Una odisea infinita por el oc¨¦ano en busca de otro ¨¦xito mundial
El actor franc¨¦s Fran?ois Cluzet vuelve con ¡®En solitario¡¯ tras el triunfo de cr¨ªtica y p¨²blico obtenido con ¡®Intocable'
La ¨²ltima vez que Fran?ois Cluzet (Par¨ªs, 1955) pis¨® Espa?a fue en la clausura del festival de San Sebasti¨¢n de 2011. Presentaba una pel¨ªcula que llegaba virgen de referencias, Intocable, y que se convirti¨® en un ¨¦xito mundial en 2012: rompi¨® los records de recaudaci¨®n mundial de una pel¨ªcula no anglosajona. En aquel momento, los directores Olivier Nakache y Eric Toledano defin¨ªan a su coprotagonista como ¡°un monstruo¡±. En todas sus acepciones, aclaraban. ¡°Digamos que en el rodaje la relaci¨®n entre Cluzet y Omar Sy recordaba much¨ªsimo a la de sus personajes¡±. No hubo grandes amistades aunque Sy asegurara meses despu¨¦s que de mayor quer¨ªa ser Cluzet.
Donde s¨ª surgi¨® la amistad fue entre este actor, un Dustin Hoffman a la francesa, y los productores. Y as¨ª nace En solitario, la historia de un navegante franc¨¦s que compite en la regata que da la vuelta al mundo en barcos con un ¨²nico tripulante. En realidad el personaje de Cluzet ni viaja solo ni est¨¢ solo en pantalla: las tecnolog¨ªas le permiten estar permanentemente en contacto con su familia y equipo, y eso se refleja en pantalla. Cluzet est¨¢ muy agradecido a Intocable (¡°Me ha dado repercusi¨®n en el extranjero, bueno, ella y las pel¨ªculas dirigidas por Guillaume Canet¡±, que tambi¨¦n act¨²a en En solitario), y reconoce que en algo le ha ayudado el ¨¦xito: ¡°Antes me llamaban los directores, ahora los productores¡±.
Como afirmaba Isaac Asimov, el tiempo dulcifica los recuerdos: Cluzet no se acuerda de haberse quejado del esfuerzo f¨ªsico de Intocable, donde encarnaba a un parapl¨¦jico. ¡°?Dije eso? Va, pones la cabeza de lado y ya est¨¢. En En solitario ten¨ªa los dos brazos, las dos piernas, y no me daba el cuerpo con tantas cosas: la vela grande pesa m¨¢s de 200 kilos. Y eso si no est¨¢ mojada. Est¨¢n las sogas, las manivelas, tuve que aprender a manejar todo el instrumental, la telemetr¨ªa¡ Me atra¨ªa mucho hacer un personaje tan f¨ªsico, que nos llev¨® a rodar m¨¢s de 50 d¨ªas en alta mar, un desaf¨ªo de 18 personas rodando en un barco para uno. Con la experiencia no son tanto los papeles los que me motivan como el trabajo en equipo. Creo que se ha acabado la ¨¦poca en la que el espectador iba a ver una pel¨ªcula por su protagonista, hoy ven pel¨ªculas eventos aunque los actores sean desconocidos. Es una evoluci¨®n formidable del cine, porque nos vamos a privar del star system de los actores para hacer grandes filmes¡±.
?C¨®mo? ?Cluzet, uno de los grandes en Francia, renegando de la importancia de los int¨¦rpretes en taquilla, profetizando el final del reino de los actores? ¡°Lo que habr¨ªa que hacer para fidelizar al p¨²blico son propuestas nuevas, y eso es delicado en Francia, porque hay dos o tres pel¨ªculas grandes y distintas al a?o y poco m¨¢s. Hablando con Daniel Auteuil coincidimos en que debes estar presente en el cine, estrenar al menos tres t¨ªtulos al a?o para seguir en el imaginario colectivo y eso nos empuja a rodar trabajos menos importantes. Desgraciadamente no puede hacer las dos o tres pel¨ªculas del a?o¡ todos los a?os. Yo por eso acabo rodando poco, porque el cine es como el amor: es la ausencia ¡ªy no la fusi¨®n o la presencia¡ª la que hace enamorarte. Las mejores historias de pareja demuestran que para mantener el amor no debes de vivir en pareja¡±.
Cluzet enciende un cigarrillo ¡ªno es de pedir permisos¡ª en el sal¨®n de un hotel y nadie se atreve a recrimin¨¢rselo. ¡°No soy un especialista en la legislaci¨®n francesa, pero s¨ª s¨¦ que si nuestro cine es el tercero del mundo se debe a esa intervenci¨®n estatal, a los fondos de apoyo, a las normas que marcan la cinematograf¨ªa¡±, responde sobre las protestas en Francia contra el sistema legislativo. ¡°En Italia el Gobierno ha ido contra el cine y as¨ª est¨¢. Del espa?ol s¨¦ lo que dijo Almod¨®var en los premios del cine europeo, no mucho m¨¢s. Cada pa¨ªs tiene que crear su propio sistema de protecci¨®n. Sin embargo no podemos seguir haciendo pel¨ªculas medias de ocho millones. Deber¨¢n ser de un mill¨®n y los actores formaremos parte de la coproducci¨®n. Pero s¨ª estoy seguro que el cine no morir¨¢ en breve¡±.
Babelia
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