Deborah Moggach y sus habitaciones para resolver el drama de la vida
La novela ¡®El hotel de los corazones rotos¡¯ de Deborah Moggach propone un divertido y a la vez amargo fresco de las sorpresas del amor tard¨ªo
Nos atraen las aventuras de los perdedores porque nunca creemos ser como ellos; muy al contrario, cuando en una lectura encontramos el perfil o el retrato de un personaje que pod¨ªamos asociar a nosotros mismos, un cierto mecanismo (ll¨¢mese de defensa o de neblina emp¨¢tica) nos hace cambiar el tono. As¨ª, el perdedor retratado se aleja de una comparaci¨®n que pod¨ªa tener consecuencias desastrosas; eso, a menos que el autor o autora ya haga ese trabajo fontanero por nosotros y esa es una de las cualidades de Deborah Moggach (Londres, 1948). Sus siempre tiernos (y a veces hura?os) antih¨¦roes se acercan, pero no demasiado, se intima con ellos lo justo que indica ese instinto brit¨¢nico para mantener las distancias sin relajarse en exceso, tres o m¨¢s chistes por medio.?El hotel de los corazones rotos (Lumen) est¨¢ lleno de personajes rotos y devastados por las m¨¢s vulgares y cotidianas circunstancias, pero que no quieren tirar la toalla y que a¨²n sienten un cierto cosquilleo vital; a esos seres se les sigue y se les compadece. Moggach maneja la narraci¨®n coral con fluidez y hacia donde quiere, es decir, a un final previsible tras muchos accidentes imprevisibles.
El t¨ªtulo tira un poco para atr¨¢s por meloso y hasta cierto punto facil¨®n deja claro el l¨ªmite de las pretensiones estil¨ªsticas de la autora. T¨¦ngase en cuenta que esta novelista es en el Reino Unido una superventa en toda regla y que su prestigio pasa por los guiones para televisi¨®n y cine de probada eficacia. En Espa?a, su novela?El ex¨®tico hotel Marigold (La esfera de los libros, 2012) se vendi¨® como rosquillas.
El retrato de Buffy, ese actor venido a menos, reclama una cierta mirada compasiva, una nueva ojeada a su vida sobre las tablas y fuera de ellas, como si la lista de fracasos en aquello de construir una familia fuera en paralelo a una serie de discretos ¨¦xitos profesionales que le hab¨ªan dado una cierta popularidad. En una habitaci¨®n del hotel heredado cuelga una foto de John Gielgud dedicada que es como un recordatorio de que Buffy estuvo cerca de la fama, que la roz¨® tangentemente. Tambi¨¦n eso da, junto a otras referencias concretas, un retrato generacional muy preciso, bastante ajeno al lector espa?ol, dir¨ªase que lejano no s¨®lo en el tiempo sino en el ambiente. Y aqu¨ª entra el poder descriptivo de Moggach, su capacidad para armar los sucesivos retratos de perdedores entusiastas, un desangelado ambiente que llega a la arquitectura y a los restaurante donde ahora s¨®lo se sirve arom¨¢tica comida tailandesa donde antes brillaba la cocina brit¨¢nica de tradici¨®n..
Buffy, el protagonista, hereda sorpresivamente de una amiga un ruinoso hotel en Gales donde este arma una especie de atractivo centro de cursos para gente que ha roto su vida sentimental y otras batallitas, como si todo tuviera arreglo con hacer la maleta para fin de semana y coger el coche hacia esa zona de las lluvias perennes, donde alg¨²n encuentro inesperado nos pondr¨¢ en la brecha otra vez. La lectura, as¨ª visto, tiene su gracia.
El problema es que quiz¨¢s 400 p¨¢ginas son pocas para tejer ese gran tapiz que pretende ser?El hotel de los corazones rotos, 400 p¨¢ginas son pocas tambi¨¦n (se lee con pasmosa agilidad) para esta gran familia de buscadores de la felicidad, sean o no de la tercera edad. Si al principio del libro se presentan en torrente a todos los muchos personajes, ese entra y sale de las p¨¢ginas de unos en la vida de los otros, el hueco de las conclusiones se llena con el humor ingl¨¦s, siempre a tiempo para sacarte una sonrisa socarrona, si es que se ama y entiende aquella manera de entender las gracias. Esta novela es evidentemente pasto de gui¨®n cinematogr¨¢fico y qui¨¦n sabe si, en su escritura, no est¨¢ anidada ya de antemano la localizaci¨®n galesa del filme de marras.
* El hotel de los corazones rotos. Deborah Moggach. Traducci¨®n: Ana Mar¨ªa Bull (Lumen). 400 p¨¢ginas. PVP.: 18,90 euros.
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