marea privatizadora, de la cual los ciudadanos ya est¨¢n advertidos y parecen asumirla sin plantearse dudas, le ha llegado el turno a la limpieza de centros sanitarios. En Madrid, desde hace meses, los profesionales de la sanidad se quejan de la suciedad y la falta de higiene tras externalizar las labores de limpieza de 293 centros de salud de la regi¨®n. Tanto es as¨ª, que las autoridades se dieron por aludidas y despu¨¦s de estudiar las quejas llegaron a la asombrosa decisi¨®n de multar a las concesionarias con 70.000 euros. Por lo tanto, las razones para la alarma existen, el mal servicio es patente y lo que nos deber¨ªa hacer reflexionar es que la multa se limita a una cantidad algo rid¨ªcula si tenemos en cuenta que el contrato es de 35,5 millones de euros.

Incluso para los defensores a ultranza de la gesti¨®n privada, parece evidente que los Gobiernos no pueden limitarse a entregar esas cantidades ingentes para costear los servicios p¨²blicos sin vigilar que el dinero, ya que sale del bolsillo de los contribuyentes, se utilice de manera eficaz y no se derive hacia ganancias abusivas de la empresa y sus directivos mientras el personal es sometido a humillaciones, despidos y precariedad. Para que la gente se crea el cuento de la eficacia privatizadora, al menos nos lo deber¨ªan contar mejor. Y no limitarse a corregir lo malo con lo peor.