Buler¨ªa y luna de Olmedo
Llu¨ªs Pasqual sirve en el Pav¨®n una versi¨®n vivaz, po¨¦tica, musical y muy depurada de 'El caballero de Olmedo',con las j¨®venes compa?¨ªas del Cl¨¢sico y el Lliure
Veo tres caracter¨ªsticas centrales en El caballero de Olmedo que Pasqual ha presentado en el Pav¨®n: 1. Ritmo y viveza de las interpretaciones que, apoyadas en la m¨²sica casi constante, propulsan la rueda fatal del texto. 2. Desnudez, esencialidad de la puesta. 3. Ins¨®lito y feliz ascenso a primer t¨¦rmino del personaje de Fabia. Escenograf¨ªa m¨ªnima de Paco Azor¨ªn: sillas en las que permanecen los que no ¡°tienen escena¡± pero, a la manera de un combo flamenco esot¨¦rico, jalean con miradas y presencia. En los laterales, utiller¨ªa escueta: guitarras, espadas y floretes, zahones para la corrida. Alejandro And¨²jar firma un vestuario que alterna entre lo cl¨¢sico y lo intemporal. Aire de ensayo general con todo ya muy medido, y energ¨ªa de v¨ªsperas. Fabia es, provisionalmente, Carmen Machi. Menuda provisionalidad: por una indisposici¨®n de Rosa Mar¨ªa Sard¨¢, que volver¨¢ pronto, esta otra bestia tuvo que aprenderse el papel dos semanas antes del estreno, pero parece llevar haci¨¦ndolo media vida. En la versi¨®n de Pasqual, Fabia es la celestina de Lope, pero tambi¨¦n una suerte de maestra de ceremonias que da la bienvenida al p¨²blico, marca los finales de acto y se pasea por el escenario como si dirigiera in pectorea esa compa?¨ªa en la que Lliure y Pav¨®n han unido (?ole!) sus m¨¢s j¨®venes fuerzas. Escuchar a Carmen Machi es como o¨ªr correr agua fresca nacida en manantiales puros y lejanos, r¨ªo arriba (yo pens¨¦ en la voz clara y sabia de la Vald¨¦s): toda su parte, breve y suculenta, es pura maestr¨ªa, una lecci¨®n constante, un lujo.
A simple vista, El caballero de Olmedo es una rareza: una comedia de enredos y malentendidos que inopinadamente vira a tragedia. Pero solo a simple vista, porque Lope sujeta la brida del lirismo, y el progresivo afianzamiento del clima ominoso est¨¢ muy sutilmente modulado. Hay misterios caracteriol¨®gicos: yo no acabo de entender que Don Alonso, su rutilante protagonista (guapo, valiente, de ¨¦xito en todo) requiera el celestinaje de Fabia cuando, como quien dice, podr¨ªa entrar en casa de do?a In¨¦s bajo palio. Encontr¨¦ a Javier Beltr¨¢n un tanto opaco, falto de volumen vocal, en el primer acto. Me atrap¨® en la evocaci¨®n del jilguero muerto y a partir de ah¨ª ya le vi (y le escuch¨¦) claro y justo, y conmovedor en su escena final. Me gust¨® much¨ªsimo Mima Riera, porque el rol de do?a In¨¦s tiene peligrosos acentos de ni?a indecisa y perrohortel¨¢nica. Esta actriz me pareci¨® muy inglesa: tiene un fraseo coloquial, natural¨ªsimo y ce?ido, y la emoci¨®n a flor de piel. La qu¨ªmica con Beltr¨¢n es excelente. Tambi¨¦n est¨¢ estupenda Paula Blanco como do?a Leonor, su hermana, que Lope no perfil¨® demasiado: nos dicen que anda en amores con Don Fernando, pero es una trama aparcad¨ªsima. Tanto como la presunta relaci¨®n de Tello con Ana: l¨¢stima que Laura Aubert, una c¨®mica con una gracia turulata y luminosa, tenga apenas cuatro frases en el original. Y l¨¢stima, igualmente, que Samuel Viyuela, siempre vigoroso, sea un rey Juan tan parco en palabras.
La m¨²sica es una belleza. La polifon¨ªa del comienzo, orquestada por Dani Espasa, eriza el lomo m¨¢s cori¨¢ceo
La m¨²sica es una belleza. La polifon¨ªa del comienzo, orquestada por Dani Espasa, eriza el lomo m¨¢s cori¨¢ceo
La m¨²sica es una belleza. La polifon¨ªa del comienzo, orquestada por Dani Espasa, que firma ese negociado, eriza el lomo m¨¢s cori¨¢ceo; las voces y las guitarras flamencas de Pepe Motos y Antonio S¨¢nchez (a los que se une la guitarra de Collet) subrayan los pasajes l¨ªricos, clavan sus momentos ¨¢lgidos, y van alzando, con toques delicados, la atm¨®sfera de peligro y misterio de la segunda mitad. Por otra parte, las percusiones, con caj¨®n y pandero, a?aden nervio y ritmo a las escenas de la pelea, espectacularmente montada por el maestro de armas Isaac Morera, y a la corrida donde don Alonso sella su negra suerte salvando la vida de don Rodrigo. Hay dos versiones singulares. Pasqual convierte en tango argentino la tirada ¡°Ay riguroso estado?/ ausencia mi enemiga¡±: perfecta la instrumentaci¨®n (a la que se suma el viol¨ªn de Laura Aubert), pero falta de malicia, para mi gusto, la parte vocal de David Verdaguer. En la segunda, Pol L¨®pez interpreta como una mezcla de tanguillo gaditano y rap el fragmento Gu¨¢rdete el cielo y lo borda.
Son preciosos los juegos de luz, firmados por Pasqual y Fernando Ayuste: el crep¨²sculo ros¨¢ceo, sobre pantalla blanca; el sol inclemente, que dora la escena de los toros, y luego muta en luna fantasmal, impregnando de esencia lorquiana el ¨²ltimo tercio del relato, la parte de la sombra (que aqu¨ª se sirve en eco, en presencia invisible) y la muerte del caballero. Pasqual afirma haber cortado tan solo un ocho por cien del texto. Yo creo que el espect¨¢culo, que dura hora y veinte, pod¨ªa haber llegado sin fatiga a los noventa minutos, pero tambi¨¦n pienso que hay cortes muy sugestivos, muy a favor de la sequedad del original. En este sentido, creo que la poda de la justicia del rey es ¨®ptima, porque Tello nos contaba lo que ya sab¨ªamos. Tal como ha quedado tiene un montaje de western: ca¨ªda, falsas esperanzas de In¨¦s y don Pedro (que te parten el alma), y breve r¨¦quiem de Tello, con una soledad y un dolor de pu?o apretado. Pol L¨®pez est¨¢ impresionante en esa escena, ba?ado por una luz desolada, irremediable, y sus ¨²ltimas frases parecen escritas por Jorge Manrique. Tambi¨¦n he visto El viaje a ninguna parte, en el Valle-Incl¨¢n: muy bien adaptada por Ignacio del Moral, con estupendo reparto e imaginativa direcci¨®n de Carol L¨®pez. Tiene alg¨²n problema de ritmo en su parte central, pero vale mucho la pena.
El caballero de Olmedo. De Lope de Vega. Direcci¨®n: Lluis Pasqual. Int¨¦rpretes: Laura Aubert, Javier Beltr¨¢n, Paula Blanco, Jordi Collet, Carlos Cuevas, Pol L¨®pez, Francisco Ortiz, Mima Riera, Rosa Maria Sard¨¤?/ Carmen Machi, David Verdaguer y Samuel Viyuela Gonz¨¢lez. Teatro Pav¨®n, Madrid. Hasta el 9 de marzo.
El viaje a ninguna parte. De Fernando Fern¨¢n-G¨®mez. Adaptaci¨®n: Ignacio del Moral. Direcci¨®n: Carol L¨®pez. Int¨¦rpretes: Amparo Fern¨¢ndez, Antonio Gil, Andr¨¦s Herrera, Olivia Molna, Jos¨¦ ?ngel Navarro, Tamar Novas, Miguel Rell¨¢n y Camila Viyuela. Teatro Vall¨¦-Incl¨¢n, Madrid. Hasta el 6 de abril.
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