Sobre el papel, una gran colecci¨®n
De Goya a Giacometti. Se subastan 120 dibujos y dos esculturas, valorados en 42 millones de euros, del m¨ªtico marchante Jan Krugier
Todo alrededor de Jan Krugier (Radom, Polonia, 1928-Ginebra, Suiza, 2008) era extraordinario. La suya fue una vida de novela narrada a trav¨¦s de la historia del arte. Considerado una leyenda, su pasi¨®n por el coleccionismo result¨® tan intensa como sus propios d¨ªas.
Nacido en una familia jud¨ªa apasionada por el arte, de ni?o conoci¨® a pintores como Bonnard o Chagall, que eran amigos de sus padres. La Segunda Guerra Mundial le condujo, siendo un adolescente, a los campos de exterminio nazi. Sobrevivi¨® dos a?os dentro del horror de Auschwitz y Bergen-Belsen. Hab¨ªa sido detenido por actuar como correo para la resistencia polaca. M¨¢s tarde ser¨ªa liberado por las tropas aliadas, y en 1948 lo adopt¨® una familia de Zurich (Suiza). Fue entonces cuando quiso ser artista y entr¨® en la escuela del pintor Johannes Itten, integrante de la Bauhaus. Parad¨®jicamente, ser¨ªa un maestro del arte, Alberto Giacometti, quien le disuadi¨® de que abandonara el empe?o. En 1988, el marchante recordaba c¨®mo transcurri¨® aquella conversaci¨®n: ¡°No puedes seguir, Jan, tienes demasiada angustia dentro. Es una agon¨ªa. Simplemente no puedes continuar¡±, le aconsej¨® el escultor y pintor suizo. Las cicatrices del Holocausto.
En 1962 se muda a Ginebra, donde abre su propia galer¨ªa. Un a?o m¨¢s tarde presenta una antol¨®gica de Giacometti y, en 1967, con el ¨¦xito en el bolsillo, inaugura otro espacio en Nueva York. Aunque hay un suceso que le cambia la vida. Se convierte en el galerista de la colecci¨®n de Marina Picasso, nieta del genio malague?o. Esto le da la opci¨®n de vender obra y tambi¨¦n de poder comprarla para su propia colecci¨®n.
Personaje ¨²nico, Jan Krugier dej¨® su influencia en Espa?a. Fue ¨¦l quien gestion¨® la venta al Ayuntamiento de M¨¢laga en 2006 de los 84 dibujos que, dentro del conocido como Cuaderno 7, trazaban el comienzo del trabajo de Picasso en Las se?oritas de Avi?¨®n. Unos bocetos por los que, entonces, porfiaban varios museos extranjeros.
Es imposible no hacer esta digresi¨®n para entender el valor y el sentido de la venta el pr¨®ximo mes en la sala londinense de Sotheby¡¯s de 120 obras sobre papel y dos esculturas que formaban parte de la colecci¨®n m¨¢s personal de Jan Krugier y de su esposa, Marie-Anne Krugier-Poniatowski. Son piezas que colgaron en las paredes de sus domicilios durante d¨¦cadas y de las que jam¨¢s se desprendieron. Hablamos de las obras m¨¢s ¨ªntimas. En este caso, la sala de subastas las vende (por encargo de sus representantes, eso que los anglosajones llama estate) en dos tandas. El 5 de febrero remata en su propuesta de Arte Moderno e Impresionista 37 trabajos y al d¨ªa siguiente, los restantes 85.
La colecci¨®n representa un viaje por uno de los periodos m¨¢s intensos de la historia del arte. Abarca m¨¢s de un siglo de creaci¨®n. De Goya a Ingres, de Degas a Picasso. Las obras tienen una estimaci¨®n que van desde las 6.000 libras (7.250 euros), que se piden por un dibujo de Delacroix, a los tres millones de libras (3,65 millones de euros) en los que parte la pieza m¨¢s cara: el bronce de Giacometti Homme traversant une place par un matin de soleil. La escultura fue fundida en 1950, una d¨¦cada antes de las monumentales L?homme qui marche I y II.
Sotheby¡¯s espera conseguir entre 24 y 35 millones de libras (29 y 42,2 millones de euros) por ese centenar largo de piezas.
Pero en esta visita guiada a la subasta es obligado detenerse en otras obras y en otros maestros. De Goya destaca un soberbio dibujo: El loco, de 1820. ?Precio? 900.000 libras (1.087.000 euros). Adem¨¢s hay que fijarse en un rara acuarela de C¨¦zanne, Femme Assie, Madame C¨¦zanne, fechada entre 1902-1904, que podr¨ªa alcanzar 1.500.000 libras (1.812.0000 euros). Y, por supuesto, resulta imprescindible llevar la mirada hasta un gouache de 1936 de Picasso, Composition au Minotaure, que busca comprador a partir de 1,8 millones de libras (2,1 millones de euros), y que, adquirido directamente por Krugier a Marina Picasso, nunca se hab¨ªa visto en el mercado.
Ahora bien, esta no es la primera vez que las obras de Jan Krugier llegan a subasta. En noviembre pasado Christie¡¯s remat¨® otra parte de la colecci¨®n y los resultados fueron decepcionantes. Los 155 lotes a la venta consiguieron 113,7 millones de d¨®lares (83,45 millones de euros), incluidas las comisiones, frente a 171,5 millones (125,8 millones) que, como m¨ªnimo, y sin tasas, estim¨® inicialmente la sala de pujas. Al parecer, los precios de salida eran demasiado altos y esto ahuyent¨® a los coleccionistas. Aprendida la lecci¨®n, Sotheby¡¯s ha establecido horquillas m¨¢s razonables para esos 120 dibujos.
Porque hay otra lectura de esta subasta y es el creciente inter¨¦s que existe entre los coleccionistas por adquirir obra sobre papel de maestros modernos y antiguos. Sufren menos especulaci¨®n que el arte contempor¨¢neo y todav¨ªa es posible encontrar extraordinarias piezas. El soporte est¨¢ de moda. De hecho, The Morgan Library Museum (Nueva York), que alberga una de las mejores colecciones de dibujos del mundo, propone (17 de enero al 11 de mayo), por primera vez en su historia, una exposici¨®n (Visions and Nightmares) dedicada solo a artistas espa?oles. Ribera, Goya, Murillo, Vicente Carducho¡ En total, 20 papeles que exploran el dibujo de nuestro pa¨ªs y el impacto de la Iglesia Cat¨®lica y la Inquisici¨®n en los creadores del siglo XVI al XIX. Qui¨¦n lo duda. El dibujo cada vez tiene un mejor papel.
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